IX

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MICHAEL

Verla dolía

¡Por el infierno que sí!.

Sentir su indiferencia me mataba, pero nadie más que yo tenía la culpa de ello.

La lastimé, la herí y rompí; su actitud hacia mi persona era totalmente comprensible, había jugado con su corazón y en el camino no solo la destruí a ella, sino que también yo salí perjudicado.

El amor de mi vida, la mujer de mis sueños, Mi mujer.

Si bien me arrepentía totalmente de todas y cada una de las canalladas que hice para lastimara, me arrepiento de haberla usado para darle celos a lisa, y de esta manera hacerla volver conmigo, me arrepiento de haberla lastimado, de lo único que no me arrepiento es de mi hijo, de Michael.

¿Qué hubiera pasado si hubiese tenido un hijo con Wen?

¡Sin duda alguna ese pequeño sería como Michael! sería mi perdición.

Tiempo atrás, cuando contraté a un investigador privado para dar con el paradero de Wen en uno de los reportes mensuales había una fotografía de Wen cargando un bebé envuelto en una manta, si bien, en un principio la idea de que pudiera ser un hijo de ella y mio me parecía bastante absurda, más al hacer cuentas algunas cosas coincidían. Lamentablemente tiempo después el investigador me hizo saber que el bebé era de una vecina de Wen, y debo admitir que fue bastante decepcionante.


—¿En que piensas, amor? —Lisa me miraba fijamente en busca de una respuesta.

—En que ha pasado mucho tiempo desde que comencé a cambiarle los pañales a Janet y ahora está casada —Mentí usando de pretexto a mi hermana.

—Eso es cierto, ¿Quién diría que la pequeña de los Jackson algún día se casaría?.

—En esta vida nada está escrito—Le sonreí besando su mejilla—. Iré por Michael.

—Está en la zona de juegos con una pequeña pelinegra —Lisa sonrió encantada—. Esa nena es preciosa.

—Tal vez en un futuro ella sea a quien Michael escoja como esposa —Enarqué mi ceja en su dirección.

—Ni se te ocurra, Jackson. —Me señaló con su dedo indice mientras reía—. Mi hijo es muy pequeño aún y así será toda la vida.

—No estés tan segura.

Dando por sentado el tema comencé a caminar hacia donde se encontraba mi hijo, recuerdo perfectamente el momento en el que mi esposa me dijo que seríamos padres, y sin lugar a dudas había sido la mejor noticia de mi vida, en ese tiempo yo me encontraba tratando de sobrellevar el abandono de Wen, trataba de olvidar su cara de tristeza y decepción, la manera en que sus hombros cayeron al presenciar aquella escena, fui el espectador nuestra destrucción, no fue hasta ese momento en el que me di cuenta de todo lo que tenía a su lado, el ella tenía una mejor amiga, una confidente y sobretodo una amante.

Me equivoqué y estoy consiente de ello, volverla a ver había sido como un gancho directo y sin escalas al estomago, se veía fresca, relajada, hermosa podría decirse que por apariencia era la misma de antes, más al verla más de cerca pude comprender que ya no existía pizca alguna de la mujer que me enamoré.

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2019 ⏰

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