Capítulo 32.

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Lauren Jauregui se encontraba tirada inconsciente en el suelo mientras Patricia golpeaba su escudo con rabia de todas las maneras posibles.


Lauren entró en el despacho de su jefa Lucy con unos papeles en la mano.

- La próxima vez no me los traigas a última hora – decía una agotada Lucy intentando organizar todo su escritorio.

- Si no me hubieras puesto a hacer papeleo a última hora sabiendo que tengo una cita...

- Oh... - sonrió como si fuera una madre orgullosa de su pequeña que por fin empezaba a volar – ¿Se trata de esa morena flaca de ojos chocolate?

- No la podrías haber descrito mejor – su sonrisa prepotente asomó con una mueca de felicidad. Miró el reloj y su mueca cambió a una de asombro – Bueno si me necesitas Lucy, no me llames, dale los recados a mis padres o a mis hermanos que ya me lo harán llegar.

Salió corriendo de allí hasta un parque cercano. A escasos metros se paró porque no quería que su cita le viera sudada y agotada del esfuerzo de haber corrido tanto, asique se calmó y mientras se acercaba con pasos seguros y lentos la divisó.

Su falda corta, una blusa que enseñaba su abdomen que para no estar trabajado era plano, unas sandalias sencillas y unas gafas de sol en la cabeza quitando su hermoso y ondulado pelo moreno de su cara que traía un poco maquillada. La ojiverde solo pudo pensar "wow" mientras caminaba hacia ella y sus nervios iban creciendo poco a poco.

Cuando llegó a su lado, la sonrisa más cálida que había visto en el mundo entero la saludó con un tímido "hola" de esos labios carnosos y rosados de los que se había vuelto loca.

- Hola Camz – dijo mientras le abrazaba y se embriagaba de su buen perfume, o tal vez solo era la manera en la que olía ella de forma natural. De igual manera, su olor era exquisito.

- Has tardado un poco ¿Todo bien con tu jefa? – cogió su mano y empezó a andar.

La ojiverde aún no se había acostumbrado al roce tan suave y firme de su mano, era un sentimiento cálido, como cuando su madre le arropaba y le daba un beso de buenas noches cuando era niña.

- Sí, Lucy solo quería que le diera un par de presupuestos o... ni sé lo que le he dado – se rio junto a lo que esperaba que después de esta cita fuera su novia - ¿Quieres ir a comer helado y darnos un paseo por el parque? Yo invito por supuesto.

- Lauren Jauregui, tu sí que sabes hacer feliz a una mujer – dejó un beso en la mejilla y después le dedicó otra de sus amplias sonrisas que hacían sonrojar a la pelinegra.

- Tienes suerte de que solo te quiera hacer feliz a ti – respondió susurrando, aunque sabía a la perfección que Camila lo había oído por la risa que había dejado escapar después de sus palabras.

La cita fue de maravilla, como todas las que habían tenido hasta ahora, pero ambas notaban que ese día era especial. Lauren lo sabía de buena tinta porque era ella la que le iba a proponer estar juntas como pareja definitivamente.

El sol cayó y ambas estaban frente a la casa de la más pequeña despidiéndose.

- Antes de que te vayas Camila... quería preguntarte algo – se rascó la nuca y miró hacia otro lado buscando las palabras adecuadas. A ella no se le daba bien expresar sus sentimientos.

- Sí, seré tu novia – Se adelantó la morena con una amplia sonrisa en su rostro dejando a la ojiverde perpleja.

- Uhm... yo... esto... - balbuceó – Espera ¿Cómo supones que es eso? ¿Y si te iba a preguntar otra cosa?

Juicio Justo [Camren AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora