—Puedo imaginarlo —Mi madre puede ser un poco exasperarte cuando se trata de saber algo—. Ed, tengo que contarte algo.
—¿Estás embarazada de nuevo? —Pregunto con cierto temor.—¿Qué? ¡Claro que no tonto! —Reí ante su comentario—Es solo que, ha pasado algo que me temía que pasara.
—¿Qué sucede Wen? estas comenzando a asustarme ¿Se trata de Kate?
—Si, se trata de ella —Respire ondo—. Justo hoy por la tarde, cuando estaba en el trabajo, John me llamo para reunirme con él y una persona que requiere los servicios de la constructora y..
—¿Es Michael?¿Él te busco?
Odiaba la manera tan fácil con la que podía persuadirme.
—Bueno si, la cuestión aquí es que dentro de 3 días tengo que viajar a Los Ángeles, John me ha puesto a cargo de este trabajo —Sus ojos se abrieron como platos—. Te juro que le dije que no, incluso, le propuse que James se hiciera cargo del trabajo, pero se negó rotundamente.
—Wen, hermana ¿Sabes lo que significa volver a Los Ángeles? —Me tomo de ambas manos—. Tendrías que enfrentarte a nuestros padres, a los padres de Jackson e inclusive volverías a ver a la chica con la que te fue infiel, expondrías a mi sobrina en todos los sentidos, y eso, eso es algo que no estoy dispuesto a aceptar, no correré el riesgo.
—¿Crees tu que no lo se?¿ De verdad crees que me hace feliz el hecho de volver? ¡Mi vida era perfecta hasta que ese bastardo apareció!¡Maldita sea! —Estaba a punto de tener un colapso—. Tu mejor que nadie sabe que mi hija es todo para mi, y el hecho de volver implica que la conocerán, la trataran y sera muy difícil para ella adaptarse, no se con exactitud cuanto tiempo estaré por allá —Lagrimas comenzaban a caer por mis mejillas—. Ed ayúdame, por lo que mas quieras ayúdame.
Y era cierto, desde el día en que me fui de mi Los Ángeles me había propuesto hacer de mi vida lo que en su momento no pude, contaba con el apoyo de mi hermano y eso era lo único que me importaba. Cuando le conté sobre la llegada de mi hija, el me brindo su apoyo sin barreras, siempre estuvo para mí cuando más lo necesité.Michael me había hecho daño, y mucho, a decir verdad, nunca en mi vida hubiera esperado que fuera él, el que me fallara, y mucho menos de esa manera. Mis padres me habían dicho que no era prudente que mantuviera una relación con una persona que acababa de salir de una, más estaba tan cegada, tan enamorada de él, que me importó una mierda lo que ellos dijeran, al cabo de un tiempo me enteré que Debbie (su ex novia) lo visitaba de manera frecuente en casa, más era tanto el amor que yo tenia hacia el que no me deje llevar por lo que la gente decía, no les creí. Sin embargo, resultó ser verdad; Él era quien le llamaba para verse mientras yo no estaba en casa, todo mundo lo sabia a excepción de mi.
—Jamás, escuchalo bien Wen —Se acercó a mí, me tomaba de las mejillas—. Jamás te voy a dejar sola, ni a ti ni a mi sobrina, no importa cuánto llegue a perder, jamás te dejare sola, eso lo juro.—¡Mami!¡Mami! —Mi hija se acercaba corriendo con aquella sonrisa que me hacia más fuerte—. Mira la muñeca que tío Ed ha traído para mi.
—Oh cariño —La tome en mis brazos—. Es preciosa, ¿Ya le has agradecido a tío Ed por haberte traído la muñeca como obsequio?
—Si mami, tío Ed me ha dicho que la abuela nos invita a su casa.
—¿Te gustaría conocerlos cielo?
No puedo explicar el brillo en los ojos de mi pequeña, si ella quería conocer a sus abuelos ¿quien demonios era yo para prohibírselo?, estoy segura que mis padres no la rechazarían, conociendo al gran Rick Thompson estarán encantados de ver a su nieta. Paris es todo lo que tengo en la vida, mi motor, mi fuerza, y no estoy dispuesta a verla sufrir.—Eso seria muy bueno mami, quiero conocer a la abuela.
—Pues entonces hay que ir arreglando las maletas pequeña, que dentro de 3 días iremos a casa de la abuela —El chillido de emoción que me hija dio fue música para mis oídos.
—¿Estás segura de lo que estas haciendo Wen?
—Nunca he estado mas segura de hacer algo, como lo estoy hoy, ella quiere conocer a sus abuelos y yo no soy nadie para negarle ese derecho.
—¡Venga ya Wen! —Me atrapó en sus brazos—. Me da gusto saber que tu cerebro esta buscando soluciones razonables. No sabes cuan orgulloso estoy de ti, sin buscarlo te haz convertido en la mujer que Rick quería que fueras, hermosa, exitosa, fuerte e independiente.
—Te agradezco todo lo que haz hecho por mi Ed, si tu no hubieras estado ahí cuando más lo necesité, no se cual seria el destino de mi hija y mio en estos momentos.Está de más decir, que el resto de los días que faltaban para viajar, me la pasé pensando mil y un cosas que decirle a mis padres, creando escenas de ellos echándome a patadas de su casa por haberme ido sin motivo aparente. Ellos no sabían la verdad, había llegado a un acuerdo con Ed de decirles que me había mudado por motivos de trabajo a Nueva York, más, no dejaban de preguntar como había sido posible que había terminado mi relación de tajo con Michael.
Estaba más que nerviosa, era más que evidente, estaba a nada de llegar a casa de mis padres ¿Cómo me recibirían?¿Estarán contentos por volverme a ver?¿Aceptarán a mi hija? ¡Maldita sera! en estos momentos me regaño a mi misma por haber aceptado el trabajo que John me había propuesto, él y solo él era el culpable de que hoy esté hecha un lío emocionalmente, maldito Jackson por haber aparecido de nuevo en mi vida trayendo consigo los fantasmas que había guardado en aquel baúl.
— Bien, hemos llegado —Soltó mi hermano con un deje de preocupación.—Bien, es el momento de la verdad —Recargue mi espalda en el asiento del copiloto tomando con mi mano derecha el puente de mi nariz—. No hay marcha atrás, me siento tan extraña —observaba la fachada de la casa de mis padres por la ventanilla del auto—. Tres años lejos de este lugar, te juro que estoy aterrada.
—No tendrías por que estarlo, ellos son tu familia, somos tu familia; tan solo deja de pensar cosas absurdas, ellos no te harán nada, tenlo por seguro.
—Bien, entremos entonces.
El solo hecho de abrir la puerta del auto y poner un pie en el asfalto me provocaba pavor, no sabia porque razones me invadía esa sensación. mi hermano tenia razón, ellos eran mi familia y estoy segura de que me echaban de manos, tanto o más de lo que yo a ellos, pero me era inevitable no pensar en reacciones negativas que ellos tendrían hacia mi, me había ido sin razón aparente, los había abandonado sin siquiera dar una explicación.Bien, aquí estoy, dentro de la casa donde pasé los mejores años de mi vida, el lugar donde había compartido mil y un travesuras con mi hermano, miles de platicas con mi madre y millones de consejos por parte de mi padre. El pavor se había esfumado trayendo consigo una sensación demasiado cálida, reconfortante, me sentía demasiado bien a decir verdad, mi pecho se hinchó de regocijo y en mi rostro se pintó con una sonrisa demasiado amplia, estaba de vuelta, y más fuerte que nunca trayendo conmigo a mi más hermosa experiencia, mi más grande motivación, mi hija, mi cielo, mi mundo entero.
Tomé asiento en la sala que adornaba el salón de la casa, estaba igual a como lo recordaba, nada ha cambiado, a excepción de detalles minúsculos. mi hija dormía plácidamente en mis brazos. Ed dejó las llaves de su auto en una mesa de cristal que se encontraba en la entrada de la casa, justo en frente del la puerta y se acercó a donde yo me encontraba, tomó asiento justo en frente de mi.
—¿Quién ha llegado Rose? —El sonido de los zapatos de mi madre acercándose al salón me pusieron nerviosa —¿Rose? ¡Cielos! ¿Dónde se habrá metido esta chica? ¡Rose!—Señora Eveline, el joven Edward la espera en el salón —Se escuchó la voz de la chica de nombre Rose.
—Señorita, espero y no me estés mintiendo, estoy segura de que Ed no ha llamado para avisar que vendría sabiendo que....
En el momento en el que su mirada hizo conexión con la mía todo dejo de existir.A unos cuantos metros de mi se encontraba mi madre, estaba más hermosa de lo que recordaba, sus hermosos ojos azules irradiaban felicidad, sin duda alguna ella es la mujer mas hermosa del mundo, y estoy segura de que no solo yo lo pensaba.
—Hola mamá —Sus ojos se inundaron en lagrimas.
—¡Dios mio!
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Perfect Illusion
FanfictionElla lo amo sin medidas, para él al inicio solo era diversión. Una apuesta, el honor, amor y sentimiento es una mala combinación, ella se alejó de él y él se dio cuenta que la amaba. Transcurrieron tres años desde ese suceso él está arrepentido y e...