Han pasado muchas cosas desde entonces
sobre todo el tiempo.
Aún recuerdo tu sonrisa saliendo de aquel andén
mientras yo te esperaba
como espera el niño un abrazo de su madre después de no haberla visto en meses.
El Retiro nos sonreía
mientras sonaba aquel blues de fondo
y yo te miraba
y te decía
que la vida es eso que pasa
mientras me miras,
que sin precaución alguna
te permitías el lujo
de romperme los esquemas
y de callarme los lemas con tu boca.
Maldita lengua.
Y en aquel silencio compartido
me preguntabas:
- ¿tú me quieres?
y como no lo iba a hacer,
si eras mirada que acuna,
abrazo que cura,
sueño y musa de este idiota.
Que por muy duro que parezca,
mi pecho izquierdo late con más fuerza
que nunca cuando recuerda
que te abandonó entre coches
y semáforos en rojo.
Y lo que a mi me extraña
es que desde entonces
no le tengas pánico a las carreteras.
Te mereces a alguien
que te bese las heridas,
que te limpie las legañas
de tantas noches durmiendo,
que te saque a bailar
y que te enseñe
que la canción hoy no te pisa los pies
porque el ritmo lo llevas tú.
Llueve en el tejado y como un gato,
tiro mis siete vidas por la ventana,
al recordar,
como si la vida
(y el tiempo)
se me fueran en ello.
Quiero alchol,
quiero olvidarte. -me digo.
Cállate memoria,
no me cuentes mi vida. -me repito.
Que no escondo el arma del delito,
y que aún sigo pasando por aquella carretera para buscarte.
Quiéreme.
Me declaro vagabundo audaz
en busca de tus caricias,
en busca de aquello que perdí
porque yo quise.
Que si tuviera que pedirte que vinieras
lo haría con el corazón en la mano
y con mi más sentido bésame.
Porque estoy con un café en la mano para desvelarme a propósito y así poder decirte que te sigo queriendo por mucho que diga Sabina que tardó en aprender a olvidarla 19 días y 500 noches.
Y tú aún no has vuelto.

ESTÁS LEYENDO
Cuando menos lo merezca
PoetryEscribo porque lo siento y porque necesito escribir para sentir