Había sido un largo año, demasiado largo para el gusto de Komaeda. Lastimosamente, el segundo semestre del primer año escolar se había pasado volando y lo que quedó del año siguiente no le había dejado mucha tranquilidad...
—¡Tengo una maravillosa idea! —había exclamado Yukizome el primer día de clases, segundo año en Hope's Peak—. Veo que todos ustedes necesitan estar más tiempo juntos, ¿qué les parece un viaje escolar?
—Un... ¿viaje escolar? —Komaeda había sido el único que se animó a preguntar.
—¡Eso mismo! ¡Necesitan estrechar lazos! Así que... Este semestre no asistirán a clases, ¡nos la pasaremos de excursión en excursión para que todos puedan hacerse amigos!
—¿Y las clases? —Sonia al menos pareció tan desconcertada como Komaeda.
—Lo más importante es que puedan llevarse bien, todavía les quedará otro semestre y otro año más —Yukizome les había sonreído. Aunque, específicamente, ojeó a Komaeda y a Nanami—. Ya son talentosos de por sí, ¿verdad? En esta academia... quiero que aprendan otros valores también, como lo es la amistad.
—¿A quién le importa ese tipo de cosas? —Saionji bufó. Irónicamente, no se despegaba del lado de Koizumi. Yukizome sólo siguió sonriendo, esta vez dándole una mirada especial a Komaeda.
—Porque, al final, la amistad entre compañeros es lo más importante.
Recordar eso a Komaeda ya no le hacía sentir tan mal. Al fin y al cabo, ya habían vuelto del último viaje que iban a hacer y un gran alivio se le dejaba ver.
Su suerte no causó la cantidad de desastres que él esperaba, afortunadamente, aunque eso no quería decir que cosas malas no hubieran sucedido. Cosas mínimas, incluso que pronto todos olvidarían, pero le hacían recordar que la maldición seguía estando ahí y no se iría.
Y hablando de cosas que no se irían...
—Komaeda-kun, déjame ayudarte con lo que te falta desempacar... —Nanami era una de esas cosas que, de alguna forma, se había instalado a su lado todo ese tiempo, sin importar nada.
—No hay problema, Nanami-san —dijo Komaeda mientras apoyaba su gran valija sobre la cama de su habitación y comenzaba a desempacar—. Aunque no merezco tu ayuda en esto...
—No digas eso —ella infló las mejillas y, a pesar de que le habían negado el favor, continuó con su persistencia—. Si terminamos esto rápido, podremos jugar videojuegos.
—¿Así que eso es lo que quieres hacer? —Komaeda no sabía si debía reír, pero lo hizo de todas formas.
—Además... —Nanami ojeó la habitación mientras le tendía a Komaeda las cosas que tenía que guardar—, ¿qué tal si te muestro una canción para tocar en el piano?
—¿Mostrar?
—Quiero decir, hay muchas canciones de videojuegos que sonarían muy bien en sus versiones de piano...
Komaeda le sonrió. Esa chica no tenía remedio...
A lo largo de los viajes escolares logró estar muy cerca de ella, gran parte porque Yukizome se había encargado ya hacía más de un año en unirlos como "amigos inseparables", cosa que ninguno de los dos había aceptado hasta hacía unos meses.
Y siquiera era absolutamente así, sólo se trataba de soportar la compañía que les habían propuesto en un principio. Nanami logró amigarse de toda su clase, aunque le había costado. Sin embargo, Komaeda había decidido quedarse atrás y, por ende, no relacionarse con nadie más que ella.
ESTÁS LEYENDO
Olvidado [KomaHina]
FanfictionNagito Komaeda sabía que sería el Afortunado Definitivo aquel año, pero quería darle una chance a los exámenes de ingreso al Curso de Reserva. Y valió la pena, conoció a Hajime Hinata allí. Su valiosa amistad le dio esperanza, esperanza de que la ge...