Libres en su jaula

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Somos cuerpos de arena
que insensatos ven como su vida
se traza justo en el sentido opuesto.
Nosotros lo sabemos, pero vivimos en armonía
y el confort de esta zona húmeda nos complace.
Somos todo lo que soñamos
aquello que elegimos ser y aquellos que no hemos obedecido órdenes, leyes, estereotipos, modas y personas correctas.
Porque somos libres,
y porque yo he seguido el camino correcto que trazaban mis pies -aunque heridos-,
y por eso estudié la carrera más cara de todas sin gustarme, me enamoré, me casé con esa chica -porque mis padres decían que era la correcta, ya sabes, buena empleada doméstica y madre para sus hijos- , me compré una casa, me hipotequé, me hice padre, pagué los impuestos al Estado, seguí modas y tendencias, elegí en el supermercado entre un producto y otro y, ahora, estoy andando por la acera.
Somos libres en nuestra jaula, y lo digo convencido y orgulloso, seguidores de esta sociedad que se ha vuelto rutina, y asesina de los más débiles: aquellos que han estudiado o hecho con sus vidas lo que les ha venido en gana, aquellos que están con la persona correcta para ellos, no para sus padres, los que no se han casado ni hipotecado, porque aún no se han comprado una casa en la que criar a sus hijos, porque ni los tienen ni tienen pensado tenerlos, aquellos que miran al Estado con todas las injusticias que sustenta, aquellos que llegan al supermercado y no ha sido un anuncio el que les ha pedido que compren el nuevo detergente Spa azul, (que limpia súper bien, desinfecta todas las bacterias al 99%),
Aquellos que dejan marca en el asfalto, la acera y todas las calles, porque son los únicos que de verdad son lo que quieren ser, los que no han seguido tendencias, modas y estereotipos absurdos. Y yo les tengo envidia. Les tengo envidia porque he creído toda mi vida estar haciendo lo correcto, lo sensato y prudente,
y ahora que me he dado cuenta que en realidad no estaba enamorado de esa chica, (porque le puse los cuernos) y estamos en pleno proceso de divorcio, espero que podamos compartir la custodia de los niños; eso si el juez quiere pasar por alto que ahora mismo esté en el paro,  porque me di cuenta de que ese trabajo era de todo menos lo mío. Sigo pagando la casa que no elegí y voy todos los días a hacer la compra para mí sólo, andando siempre por la acera, pero ahora pisando fuerte, porque no puedo volver atrás y vivir la vida que me hubiera gustado tener. Por eso los envidio, porque son los únicos que de verdad le otorgan valor a la palabra libertad en esta sociedad que nos engaña haciéndonos sentir libres, pero en su jaula.

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⏰ Última actualización: Jun 19, 2021 ⏰

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