XI

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Pedí a Suga que me acompañara a casa de Sohyun -aunque claro que decidió avisar a su amiguita Dongyoo y llevarla-.

Toqué el timbre de la casa de mi amiga esperando una respuesta. La madre de Sohyun atendió a la puerta con una agradable sonrisa y nos pidió que entráramos. Los tres agradecimos. Nos ofreció un poco de jugo -porque no era la típica familia que ofrecía tacitas de té-.

—Estábamos a punto de servir de comer.

Sohyun salió de la cocina con una sartén honda y detrás de ella, le acompañaba Chanyeol. Por un momento no supe lo que pasaba, hasta que recordé que mi amiga había dicho que él le llevaba comida de vez en cuando. —Vaya, no sabía que tendrías invitados. — Dijo el castaño.

—Yo tampoco sabía. — Añadió Soh.

— Perdón por venir así como así. Debo contarte algo demasiado importante.

Yoongi tocó mi hombro. — Kim, ¿con Chanyeol aquí? — Me susurró al oído. Mi hermano sabía de la existencia de Chanyeol porque le conté sobre él en mi primer día de clases. Prácticamente, le conté sobre todos. No tenía a nadie más a quién platicarle. Suga sabía que él no era alguien de mis amigos.

—¿Qué podría pasar? — Me limité a decir.

—Está bien. — Siguió Sohyun. — Eomma, no nos esperes para comer. Puedes empezar tú sola.

— Ay, ¿yo sola? — Dudó. — Realmente puedo esperarlos...

—Oh, esperen. — Dongyoo se sobresaltó. — He traído un postre de fresas. Mi madre siempre me dijo que no hay que llegar a otro hogar con las manos vac-

La amiga -o novia- de Yoongi fue interrumpida por el sonido del timbre. Todos giraron la cabeza hacia la puerta al mismo tiempo.

—Pero quién será ahora... — Escuché una voz femenina detrás mí. Supuse que habría sido Sohyun.

—Hala, — Solté una risilla nerviosa. — No lo sé... — Caminé hacia la entrada con lentitud y sin borrar una sonrisa avergonzada. Giré la perilla y abrí lentamente mientras todos miraban y asomaban sus cabezas curiosos. —Hola, Jimin... — Le invité a pasar sin permiso alguno. Me dirigí a los demás. —Espero que no les moleste un engendro más...

—Todos... ¿Todos irán a tu habitación, Sohyun? — Preguntó la señora Do con nerviosismo. —Son muchos...

—Sí, mamá. — Añadió.

—Son tres chicos y tres chicas...

—Sí cabemos, mami. — Soh comenzó a empujarnos poco a poco a su chiquero. — No te preocupes.

—Todavía son adolescentes... Las hormon-

—Sí, estaremos bien, mamá. ¡Disfruta tu comida! — Cerró de un portazo.

Todos nos sentamos en el piso en forma circular, como si estuviéramos en una maldita conferencia.

Sohyun comenzó a darme manotazos. —¡Cuéntanos ya! ¿Qué es? — Chilló.

Miré a Jimin. No sé por qué lo hice. Él asintió, como en modo de aprobación, y musitó un "adelante". Así que inicié.

—Mi madre... — Me detuve unos segundos. — Mi madre no está muerta. — Llegué al punto enseguida. Todos abrieron los ojos como platos, pero nadie dijo nada. Tenía que contar la historia entera. — Hala, ¡no sé ni cómo empezar esto! — Reí, por no llorar. Me tapé la cara con las manos. — Mi padre ha tenido un amorío, una "aventura", con una tipa, y creo que no es mucho más mayor que nosotros... Hemos venido a Seúl por ella. Me refiero, mi padre ha dejado preñada a la tipa ésta, y ha querido... “escapar”; se supone que ella no quiso decir nada hasta poco antes de que el bebé naciera...

»Butterfly« [Park Jimin; BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora