6. Los días malos se pueden endulzar

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Me levanté como usualmente, un humor malísimo, estaba tan de malas que ni saludé a mi mamá, salí de casa y caminé a la escuela, cuando llegué me dirigí rápido a mi clase y me senté era de esos días en los que quería alejarme de todos y que nadie se me acercara, pero como nadie lee mis pensamientos, varios me hablaban, yo trataba de responder con sí y no, pero la persona más irritante del salón, llamado Pablo, tan solo su presencia me fastidiaba la existencia, el patán del salón del que todos se burlaban y aprovechaban, odiaba su estúpida voz, preferiría escuchar lo que sea excepto su voz, pero el mundo no satisface a todos, y llegó el con su escándalo para llamar la atención, y con su risa molesta me puso de un humor peor.

Empezaron las clases, nada interesante, en mi clase con Manuel, me senté en otro lugar, no quería que me hablara y yo le contestara de mala gana, porque pensaría que estaba enojada con él, a mitad de la clase entró el director y me pidió que lo acompañara a su oficina

- ¿Qué sucede? - pregunté confundida

- Tu mamá está en el hospital - dijo analizando mis expresiones

- ¿Qué le pasó? - pregunté

- Intentó suicidarse de nuevo - dijo y me quedé callada, las lágrimas empezaron a salir

- ¿Puedo irme para estar con ella? - pregunté

- Si, ve con cuidado, y mándale mis saludos

- Claro - dije y salí del salón, guardé algunas de mis cosas en mi casillero y Manuel estaba parado en el pasillo

- ¿Qué pasa? - preguntó, en mis ojos ya había un par de lágrimas

- Mi mamá intentó suicidarse... otra vez

- Lo lamento mucho - dijo - Estoy para lo que necesites

- Gracias, debo ir a verla

- Yo te acompaño - dijo

- Gracias, pero no sé en que estado está, y no quisiera que perdieras tus clases

- No es problemas, yo te puedo acompañara - dijo, mi mal humor había pasado a ser tristeza en un instante, así que accedí

Caminamos en silencio, y agradecía que el no hubiera hablado en todo el camino tenía muchas cosas en mi mente, mi mamá no podía hacerme esto, no podía creer lo egoísta que era al dejarme sola aquí, llegamos al hospital y Manuel se sentó en la sala de espera, me llevaron a la habitación de mi mamá, estaba dormida, las pastillas le hicieron mucho daño, dijeron los doctores que casi no se salva, le hicieron un lavado pero aún no despertaba, la tenían con respiración artificial, prácticamente estaba viva gracias a las máquinas, estaba en el trabajo, y se tomó las pastillas, se acostó en el sillón de la sala de espera de su oficina y cuando vieron que empezó a retorcerse llamaron una ambulancia, salí del cuarto y fui a la sala de espera y me senté junto a Manuel

- ¿Cómo está? - preguntó

- Viva

- Eso lo sé

- Le hicieron un lavado, no puedo creer que me haga esto, si no se hubieran dado cuenta, hoy sería huérfana, ella estaba dispuesta a abandonarme

- Debe ser duro para ella

- Si, pero ¿como vives sabiendo que tu presencia no es suficiente para que alguien viva? - dije y el se quedó callado

- ¿Por qué no vamos a comer algo? Así te despejas de todo esto

- Supongo que es buena idea

Caminamos a un jardín muy bonito que estaba cerca del hospital, vendían comida y había bancas, compramos unas hamburguesas y nos sentamos en una banca a comer, nos la pasamos riendo todo el rato, a el se le salió el refresco de la nariz y casi se ahoga, lo que hizo que me riera hasta el llanto

- Te ves muy bien cuando sonríes - dijo y me sonrojé

- Gracias - dije y se quedó mirándome

- ¿Ya te sientes mejor?

- Un poco, aunque quisiera volver al hospital para acompañar a mi mamá

- Claro, puedo acompañarte y ya de ahí me voy a casa

- Si, gracias - dije, el se paró y fue a un puesto, compró algo pero no vi que era porque al instante lo guardó en su mochila, íbamos caminando y en eso sacó algo de su mochila y empezó a mojarme con una botella de agua, a la que le había hecho un orificio, yo corrí para librarme del agua, pero obviamente el era más rápido que yo, me atrapó y tropecé con las cintas de mis tenis, y como el estaba prácticamente colgado de mi, también se calló, estaba encima de mí, estábamos más cerca de lo que alguna vez estuvimos, me veía los ojos, y por primera vez, mirar a alguien a los ojos no me pareció incómodo, y es que era yo, era la chica que siempre desviaba la vista, porque la mirada es tan profunda que te envuelve inesperadamente, pensé que me iba a besar, porque cerró los ojos, estaba preparada para ese beso, el beso con el que había soñado siempre, a mi mente llegaban tantos pensamientos, imaginaba un futuro con él, pero entonces sucedió, se puso de pie y carraspeó, se colgó la mochila en la espalda y me ayudó a levantarme, estaba confundida, aún no daba crédito de lo que había pasado, me puse de pie, y seguí caminando, nadie dijo nada y cuando llegamos al hospital el dijo adiós, pero no hubo respuesta de mi parte.

Me sentía muy aturdida, no sabía muy bien que sentir, porque no entendía la situación, pudimos habernos besado, pero no pasó, porque se apartó, pero entonces la realidad me golpeó y apareció con el nombre "Naomi" por todos lados, a el le gustaba Naomi, y eso no podía cambiarlo, pero en mi se mantenía la esperanza de que el se olvidara de ella y me besara, pero no sucedió, entonces me obligué a olvidarlo y aceptar que las cosas no siempre se iban a moldear a mi gusto y placer.

En cuanto mi madre, ya estaba mucho mejor, los doctores dijeron que ya podrían darla de alta, pero que consideran que necesitaba ayuda psiquiátrica, sugirieron una institución clínica, y yo sabía que era bueno para ella, las enfermeras dijeron que mejoraría, que solo bastaban unos meses, llamé a mis tías y fueron enseguida, firmaron unos documentos y dieron de alta a mi mamá, hablé con ella.

- Mamá, los doctores dijeron que debías ir a una institución clínica, vas a recibir la mejor atención

- Yo no estoy loca hija

- No es por eso que debes estar ahí, intentaste suicidarte, solo quieren ayudarte para mejorar

- Estoy bien - dijo - además, ¿Quién te va a cuidar?

- Mi tía, ella dijo que podía vivir con ella hasta que tu mejores

-¿Cuanto tiempo tengo que estar en esa institución?

- Dijeron que unos 6 meses, pero todo depende de como colabores tu

- Lo haré porque quiero estar bien, porque se que esta vida no es la que pedimos, pero es la que nos tocó y debo dar todo de mi para cuidarte y que hagas todo lo que quieras - dijo y yo solo me quedé callada

Después de hablar con ella la subimos al auto y la llevamos a la institución, donde ya la estaba esperando los doctores, me despedí de ella, y se la llevaron a su habitación, subimos al auto y todo el camino estuve callada, y agradecí a mi tía que no me haya hecho preguntas, tenía tantas cosas en la cabeza, aún seguí sintiéndome mal por lo del casi beso, el intento de suicidio de mi mamá y el que la hayan internado en un manicomio, mi tía me llevó a mi casa para recoger algo de ropa para irme a quedar a su casa, dijo que luego podría venir por todas mis cosas, porque era tarde y yo estaba cansada, cuando recogí algo de ropa, fuimos a su casa, lo que agradezco es que mi tía Elena no tiene hijos, entonces a ella le gusta mucho tenerme con ella, y estar en su casa me haría bien para vivir todo esto que está pasando.


Bajo el cielo hay otras locurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora