"En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo."Paulo Coelho.
Paris
Así sellamos nuestro amor, borrando todas las huellas que había dejado el pasado y empezando a disfrutar de un nuevo futuro, apartando todo el sufrimiento para vivir el amor que ambos necesitábamos en nuestras vidas.
***
Al caer la tarde, vinieron los chicos con las cosas necesarias para reconstruir todo lo que habían roto los ángeles, y con el esfuerzo de los siete, logramos terminar para el anochecer todo el piso inferior de la casa.
Agotados gracias al esfuerzo que hicimos, nos dispusimos a ir cada uno a nuestras habitaciones, las cuales dividimos una para cada pareja, dejándole a Adara y Nicolas, el cuarto más grande para que pudieran dormir cómodos, junto a los trillis.
Samuel y yo fuimos a nuestra habitación a bañarnos para dormir cómodamente, la verdad es que reparar todo lo que habían roto nos dejó bastante exhaustos.
Estaba acurrucada entre los brazos de Sam, mientras éste me hacía mimos en el pelo, que poco a poco hacían que se me cerraran los ojos.
-Princesa...- Susurró en mi oído, besando mi sien con ternura, provocando más sueño del que tenía.
-Mmm...-Respondí con pereza, estaba muy cómoda, y no pensaba mover ni un sólo músculo.
-Tengo una sorpresa para ti... Pero mañana la vas a poder ver.- Me abracé más a su cintura para encontrar una posición aún más cómoda.
-¿Me dices qué es?- Murmuré con los ojos cerrados, sentí como su pecho subía y bajaba a causa de una risa contenida.
-No, vas a tener que esperar.- Bufé pero la frustración se desvaneció cuando volvió acariciar mi pelo, haciéndome ronronear de placer. Lentamente fui cayendo en un profundo sueño, uno donde éramos felices.
***
Me desperté repentinamente, gracias a una fuerte arcada que me había atacado de golpe, generando que me levantara corriendo en dirección al baño. Cuando mi estómago se había vaciado completamente, me lavé los dientes, con el sueño nublando mis cinco sentidos. Por accidente, en el momento que me encontraba enjuagando mi boca, mis alas se abrieron por accidente, las cuales tenían un tamaño más pequeño gracias a que Samuel me hizo devolverle sus poderes.
-Hablando de Samuel... No estaba en la cama cuando me desperté...- Reflexioné conmigo misma, mientras que salía del baño, y definitivamente mi Arcángel no se encontraba en la habitación. En su lugar, había una pequeña caja de color azul pastel, con una nota encima.
Sujeté la caja entre mis dedos y agarré el papel para leerlo.
Buenos días, ángelito.
Lamento no haber podido despertar contigo en la mañana, pero tenía que preparar los últimos detalles de tu sorpresa.
Arréglate y ponte lo que hay dentro del paquete.
Con amor, el hermoso y sexy Samuel.
Reí con lo de último que citaba, pero para que mentir, si era la verdad. La curiosidad me ganó y abrí la caja con entusiasmo para ver su contenido. Adentro había un vestido azul pastel y unos zapatos del mismo color, que hacían una hermosas combinación.
Me metí de vuelta al bañar volando, me sequé el pelo y le hice unas pequeñas ondas en las puntas, hice un maquillaje sencillo para que pareciera natural y por último, me puse el vestido que se ajustaba a mi cintura y caía en forma de cascada hasta diez dedos arriba de la rodilla, junto con los zapatos que ahora que los observaba mejor, tenían pequeñas decoraciones en blando, al igual que el vestido.
Samuel nunca dijo donde lo tenía que esperar, por lo que me asomé por la puerta, lugar en que hallé otra notita pegada.
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En Busca De Ti
FantasíaUn extraño chico. Una fiesta normal. Y una chica ordinaria. Una extraña voz en el bosque, puede ser aterrador para algunas personas y signo de demencia para otras, pero para mí era la salvación que buscaba. O eso pensaba hasta que el drama, la trag...