El Misterio de una Rosa (Ald x Hiroki)

CAPITULO 46 Juicio.

---Hiroki---

El juez nos pidió sentarnos, las personas comenzaron a llegar hasta que toda la sala se lleno por completo. Ald se sentó en un cubículo donde lo tenían aislado junto con Marcus, mi amado me miro y sonrió al igual que yo hice lo mismo, movió sus labios en forma de un te amo y yo me sonroje ante el gesto.

"Tranquilo pequeño, pronto tu papi estará con nosotros... "acaricie mi vientre.

-Que el acusado se ponga de pie. –comento el juez, Ald se levanto y lo miro a los ojos. -¿Cómo se declara?
-Inocente. –respondió automáticamente.
-Siéntese.

"Damon ¿Dónde estás? Y ¿Por qué Raven no está con Ald y Marcus?"

-Me gustaría que el heredero al trono el príncipe Derek nos contara acerca de lo que ha ocurrido todos estos años que estuvo ausente, -pero primero- ¿Juras decir la verdad y nada más que la verdad?
-Lo juro, -levanto su mano- entonces empezaré a contar todo lo que me hizo mi cruel hermano.

Quería gritarle y decir que es un mentiroso, que es la peor escoria que existe en el mundo, pero Ald me miro casi diciéndome con su mirada que tuviera paciencia, pero hasta estas alturas ya la estoy perdiendo...

-Cuando los tres éramos niños, es decir, William, Ald y yo salimos a pasear ya que siempre hemos sido muy aventureros, -sonrió- recuerdo que ese día jugábamos que iríamos a rescatar una princesa, pero de repente Ald se mostro muy agresivo, comenzó a decir que yo no merecía ser rey de este lugar, empezamos a discutir y William intentaba calmarnos, hasta que de enojo Ald me aventó por el acantilado...

No podía creer los gestos y el tono de voz que utilizaba al contar esas mentiras y más aun que todas las personas murmuraban que Ald era cruel...

"Maldición abran los ojos, los está engañando..."

-Por favor continúe. –comento el Juez.
-Unos señores ya mayores me encontraron y me trataron como su hijo, cuando cumplí los 20 ellos fallecieron, -dijo con fingida tristeza- pase toda mi vida trabajando para mantenerme y salir adelante, hasta hace 4 años...
-¿Qué sucedió?
-Digamos que me encontré con Ald, él me comento que era mi hermano, sinceramente no lo recordaba porque padecía amnesia, pero en cuanto recupere la memoria le dije que quería visitar el reino, pero se negó, me golpeo y me encerró en una casa.
-¿Qué dice a tal acusación príncipe Ald? –pregunto el juez y miro a mi amado.
-Todo es mentira. –dijo seriamente.
-Príncipe Derek, la acusación que hace es muy grave, -lo miro con sospecha el juez- ¿tiene pruebas que respalden su testimonio?
-Las tengo, -comento- Isaías trajo desde la prisión Japón a los hombres que le ayudaron a mi hermano cuando me secuestro, esos hombres me maltrataron y golpearon.

"¿Qué? Esto tiene que ser broma"

El guardia real entro con 3 hombres corpulentos esposados, se dirigieron hasta el juez.

-¿Quiénes son ustedes? –pregunto el juez.
-Nosotros somos aliados del príncipe Ald. –comento uno.
-Eso es mentira. –grito Ald.
-El acusado debe guardar silencio hasta que se le otorgue ese privilegio. –lo regaño.
-Lo siento. –bajo la mirada.
-¿Cómo fueron las cosas?
-El príncipe nos ofreció una gran suma de dinero por torturar a Derek, pero un día nos pidió matarlo pero no tuvimos corazón para hacerlo y lo dejamos ir.
-Gracias por sus palabras, se pueden retirar.
-Están pagando una condena en Japón. –comento Derek.
-Supongo que no hay nadie que atestigüe a favor de Ald.
-ESPEREN, -grite- yo quiero hablar, tengo muchas cosas que decir a favor de Ald, y unas otras en contra de Derek.
-¿Quién es usted? –pregunto el juez.
-Soy Kamijou de Said, soy el esposo de Ald. –comente seriamente y todos en la sala comenzaron a murmurar.

Derek me miro con odio y estoy seguro que si nadie estuviera presente ya me hubiera golpeado.

-Supongo que está bien, sube al estrado. –comento el Juez y me acerque.

---Damon---

Toda la noche Raven se durmió en mis brazos, quería decirle tantas cosas pero decidí no molestarlo por ahora, lo importante es limpiar el nombre del príncipe Ald.

A la mañana siguiente me di cuenta que Raven ya había despertado y estaba sentado en la cama.

-Tenemos que salir pronto de aquí. –comento Raven.
-Lo sé, tranquilo yo conozco esta cabaña como la palma de mi mano.
-¿Enserio? –me miro.
-Así es.

Moví un poco la cama y observe que aun seguía la escotilla.

-Eso es...
-Son pasadizos que nos llevan directamente al palacio, bueno a lo que es el patio.
-Vamos, -camino y lo detuve del brazo- ¿Qué pasa?

Lo tome del mentón y lo bese apasionadamente colocando mis manos en su cintura. Al soltarlo me di cuenta que tenía sus ojos cerrados y un gran sonrojo pro sus mejillas.

-Te amo. –sonreí y lo tome de la mano.
-Baka. –desvió su mirada.
-Definitivamente eres mi Tsundere.

Bajamos por el pasadizo y cerré de nuevo la escotilla.

-Por cierto, -suspiro mientras caminábamos tomados de la mano- he recuperado mi memoria.
-Me alegro tanto. –lo abrace.
-Damon baka suéltame. –gruño.
-Lo siento me emocione. –reí.
-Mejor apúrate.
-Cierto, porque yo tengo las pruebas necesarias en contra de Derek.

---Hiroki---

Les conté a todos en la sala acerca de lo que pasamos Ald y yo cuando vivía William, así como también les conté de nuestra vida juntos.

Luego mire fijamente a Derek y les conté acerca del secuestro que sufrí por su parte.

-YO NO TE SECUESTRE FUE MARCUS. –grito enojado.
-ORDEN. –comento el Juez.

Seguí contando la verdad hasta que mire al juez y el suspiro.

-Creo que he escuchado suficiente, por favor denme unos minutos y les daré mi veredicto. –comento y se encerró en una sala.

Derek camino hacia mí y me tomo del brazo.

-Aunque Ald se salga de esta nadie estará a salvo eso te lo juro. –me apretó el brazo.
-Suéltame. –intente quitarme.
-¿Te has olvidado de quien fue tu hombre todo este tiempo?
-Eres un...
-DEREK SUELTALO, -grito Ald- NO VUELVAS A TOCAR A MI ESPOSO.

Me solté de Derek y camine al lado de mi amado.

-¿Estás bien? –me acaricio mi mejilla.
-Sí. –bese su mano.

Luego de unos minutos llego el juez y todos se pusieron de pie.

-Después de analizar la situación he llegado a una conclusión, el acusado que se ponga de pie, -comento y Ald lo obedeció- príncipe de la rosa roja usted es...