8. Solo debe haber amor en el corazón

551 63 39
                                    

-Prometame que no se irá nunca más.
Ernesto Sabato,

El túnel.

En sueño, veía como a su Alec lo habían atrapado, encerrado y torturado. Podía escucharlo gritar y aunque intentara llegar hasta él, no podía.
Magnus despertó agitado, el sudor corriendo por su frente y la respiración agitada. Podía ser verdad aquellas visiones? Y de ser así, como pudo verlas?
-Papi- dijo una adormilada voz.
-Raphael?- preguntó Magnus- Que pasa?

El niño fue caminando hacia su padre brujo y sentó sobre su regazo. Magnus acunó a su pequeño hijo.
-Me despertaste- dijo Rapha- Tuviste un sueño feo?
-Algo así- respondió Magnus.
-Cuando volverá papá?
-Pronto, te lo prometo.

Magnus acostó a Raphael en su cama y le cantó una nana para ayudarlo a que se volviera a dormir. El brujo miró a sus dos pequeños. Los niños de él y Alec.
Se puso unas botas, un par de pantalones de viaje y una camisa.  Antes de salir, besó a sus pequeños y se dirigió a la carpa de Catarina.
Su amiga lo atendió no muy contenta por haberla despertado, pero sabía que tenía que ser una razón muy importante la que había traído a Magnus a altas horas de la noche.
-Siento que Alec está en problemas- soltó Magnus.
-Que clase de problemas?-preguntó Catarina.
-Muy terribles.

Magnus le había contado a su amiga sobre el sueño que había tenido. La bruja había estado callada durante todo el rato, escuchando con atención.
-Esto es muy serio, Magnus.
-Lo sé, es mi esposo el que está siendo torturado.
-El no dirá nada- Catarina abrasaba a Magnus para poder tranquilizarlo- Es fuerte.
-Eso me preocupa y me alivia al mismo tiempo- una lágrima cayó del rostro de Magnus- Voy a buscarlo.
-Y sabes donde empezar?
-Iré a obtener respuestas de los que lo encerraron y lo sacaré del infierno. No voy a dejarlo, Cat.
-Lo sé.
Ambos amigos se dieron un abrazo de despedida. Catarina le había prometido que cuidaría a los chicos mientras no esté.

Magnus se paró enfrente de la barrera y usó un hechizo para abrir una pequeña fisura, logrando salir por ella. Luego, la barrera volvió a la normalidad.
Dio un largo suspiro y se internó en el interior del bosque.
Durante el camino que llevaba al final de bosque, sintió que alguien lo seguía. Se dio la vuelta.
-Sé que eres tu- dijo Magnus.
Sin hacer ruido, el ciervo salió  de unos árboles.
-Vas a buscarlo- dijo en su mente.
-No pienso dejarlo.
-Es peligroso, te lo advierto.
-Para ser valiente, solo debe haber amor en el corazón. Eso me lo enseñó Alec.
-Entonces iré contigo.
-Por qué?
-Lo protegí desde que era un niño y me prometí a mismo que no permitiría que lo lastimaran.
-A que va el interés?
-Es complicado, Alec se ha conectado con este bosque como ningún humano lo ha hecho antes.

Brujo y ciervo salieron de los límites del bosque. Magnus tuvo que usar un glamour en sus ojos de gatos, ahora eran de un color marrón avellana.
En cuanto al ciervo, este había usado un glamour aún más potente. Tenía la forma de un niño pequeño de cabello negro y ojos grises.
-Si estamos en el exterior, como deberé llamarte?
-Llámame...Max.
-Pero mi hijo es Max.
-Entonces yo soy otro Max. Me gusta mucho el nombre.

Esa Magia Entre Nosotros (Malec AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora