Querido Draco:Sé que al principio dije que no te reconocía, pero ese beso me dejo sin aliento, quiero repetirlo. Hoy, después de cenar en la sala de Menesteres.
Astoria
La letra era negra, prolija y elegante. Sin duda provenía de ella, además ¿Quién más se había enterado de ese beso en el balcón? Lo que le extrañaba era que ¿Por qué le había dicho todo eso en el corredor el otro día?
Lo sabía, Greengrass. Estaba seguro de que volverías y pedirías más de lo que ningún otro puede dar. Es decir, este cuerpo, no es digno de cualquiera...
-O-
A Hermione la culpa, no la dejó probar un bocado. El estómago le daba vueltas como un remolino, así que no se molestó en asistir a la cena, tampoco Luna; iban a planificar todo con sumo detalle. La sala común de octavo año estaba completa y totalmente vacía. Así que tenían más privacidad, y no tenían la necesidad de encantar la Sala Común para que nadie las escuchara.
- Recuérdame por una última vez ¿Por qué no le das el beso tú con poción multijugos? - inquirió la "rubia" indecisa.
- Por que ya probó tus besos, si lo beso yo no sería lo mismo. Además estoy enamorada de... de... Ro...Ron... Ronald - confesó en un sollozo la rubia.
- ¿En serio? - preguntó la castaña sin poder creerlo.
- Lo descubrí cuando lo besaste. En ese momento no lo amaba, pero vi el beso, y las lágrimas acudieron a mis ojos - decía la rubia haciendo sentir a Hermione más culpable de lo que se sentía hasta el momento.
-O-
Draco nunca había descubierto como utilizar la habitación, así que esperó a que la rubia llegara. Una puerta se formó de repente, miró en todas las direcciones, pero no había nadie. Entró de todas formas. El salón tenía paredes blancas, piso de madera, grandes ventanas y unas velas. La vista era preciosa. Se veía el cielo estrellado, la luna plateada, el lago congelado, y todos los terrenos de Hogwarts cubiertos por una fina capa de nieve. La puerta se cerró.
- Por fin... pensé que no ibas a venir... - Draco giró.
Era "ella", con la misma ropa, el mismo pelo, igual a la del baile. Hermosa. Perfecta. Sangre limpia. Inteligente, millones de cualidades que describían a Astoria Greengrass, ahora que lo pensaba falsa sería otro adjetivo para describirla, ya que en el corredor actuó como si nunca hubiera pasado nada en ningún lugar...
- Antes de lo que vayamos a hacer... ¿Por qué dijiste eso en el corredor? - inquirió el rubio acercándose a la falsa rubia.
- ¿Qué importa? - dicho esto Hermione se acercó, cruzó sus manos por detrás del cuello de el rubio y por primera vez, le dio un beso a Draco Malfoy, sabiendo que era él (esta vez si lo veía con el antifaz puesto. Le veía toda la cara).
-O-
- ¿Y Hermione? - inquirió Harry un poco preocupado.
- No lo sé... No vino a comer - dijo Ron desinteresado.
- ¿Malfoy sigue cenando? - preguntó el azabache.
- No, se fue hace rato ¿Por qué? - preguntó el pelirrojo.
- Me lo temía - respondió el ojiverde chasqueando la lengua.
- ¿Crees que le haya hecho algo? - preguntó el ojiazul ahora si preocupado.
- No lo sé. ¿Y Luna? - preguntó el moreno.
- Estaba en la sala común y me dijo que no iba a comer, estaba un poco nerviosa - dijo Ron recordando la escena.
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El amor en brazos del enemigo - Dramione
FanfictionÉsta historia, ocurre después del 7º libro, pero sin el epílogo, tal vez así les resulte más "entendible" mi fic :) Aunque ya lo saben, (casi) todos los personajes de esta historia pertenecen a J.K ROWLING y no a mí. También quería explicar ciertas...