VII

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El resto de la semana había transcurrido con total normalidad, el trabajo en el rancho de Jackson cada vez era menos, debo admitir que me resulta algo incómodo que de la noche a la mañana, a Michael le interese como va la construcción, se la pasa casi todo el día merodeando la zona, siempre alegando que el pequeño Mike está interesado en como he estado día tras día. A diferencia de Michael, Lisa no se ha acercado ni un momento —Cosa que me agrada bastante— por el simple hecho de que cada que la veo, o que se acerca a la construcción, siempre me siento incómoda.

Hacía ya 3 días que John había llamado a James a Nueva York alegando que había dejado un par de cosas pendientes por allá, estoy sola a cargo de la construcción. Aparqué el auto fuera de la casa de mis padres, estaba cansada y lo único que quería era entrar, y ver a mi hija, arroparla y dormir. Las cosas estaban resultando a pedir de boca, solo por un inconveniente, Lisa aprovechando la ausencia de Michael, se la pasaba "supervisando" que todo se llevara acabo de manera normal y poniendo un pero a cada indicación que yo daba, era insoportable.

Con el simple hecho de entrar a casa, todo cansancio y mal rato que Lisa me había hecho pasar se esfumó, Kate se hallaba en el salón principal acompañada por Janet, Ed y mis padres, todos sonreían. El sonido de la puerta los hizo dejar de habar de lo que sea que estuvieran hablando, todos me miraron. Mi madre tenía los ojos rojos y algo hinchados al igual que los de Janet, solo que había un cambio, a Janet le brillaban.


  — Y bien ¿De que me perdí? —Fruncí el ceño, me senté a lado de mi hija—. ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Porque lloraban?

— Mami, tía Jan me traerá un primito.


Mi mandíbula calló al suelo.


 — ¿Eso es verdad? —Miré a Janet—. ¡De verdad estas embarazada!      

— ¡Vas a ser Tía Wen! ¡No es grandioso! —Inquirió mi madre.  

— ¡Muchas felicidades, Janet! —La abracé—. ¿De cuánto estas?  

— Voy para las 3 semanas —Su sonrisa se amplió—. De verdad que aún no me lo creo.

— ¡Vaya! hermano —Miré a Ed, quien sonreía en mi dirección—.   Pensé que antes de dar ese paso te casarías con Janet —Lo abracé—. ¡En hora buena, a ambos! espero y ese bebé te haga madurar —Susurré en el oído de Ed.

—De hecho, dentro de 3 semanas nos casaremos, antes de que se le note más el embarazo.

— Es una sabia decisión hermano — Mi padre se sentó junto a mi en el sofá, lo miré—. ¿Que opinas de tu hijo mayor papá? ya es todo un hombre y ahora te ha convertido en abuelo ¿que tienes que decir?.

— Bueno, solo espero que se comporte a la altura de la situación —Le sonrío a mi hermano—. Él no va a hacer con Janet lo que Michael hizo contigo.


No voy a negar que su comentario me dolió, mi padre era de las personas que decían las cosas, sin medir lo que estas pueden afectar a las personas. Dejé de sonreír y clave mi mirada en Kate, quien al verme me abrazó por la cintura, acaricié su cabello.


— Lo siento hija —Tomó la mano que tenía libre—.  Lo que menos quería era hacerte sentir mal, sabes que te adoro y nunca dañaría, tan solo...

— Déjalo así —Lo interrumpí—. Si me disculpan estoy algo cansada y ya es tarde para que Kate aún esté despierta —Me puse de pie, cargué a mi hija—. Hermano, próxima cuñada, que tengas buenas noches —Le sonreí con cortesía.   

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