Pareciera que el tiempo pasa cada vez más lento, las manecillas del reloj no avanzan, el tic tac suena desesperante. Por cada golpecito mi corazón se acelera de una manera sobrenatural.
No puedo seguir aquí, siento que me están torturando lento, tan lento que asusta, tan lento que lástima...
Me siento ahogada, aprisionada dentro de mi cuerpo en este preciso instante.
El suave caminar de las enfermeras, llantos de personas, y la inquietante mirada de Toby no ayuda en nada. Puedo ver por de reojo como mira cada movimiento que hago con mi lápiz, como si contará cada vez que hago un deslizado.
Tengo un nudo de nervios y unas lágrimas atascadas en mis ojos. No he podido derrumbarme, no cuando tanta gente la pasa tan mal como yo.
Mi abuela esta sometida en una operación que decide que ocurrirá.
Teniendo mi corazón trizado es peor lo que siento.
—Aledis no puedes seguir aquí—me sobresaltó al escuchar a Toby.
—¿Eso te incumbe?
Aprieto mi libreta a la vez que la cierro.
Entrecierra sus ojos hacía mí, estudiandome—; No actúes a la defensiva.
—¡No lo hago!—chillo desesperada, alza sus cejas—¡Solo deja de intentar comprenderme!
Se levanta hasta mí. Lleva una camisa dentro de su pantalón.
—Pero lo hago, porque te quiero.
Mis ojos arden, lo observó con sorpresa. Al parecer mi reacción no se la esperaba pero al cerrar mis ojos estos de empañan.
Su mano se intenta acercar hasta mí.
—¿Porqué me dices esto ahora? Mi abuela esta peleando por su vida y tu declarando que me quieres—mi voz suena ronca, se lo que pretende. Se que quiere hacer que me olvide de Harry cuando simplemente no puedo—. No lo sigas intentando, eso no cambiará nada.
Se pone de cuclillas frente a mí con una distancia corta.
—¿Qué estoy tratando de hacer, Aledis?
—De que deje de sentir—siseo—, que deje de querer a Harry como lo hago.
La declaración me deja helada y asustada.
“Lo quiero....” siento el cosquilleo de sus labios cuando se posaban en los míos “Lo adoro...” cuando sus manos y brazos me tomaban me hacía sentir segura, me hacían sentir yo.
Sin pensarlo dos veces, al levantarme guardó mis cosas con rapidez y con pasos torpes pero apresurados sigo caminando hasta la puerta hasta salir del hospital.
~*~
Cuando el gran gimnasio esta frente mis ojos respiro con fuerza para no flaquear y arrepentirme de lo que estoy apunto de cometer.
Al entrar al lugar lo hago tan agitada que me gano una mirada de la mujer que hay detrás del mostrador, no me inmutó en lo absoluto y sigo hasta dar con la puerta, la cual donde Harry me trajo la última vez. Cuando la abrí el olor a polvo me invadió por completo, la luz era muy tenue que tuve que entrecerrar los ojos un poco para dar con la sombra de alguien en medio golpeando un saco de boxeo.
Cuando la luz es un poco más clara veo que es él. Me pecho se encoje, mis manos empiezan a sudar y es ahí que caigo en cuenta cuanto lo había extrañado, cuanto ansiaba verlo.
Los músculos de sus brazos se flexionan y tensan en cada golpe dado, su cabello esta más corto pero sus rulos siguen ahí, sus manos están vendadas, y la musculosa gris se apega a su cuerpo dejando ver que ha trabajado más su físico al igual que apreciar sus tantos tatuajes que cubren su piel bronceada. Siento como si años hubieran pasado, se me hace tan diferente...
Harry intentó estar y acercarse hasta mí y yo fui quien puso una barrera la cual lo alejo lo suficiente para que desaparezca de mi vida, hay un punto donde sientes que algo te hace falta y te das cuenta que es esa persona; esa la cual te complementa.
Veo que se detiene para estirar sus dedos. No pierdo tiempo y corro hasta él enredando mis brazos alrededor de su torso, escondo mi rostro en su cuello sin importarme de que este sudado. Parece sorprendido incluso desconcertado, aún así de a poco de relaja y envuelve sus brazos sobre mis hombros y me aprieta.
Tan fuerte para cerciorarse de yo no me vuelva a ir, tan cálido como para nunca escapar.
—Te he necesitado tanto...—susurro.
Es tan increíble todos estos sentimientos que han ido creciendo por él que me asusta, tanto como llegar a amarlo, tanto como para enamorarme. No estaba lista pero aún así sucedió y algo muy dentro de mí me dice que es el correcto.
Todas las cosas buenas tienen sus obstáculos, depende de uno si quieres sobrepasarlos. Yo quiero estar con Harry.
Me separo un poco para poder ver sus ojos verdes tan hermosos como mi memoria los recordaba, tan intensos como para volverme loca. Sus labios en su medida perfecta, carnosos a su manera que al relamerlos se me hace irresistibles no evitar besarlo.
Abre la boca para decir algo pero me opongo para posar mis labios sobre los suyos. Disfruto el contacto levemente para separarme unos centímetros y volver a juntarlos para moverlos lentos y suaves, sabe menta y un poco de café, sabe besar tan bien que quiero cada vez más. Él toma el control para apretarme contra la cintura y yo agarrarme de sus brazos.
Tomo su rostro entre mis manos para cuando el beso se vuelve más intenso y abrumador disfrutando todo del uno y del otro. Su lengua lame mis labios para yo poder entre abrirlos y juntarlos. Un pequeño gruñido desciende de su garganta, los movimientos van cesando lentamente hasta que libera mi labio inferior.
Me una sonrisa ladeada con su hoyuelo en su mejilla que resulta adorable, esa sonrisa que me encanta.
—No sabes cuanto te extrañe—dice apartando mi cabello.
—Lamento hacer que te alejarás de mí —respondo con tristeza—Nunca quise hacerlo, solo es que... estaba asustada, yo no sabía que hacer—digo, sus ojos vacilan con un brillo peculiar—. Harry yo nunca te miraría de esa manera, nunca te echaría de mi vida.
—Aledis...
—¡No! yo te quiero, te quiero tanto que sería incapaz de hacerlo.
Cierra sus ojos. Parece vulnerable antes mis palabras. Acaricio su rostro—; No espero que me digas lo mismo de vuelta, no te preocupes.
—No es eso... solo que ahora yo soy el asustado—una sombra de sonrisa lo alcanza—, quiero lo mejor para ti, pero igual lo mejor para mí. Y lo mejor para mí eres tú. —lame sus labios—No te haré daño, solo quiero intentarlo...
Niego suavemente.
—Harry no prometas algo que ya hiciste. Ya me has echo daño.
—Tratare de repararlo.
—Lo harás, solo necesito tu apoyo. Hay muchas cosas que están mal.
Suspiró recordando a mi abuela.
Me abraza observándome—; Ahora estoy aquí y no me marcharé en un buen tiempo.
Luego de unos momentos hablando me convence de acompañarme hasta el hospital. Sé como irán las cosas desde ahora y tengo que hacerle frente a ello, lo mejor es que tengo ahora al hombre que quiero para que este conmigo, sé igualmente que hay muchas cosas que tengo que saber de Harry pero eso tomará su tiempo.
Cuando salimos, toma mi mano y empezamos a caminar hasta el paradero.
Hay unos minutos de silencio hasta que siento que tira de mí. Me giro a observarlo, esta apoyado en un fierro, con su mamo estirada hacía mí, sus jeans son ajustados junto a unas botas militares con una playera negra holgada, su cabello desordenado le da la pinta de tipo malo. Así se ve frío y temerario.
Aceptó su mano, tira de mí hasta apegarme a él.
—Yo igual te quiero. Lo hago y mucho.
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Ese, el del bus |H.S|
Short StoryElla siempre lo veía sentado en la última fila, todos los días. Él sentía siempre una mirada curiosa de una chiquilla. Ella tenía duda sobre él. Y él... Bueno, odiaba que lo mirará