33. Serpientes de Mar.

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"La mala suerte no existe. Es algo que nos creemos, una escapatoria. En realidad llamamos infortunio a la conjunción negativa de hechos que no hemos sido capaces de prever."

Chris Amon.

Samuel

Ese maldito se la llevó, no podía creer que la había perdido de vuelta. Caminaba de un lado al otro mientras tiraba un par de mechones de mi cabello. Se había ido hace, aproximadamente, tres horas, y aún no lo podía creer. En ese lapso, había destruido un par de árboles, arbustos y algunas piedras, claramente por accidente.

-¡Basta!- Grité con todas mis fuerzas, asustando solamente a mis amigos. Gracias a Adara, los niños no se despertaron, ya que después de derribar el primer árbol, puso unos campos de fuerza para aislarlos de los sonidos fuertes.

-¿Qué quieres hacer?- Preguntó Bacarra tomándome por los hombros.

-Quiero esos malditos anillos, ella se fue para que no nos atacaran más y me pidió eso. Ese maldito anillo para que podamos estar juntos de una vez por todas.- Dije con rencor, la ira corría por mis venas y aumentaba por cada segundo que ella no estaba a mi lado.

Cuando rompí las reglas, anularon mis poderes de Arcángel. Sólo me quedaron los que posee un ángel normal, al principió no me importó mucho, pero ahora lo único que quería era acabar con ese maldito demonio.

-El eclipse es en una semana, ¿cómo piensas conseguirlos?- Dijo Emma apareciendo detrás de mi amigo, mirándome de una forma triste y desesperanzada.

Me giré en dirección a la bruja que descansaba en los brazos de mi hermano, dar a luz a tres niños la había dejado exhausta y sus poderes no estaban en las mejores condiciones.

-Adara.- Llamé la atención de la bruja que levantó su cabeza en mi dirección, sin embargo, no se movió de su cómoda posición- Necesito mis poderes de vuelta, ¿hay alguna forma de conseguirlos?- Ella asintió con la cabeza y me señaló un libro que estaba sobre la mesa junto con otros, fueron los únicos libros que pudimos sacar de la casa antes de que se quemara.

-Creo haber leído algo de eso en ese libro.- Asentí y lo tomé en mis manos para comenzar a leerlo.

-¿Y bien?- Dijo Nicolas intrigado por lo que había descubierto.

-Dice que tenemos que hacer un ritual, no es tan difícil como parece... Necesitamos un poder angelical para ayudar a los míos a salir a la luz, también se tiene que hacer en una noche de Luna llena para fortalecerlos.- Informé a mis amigos, con una mueca.

¿Y si la próxima Luna llena es el año siguiente?

Pues te jodes, ve preparando la espada, príncipe. Porque tu princesa te necesita hoy.

-Mañana hay Luna llena, tienes que tener cuidado, porque también es cuando despiertan los hombres lobo.- Avisó la bruja antes de irse a ver cómo estaban los niños.

Suspiré sonoramente mientras apoyaba el libro en la mesa, devuelta. Salí unos minutos a fuera, necesitaba pensar otra forma para conseguir esos dichosos anillos, un camino rápido.

-Vuelvo en unos minutos, necesito estar sólo.- Mascullé antes de salir de prisa de la cueva, como alma que lleva el diablo.

En Busca De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora