Capítulo 29.

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Cuando Lauren se apresuró al borde para evitar un doloroso final a Normani, Camila le siguió de cerca para cubrir sus espaldas y que no fuera disparada por la Reina de los maniacos, quien cogió a Ally y contra su voluntad salió corriendo hacia nadie sabe dónde.

La ojiverde se sentó en el suelo mirando hacia el vacío sin palabras. La morena se colocó a su lado y aunque sabía que era muy importante atrapar a Patricia antes de que hiciera algo peor que esto, también sabía a la perfección que Lauren acababa de perder a un ser importante en su vida y que seguramente estuviera reviviendo en su mente los hechos de hace años.

Para la ex Gobernante era la misma situación, por eso se quedó completamente bloqueada. Creía que habiendo sido Gobernante nadie más moriría en las mismas circunstancias, en una estúpida guerra (como lo son todas) y sin ella poder hacer nada. Si hubiera ido un poco antes, podría haber salvado a Normani, o eso quería creer ella, porque lo cierto es que su destino estaba marcado por la misma jueza desde que decidió asociarse con sus enemigos en vez de denunciarlos y cumplir con la ley.

Pero Lauren, como casi todas las personas, era demasiado egocéntrica como para pensar que no era su culpa, que no todo dependía de ella y de que no todo lo que pasaba podía haberlo evitado. Nos empeñamos en pensar que cuando algo pasa, es nuestra culpa o que nosotros podíamos haberlo evitado, la verdad es que cada uno marca su destino, y nosotros en las vidas de los demás somos meros peones que luchamos cada quien en su propia partida siendo las demás personas lo mismo que nosotros para ellos.

La morena apoyó una mano en el hombro de su amante y se agachó, esperando que la ojiverde dijera, aunque fuera una palabrota. Estuvieron varios minutos en silencio, fue entonces cuando se decidió a hablar.

- Se honrará su cuerpo y su memoria después de todo esto – dijo con cautela la más bajita.

- ¿Y si nunca se acaba? ¿Y si no llegamos a ver el final? – estaba derrotada por dentro y por fuera era un desastre de lágrimas silenciosas que caían por su rostro y bañaban las manos de la morena que se aferraron a las de ella para evitar que temblara más.

- Eres Lauren Jauregui. Esas preguntas son una tontería para alguien como tú.

- Y Normani nunca había perdido un caso ni había dictado una mala sentencia. Y... bueno... mírala.

- Por eso mismo, debemos detener a esa loca y evitar que le pase esto a más gente.

Camila se levantó tratando de tirar hacia arriba de la ex militar, pero parecía que seguía sin reaccionar.

- ¿Y si todos mis seres queridos están destinados a esto?

- Laur... no digas eso.

- Piénsalo. Mi familia murió, ahora mis únicos seres queridos dos están intentando sobrevivir y acoger a los ciudadanos, una está muerta, otra capturada por Dolus, otra luchando en el frente y no tengo noticias de ella y tú...

- Yo estoy contigo, puedes protegerme y salvarme - la amplia sonrisa de Camila hizo que la pelinegra se calmara un poco y decidiera levantarse para mirarla justo a los ojos.

- Tú estás jodida porque has decidido venir conmigo, y me da igual entregar mi vida, pero no estoy dispuesta a dar la tuya por esta guerra sin sentido.

Camila se acercó poco a poco a Lauren hasta besarla castamente en los labios. Agarró sus manos y después de compartir ese dulce beso, tiró de una de sus manos hacia la salida mientras le decía "Vamos a salvar a Progressio".

Era muy tierno lo que le acababa de decir la ojiverde, pero algo dentro de ella sabía que ella si daría su vida por esa causa, lo intentaba ver desde el punto militar, ella antes de todo esto era una mujer de 10 en su profesión y eso implicaba tener en mente siempre que la operación que se está maniobrando puede ser la última. En ese momento no quería discutir con Lauren sobre si esta sería su última misión o no porque de corazón sabía que ella también tenía esa mentalidad fruto de ser una de las mejores militares y Gobernantes que Impetus había tenido.

Juicio Justo [Camren AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora