Parte 1 -Relato de vida-

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Hum, me siento un poco viejo, pero si tienen ganas de conocer mi historia, mis amigos, les cuento. Cuando pequeñito...no no, mejor cuando...Y sí, ténganme paciencia pasaron unos cuantos años.

Hacía frío, me acuerdo bien aunque era bebé, imagen imborrable en mi cabecita.  

Era un galpón el lugar dónde me encontraba junto a mi madre y a mis 5 hermanitos. Ahí estábamos, todos juntos con mucho frío, abrazándonos entre nosotros y con mamá que nos contenía junto a ella. Además había una estufa vieja llena de carbonilla y astillas de madera, que siempre tenía su fueguito prendido, la cuál nos envolvía con su calorcito. El galpón era enorme, lleno de maderas, ramas, carbonilla, todo lo necesario para que la vieja estufa tuviera siempre su fueguito prendido. El lugar olía a quemado, a humedad, había algo de humo y además, olía a campo a tierra y pastura; eso es estábamos en medio de un hermoso campo con un pequeño rebaño de ovejas, las que de día estaban en el corral y a la tardecita se entraban al galpón de al lado, más chico que el lugar que estábamos con mamá y mis 5 hermanitos.  

Siguen ahí mis amigos, espero que sí...

A decir verdad, éramos muy pequeñitos y todos seguiditos, cómo se imaginarán mamá estaba muy ocupada con todos nosotros y la vieja estufa que nunca se apagaba, gracias a Don Eusebio, un hombre solitario y de campo, que nos dejaba compartir el galpón con él, qué también ahí vivía. 

A pesar de su rudeza, Don Eusebio se encariñó rápidamente con todos y nosotros con él. Era nuestro abuelo, lo adoptamos y él a nosotros también, ya que a nuestro papá casi no pudimos conocerlo. 

Mamá nos contó que un día papá partió con Don Eusebio, como lo hacían todos los días bien temprano, iban al monte en busca de todo lo que sirviera para que la estufa nunca se apagara y tuviera su fueguito prendido, ramas, pasturas secas, etc. 

De regreso al galpón, Don Eusebio se adelantó con las ramas y reforzó el fuego de la vieja estufa. Luego de un rato y al ver que papá no volvía, mamá le pidió a nuestro abuelo que volviera al monte al encuentro de nuestro padre, a lo cuál Don Eusebio no se negó. 

Mamá pobrecita trataba de tranquilizarse y nos abrazaba cada vez más fuerte, hasta que el abuelo, luego de un tiempo volvió sólo sin encontrar a papá, y sin entender que pasó con él, porqué habría desaparecido?.

Don Eusebio y papá eran muy unidos, más que amigos, por eso aquel día, cayendo la noche y con mucha ansiedad, se esperaba la llegada de papá, lo cual no sucedió. 

Al día siguiente...

***

Queridos amigos, es mi primera experiencia aquí en Wattpad y me resulta muy buena. Espero no defraudar a nadie, e ir creciendo en creatividad y en esta etapa de "contar" historias. Bueno, será hasta el próximo capítulo. Gracias, buena vida.

VIDA de REYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora