El simple hecho de estar parado ante la entrada de la Academia Hope's Peak hacía que Hinata se sintiera un poco más seguro de sí mismo. Ese siempre había sido su sueño desde niño: el poder asistir a semejante escuela.
Graduarse allí era igual a tener la vida regalada, un futuro brillante asegurado. Sólo los más talentosos eran convocados a ser estudiantes allí, no cualquier tipo de persona. Pero él sí, él estaba ahí. Él era especial...
O tal vez no.
Suspiró resignado, no podía engañarse a sí mismo siquiera. Si se encontraba allí era simplemente porque sus padres habían aceptado pagar la matrícula. Eso no tenía nada de especial. Él era un simple estudiante del Curso de Reserva.
Aunque, por ahora, ni eso.
Faltaba un mes para que las clases comenzaran, pero tenía que asistir a los cursos de preparación para los exámenes de ingreso. Sí, además de pagar una costosa matrícula, el alumno debía pasar unos cinco exámenes antes de ingresar. Porque a pesar de que no fuera nada fácil poder pagar aquella academia, eran muchísimos los que se atrevían a hacerlo. ¿Cómo no? Si "graduarse allí te resolvía la vida", según lo que todos los medios afirmaban. Pero no había tanto espacio, los exámenes existían simplemente para que de los 5000 postulantes sólo ingresaran 2000.
Una tremenda locura el pagar tanto por una inscripción que siquiera te aseguraba el ingreso directo al instituto. Pero eso no haría que Hinata diera un paso hacia atrás, sino todo lo contrario.
A pesar de no tener talento alguno y sentirse bastante inútil por eso, él se había esforzado durante toda la secundaria por estudiar lo suficiente para poder, algún día, entrar a Hope's Peak. Se sentía listo para dar los exámenes, pero los cursos de preparación no estaban de más. De todas formas, sus padres ya habían pagado la costosa matrícula.
Así que allí estaba, frente a la prestigiosa Academia Hope's Peak que tanto había admirado durante toda su vida, preparado para dar el paso adelante y poner todo su esfuerzo a prueba por primera vez después de tantos años. Aunque apenas decidió avanzar...
-Qué mala suerte...
Hinata se dio la vuelta apenas escuchó una voz, la primera que pudo sacarlo de sus pensamientos desde que se hallaba frente a la puerta del instituto. Con una expresión confundida en su rostro, se quedó viendo a un chico de cabellos blancos, quien se encontraba frente a una máquina expendedora. Éste estaba usando el mismo uniforme que él, el de un simple estudiante del Curso de Reserva.
Ya varios futuros estudiantes se iban acumulando en la entrada de la academia, pero Hinata los esquivó a todos mientras seguía observando al albino. En cierto punto, le daba curiosidad. No sabía si era el contexto o si era él, pero había algo que le llamaba la atención.
-Mmm... -mientras, el otro seguía presionando persistentemente los botones de la máquina pero no parecía surtir efecto. Suspirando pesadamente, y para ahogar su curiosidad, Hinata se acercó a él. No solía relacionarse con los demás, jamás había tenido amigos. Pero, simplemente, no podía evitar que le molestara lo persistente que el otro se veía al intentar sacar algo de la pobre máquina expendedora. ¿No era inútil a esas alturas?
-Oye, ¿sucedió algo? -dudando un poco antes de hablar, Hinata se acercó más al otro chico.
-Al parecer la máquina no funciona... Pero bueno, será simple mala suerte, ¿no? -él se volteó a verlo, y le brindó una sonrisa.
Hinata enarcó una ceja, confundido.
¿Cómo es que está tan tranquilo? Esa máquina acaba de comerse su dinero y no recibió nada a cambio...
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Olvidado [KomaHina]
FanfictionNagito Komaeda sabía que sería el Afortunado Definitivo aquel año, pero quería darle una chance a los exámenes de ingreso al Curso de Reserva. Y valió la pena, conoció a Hajime Hinata allí. Su valiosa amistad le dio esperanza, esperanza de que la ge...