"el lugar era frío y con olor a antiséptico, después de un rato entró una enfermera y me dijo que mi madre se estaba preparando, que vendría en unos momentos, yo le agradecí y seguí sentada esperando, no había nada en esa sala, todo era blanco y arriba de mi había una lámpara de luz blanca, después de unos minutos esperando, se escucharon unas voces, y después se escucho el cerrojo de la puerta, y ahí estaba ella..."
Se veía tan vieja, su cara estaba demacrada, y el brillo de sus ojos se había apagado, ya no era la mujer que me había criado, parecía que le habían sacado el alma, y habían dejado su cuerpo, se sentó en la silla frente a mi y la enfermera cerró la puerta al salir
- Hola mamá - dije con voz suave, me indicaron que no podía tocarla a menos que ella me lo permitiera
- Hola - dijo ella con una voz áspera, como si fuera la primera vez que habla en años
-¿cómo estás? - pregunté
- Bien, aquí me tratan bien - respondió, su cuerpo estaba en la sala, pero parecía que ella estaba en otro mundo
- Que bueno - respondí y después hubo una pausa incómoda, no sabía que decirle, y ella no estaba consciente de con quien estaba, o al menos eso parecía, después de un rato de silencio entró una enfermera
- Tenemos que llevárnosla, el tiempo de visita terminó - dijo la enfermera dirigiendose a mi
- Está bien - dije y volteé a ver a mamá - Adiós mamá te quiero
No recibí respuesta, ella salió de la habitación y yo me quedé ahí sentada un rato, analizando a la mujer que acababa de ver. No parecía mi mamá, parecía alguien más, y me daba miedo pensar que a quien había tenido sentada frente a mi hacía unos minutos, ya no fuera mi madre nunca más, que dejara de tener su esencia y que se convirtiera solo en un recuerdo más, a juzgar por su aspecto, supuse que ella no saldría en el tiempo que me habían dicho, ella tardaría más, y no sabía si eso era bueno o malo, no sabía como sentirme al respecto, ni como se sentía mi madre. Después de unos minutos, una enfermera entró a la habitación y yo solo la observé.
- Tu tía está lista para verte - dijo con ternura y paciencia.
Yo no dije nada, solo me levanté de la silla, y salí de la sala, caminé por un corredor largo, todo olía a antiséptico y se sentía la frialdad, era un lugar sin vida ni color. Caminaba lentamente detrás de la enfermera, hasta que llegué al recibidor principal, mi tía estaba hablando con un doctor, ella parecía preocupada, y cuando me reuní con ellos, ella me tomó de la mano, mostrándome su apoyo, o sosteniéndome para que yo no me derrumbara, el doctor me vió a los ojos.
- Valentina, hay algo que tienes que saber - dijo y guardó silencio esperando una respuesta de mi parte, pero yo solo guardé silencio - El estado de tu madre es aún más grave de los que creímos, a juzgar por su conducta, el diagnóstico inmediato fue depresión, pero después de analizar su comportamiento diario, llegamos a un diagnóstico diferente
- ¿Qué diagnóstico? - pregunté, mi voz se quebró un poco y tenía miedo de la respuesta
- Tu madre padece un trastorno psicótico - dijo calmadamente analizando mi expresión
- ¿Y qué es eso? - pregunté
- Es un trastorno en el que las personas pierden su contacto con la realidad, tienen alucinaciones y frecuentemente sucede después de un estrés postraumático - dijo el doctor y yo solo permanecía callada - hay una serie de sesiones a las que tienes que asistir, para enlazar su comportamiento con la historia y la relación que tiene contigo
- ¿Ósea que ahora yo tengo que venir aquí? - pregunté sorprendida
- No, no es necesario, yo tengo un consultorio en el centro de la ciudad, tienes que asistir a 5 sesiones, eso también te ayudará a ti para asimilar todo lo que te está pasando
- Está bien - dije, porque no me quedaba más remedio, el doctor siguió hablando con mi tía y yo solo me quedé ahí parada, con la mirada perdida, tenía muchos sentimientos encontrados respecto a la situación en la que me encontraba.
Mi tía se despidió del doctor y yo solo le sonreí, caminamos a la salida y después subimos a su auto, cerré los ojos con fuerza para evitar que las lágrimas salieran de mis ojos. Me sentía muy miserable, no era justo nada de lo que me estaba pasando, desde que perdí a mi padre, todo había sido cuesta abajo, y me sentía completamente sola.
- Todo estará bien Val - dijo mi tía sosteniendo mi mano
- Lo sé - respondí con una sonrisa que pareció más una mueca
No dijo nada más y siguió conduciendo, yo no quería pensar en nada, ni nadie, solo quería llegar a casa y dormir. Cuando íbamos en camino, mi tía pasó a comprar víveres a un supermercado pequeño que estaba cerca de su casa, ahí empecé a ver unas revistas y una señora se me quedó viendo un rato, yo le sostuve la mirada y nos mantuvimos así unos minutos hasta que me sonrió y se fue, se me hizo rara la forma en la que me miraba, como si me conociera o si supiera quien soy, pero yo nunca la había visto en mi vida, de todos modos yo no le tomé importancia.
Llegamos a casa y yo me fui directo a mi cuarto, abrí la llave de la bañera y puse un poco de esencias aromáticas y burbujas, encendí unas velas y me metí en la bañera, traté de relajarme un poco y dejar de pensar en mis padres, empecé a imaginarme en el futuro, con una vida exitosa y feliz, tendría muchos hijos y una casa grande. Casi pude sentirme feliz por esa vida imaginaria que estaba creando, y eso me hizo sentirme un poco mejor.
Salí de la bañera y me vestí, puse algo de música y me puse a pintar un poco, tenía un par de obras sin terminar y estaba inspirada, eso me ayudaba mucho a sentirme mejor, a veces un anciano del vecindario me compraba los cuadros por una cifra muy generosa, y eso me ayudaba a comprarme libros, material nuevo, y cualquier cosa que se me antojara.
La puerta sonó sacándome de mis pensamientos
- Adelante - dije
- Hola - dijo mi tía - ¿Puedo pasar?
- Si
- ¿Cómo te sientes?
- No lo sé - contesté
- Esto te hará bien - dijo - Podrás hablar con alguien que te ayude a ordenar tus pensamientos
- Supongo que tienes razón, pero no sé si estoy preparada para hablar de todo, siempre lo oculté y nadie me lo preguntó porque mi mamá era la de los problemas
- Supongo que no nos enfocamos en ti - dijo mi tía con un tono de culpa
- No los culpo - dije - siempre fui la más fuerte de las dos
- En eso tienes razón - me dio un beso en la frente - a dormir señorita, mañana tienes clases
- Hasta mañana
- Te quiero
- Y yo a ti
Me quedé acostada viendo el techo hasta que me quedé dormida.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Oficialmente estoy de regreso, lo prometo, la vida adulta no es muy fácil pero intentaré ser lo más constante posible
xx
ESTÁS LEYENDO
Bajo el cielo hay otras locuras
Romantik¿Qué pasa cuando aquello que tanto deseabas se convierte en aquello que tanto necesitas? ¿Y si lo que quieres y lo que necesitas no es lo mismo? ¿Qué pasa cuando hay dos personas enamoradas, pero tres involucradas?