Él era solo una pequeña cría de zorro. Con su colita esponjada de punta blanca y su pelaje era castaño y suave.
Él era solo una simple cría de zorro, que vivía oculto en su madriguera esperando a que mamá y papá volvieran con comida, que se la pasaba acurrucado en una bolita al fondo de su hogar oculto de los predadores.
Él era solo una simple cría, quien había esperado hambriento por mas de tres días en el frio invierno a que volvieran sus papas pero no lo habían hecho, una cría que no pudo resistir mas y su instinto le hizo salir en medio de la tormenta de nieve para buscar algo que comer.
Él solo era una cría de zorro y sabia que probablemente papá y mamá no volverían jamás, ya había pasado mucho tiempo, quizá algún animal los atacó, quizá incluso un cazador los atrapo.
Él era solo una asustada criatura que no sabia que camino seguir y por ello corría sin poder ver en medio de la ventisca.
El piso desaparecio, la nieve cayo, él rodo, un árbol le golpeo y la oscuridad le ataco.
....
Despertó sintiéndose cálido junto a un crepitar constante y calmo, su cuerpo ya no temblaba pero aun se sentía débil y cansado. Al abrir sus ojos vio entonces una fogata cercas de su cuerpo, miro a su alrededor en busca de algo o alguien pero no había nada a la vista, todo estaba oscuro pero cercas de él podia ver las paredes rocosas gracias a la luz del pequeño fogón. Estaba en una cueva y había una fogata, también había un pequeño cuenco con agua cristalina que brillaba anaranjada y roja por la llama. Se movió lentamente cuando sintió un dolor en su patita trasera izquierda. Gimió levemente un llanto silencioso, estaba asustado y solo, le dolía pero tenia sed y a pesar de que no quería moverse se paro en sus tres patas restantes y metió su hocico en el cuenco sacando su lengua para beber agua. La encontró refrescante y revitalizadora, hacia días no bebía nada y tampoco comía, el recuerdo de que sus padres probablemente estaban muertos le hizo volver a tirarse en el suelo y hacerse bolita cubriendo sus patas con su bella y suave cola, justo como solía hacer en su madriguera y se dedico a mirar por la boca de la cueva donde aun podia ver aunque a duras penas, el como el viento blanco no parecía dar tregua en el invierno.
El tiempo transcurrió mientras él observaba por la entrada, tenia miedo de volver a dormir y que algún depredador le encontrara, aunque lo único que deseaba hacer era cerrar sus parpados y despertar en su madriguera donde sus padres estarían a su lado y dormirían cobijándolo del frio. Pero sabia que no seria así, ya mucho tiempo había pasado, sus padres lo mas seguro es que no volverían y quedarse a esperarles significaba la muerte, por ello se había aventurado a salir. Un lamento salió de su garganta, extrañaba a su papa quien le enseño a correr por entre el bosque, a que podia comer y que no, quien le enseñaba cosas como buscar agua o cazar, aunque todas estas enseñanzas eran simples juegos, su papa siempre jugaba con él pretendiendo que ya era un fuerte y ágil zorro en las montañas, tratándolo como si fuera la cría mas valiente de todas, también recordó a su mama, ella se acostaba con el de pequeño esperando a que papa volviera con comida para ambos y mientras le contaba historias, le relataba anécdotas y memorias de como había sido su vida antes de que él naciera, y con su dulce voz era capaz de calmar su pequeño cuerpo hambriento y preocupado por papa. Cada vez que le veía salir temía que no volviera. Recordó con tristeza mientras se acurrucaba aun mas y sollozaba, el como su papa había sido el primero en irse a la caza, pero no había vuelto y después de dos días, mama también se fue en busca de papa y un poco de alimento, le espero por otros tres días después de quedarse solo pero ella tampoco regreso.
El sonido de la piedras siendo aplastadas le hizo ponerse alerta. Se paro sobre sus tres patas aun sanas y erizo su pelaje mientras miraba la figura intrusa entrar por entre la ventisca blanca en dos patas. Gruño mostrando los colmillos, sus padres le habían advertido de las criaturas de dos patas, les habían llamado cazadores y dijeron que eran su peor enemigo por lo que retrocedió al ver al cazador caminar hasta el fogón en la cueva.
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My Little Fox In The Winter Snow ♦ym♦
Hayran KurguDos seres, un encuentro. El amor tiene muchas formas.