conclusiones

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- Esto sí es nuevo...

Si había una cosa que Yoongi odiara más que todo en el mundo (más que las personas pesadas, más que la falta de ambrosia en su heladera, más que los moquitos –sí, porque esos hijos de puta también existían en el infierno-) era que lo despertaran de un sueño placentero. Al tener la cantidad de poder que él tenía, no era difícil mandar a alguien más a hacer los trabajos que le correspondían, lo que le daba más tiempo de hacer lo que más le gustaba: dormir. ¿Quién osaba a despertarlo de ese sueño maravilloso que estaba teniendo?

- Esto lo más tierno que he visto en mucho tiempo – snap. Una fotografía.

Ah, ¿Quién más que Jin podía ser?

- ¿Sabías que eres lo más molesto que existe?

Jin ignoró su comentario y volvió a sacar una foto.

- Dí lo que quieras, pero no puedo obviar el hecho de que estas durmiendo abrazado a Jimin.

A juzgar por el calor que desprendía lo que sea que estuviera entre sus brazos, Yoongi pudo deducir que, en efecto, había algo durmiendo con él. "Algo" como Jimin. Aún con sus ojos cerrados podía sentir el aura a la cual ya se había acostumbrado y, mientras que estar durmiendo abrazado a él sí era un hecho, esto no lo molestaba como antes lo habría hecho.

- ¿Solo viniste a despertarme?

- Mm, no – respondió Seokjin, guardando su celular – Vine por el llamado desesperado de cierto anticristo que me dijo que Jungkookie se alimentó de su alma gemela.

- No fue desesperado – comentó Yoongi pero sin ponerle ningún sentimiento de enojo.

- Ehm... Te puedo asegurar que sí lo fue – replicó Jin, acercándose a la pareja y colocando su mano sobre la frente de Jimin. – Sigue teniendo fiebre, ¿tomó alguna medicina?

- No que yo sepa – el peligris se incorporó en la cama y refregó su ojo derecho. Al sentir cómo se alejaban de él, Jimin emitió un pequeño sonido de disconformidad, moviéndose e intentando pegarse nuevamente al cuerpo calentito de Yoongi. Una nueva sonrisa se extendió por el rostro de Jin, cosa que Yoongi se dedicó rápidamente a borrar:

- Si dices un solo comentario más, voy a matarte.

- De alguna manera, y con el paso del tiempo, tus amenazas ya no tienen ningún efecto en mí – dijo Jin como el pasar, mientras se dirigía al último cajón del ropero de Jimin. Lo abrió y sacó un frasco lleno de pastillas de distintos colores. Tras leer cuidadosamente las etiquetas, tomó un par y volvió al lado de la cama – Hazte útil y ve a buscar agua, ¿quieres?

- ¿Quién te crees que soy? – pero aunque Yoongi se quejara, ya ambos sabían que lo iba a hacer igual.

Mientras tanto, Jin sacudió suavemente el hombro de Jimin.

- Jiminie, debes despertar y tomar esto. Te ayudará a bajar la fiebre... Espera, ¿cuándo fue la última vez que comiste?

El pelinaranja suspiró y negó con la cabeza. Recién despertaba y Jin ya estaba haciéndole preguntas, él sabía que odiaba eso. Y ni siquiera recordaba la última vez que había comido.

El demonio mordió su labio inferior y pensó por unos momentos. Podría ir a hacerle algo rápido para comer pero dudaba que Jimin lo quisiera. No entendía muy bien las enfermedades humanas, los demonios no se enfermaban con facilidad, pero siempre que Namjoon caía enfermo no quería comer nada ni moverse de la cama. Seguramente con Jimin sería lo mismo.

Yoongi colocó un vaso de agua en la mesita de luz y volvió a sentarse en la cama.

- ¿Y? ¿Puedes hacer algo?

Mírame hacer cosas peoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora