El amor en brazos del enemigo - Dramione

Capítulo 7: La propuesta

Ese beso atormentaba a Hermione, suerte que no veía a Ginny seguido, por que la culpa terminaría matándola. Aún recordaba lo triste que había estado su amiga.

Flash Back

- Te juro que al principio, ni siquiera le creí, pensé que era una broma, pero… pero… en sus ojos… él, ya no me miraba como antes, además casi nunca nos hablábamos, no me veía más que como una amiga – confesaba Ginny llorando.

En su rabieta, había destruido ciertos decorados de la habitación.

- Pero Gin… Él también sufrió mucho el año anterior – trataba de consolarla Luna.

- Es verdad, no tienes idea de cómo estaba cuando salías con Dean en sexto... – decía Hermione casi tan triste como Ginny.

- Ustedes no entienden… No saben lo que me costó enamorarlo, desde los diez años que sufro por él – dicho esto, siguió llorando con más fuerza que la que había utilizado Rex cuando se golpeaba la cabeza.

Fin del Flash Back

Harry… me arrepiento de haberte besado… Ojala que esto no arruine nuestra amistad…

Pensaba para sí misma la castaña.

- Herms, ¿Podemos hablar? Sin trucos, lo juro – comentó él con una sonrisa.

- De acuerdo Harry, ¿En el mismo lugar? – Acabo de descubrir una nueva cosa de mi misma…

- Si – soy masoquista.

-O-

Al entrar, la sala de Menesteres tenía luces, y contaba con varios sillones individuales formando un círculo, y con una pequeña mesa adelante. Muy parecida a una sala de estar.

Esta vez, Hermione tomó distancia, no quería terminar como la última vez que habían "hablado en privado".

- Ron me odia – confesó el azabache.

- Por que lastimaste a Ginny – aclaró Hermione.

- No sabes lo triste que estaba cuando dejamos de ser amigos buscando los horocruxes… siento lo mismo ahora Eres la única amiga que tengo… - dijo el ojiverde abrazando a Hermione.

- No, no, Harry… Tienes a… ¡Luna!, a Dean..., a Seamus, a Neville – dijo la castaña aliviada por su mejor amigo.

- Pero a ellos no los quiero tanto como a ti – dijo Harry sonriendo y abrazando a Hermione, la soltó rápidamente - vete – dijo de repente.

- ¿Qué? – preguntó la castaña algo ofendida.

- Vete, no voy a poder aguantar más – contestó el azabache cabizbajo.

- Aguantar… ¿Qué? – preguntó la ojimiel alarmada.

- Aguantar las ganas de hacer esto – contestó Harry acercándose a la castaña.

Otra vez no…

Pensó Hermione volteando la cara, para no repetir la complicada situación que se había desatado el día anterior.

- ¿Qué pasa Herms…? ¿Tan malos son mis besos? – bromeó el azabache.

- No, Harry, al contrario. Me encantan... – confesó la ojimiel.

- Entonces déjate llevar – dijo el azabache sonriendo.

- No Harry, está mal. Escucho a Ginny en mi cabeza, y veo la cara de espanto que pondría, ella o Ron si nos vieran. Harry, tú ya no eres como antes…– confesó la castaña muy triste.