su manera de preocuparse

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- Basta.

- Solo una vez más.

- No, basta. Deja de dar tantas vueltas, me mareas

- Nadie te pidió que estés aquí.

- Has estado bailando esa canción por media hora, me aburriste.

- Nadie te pidió que estés aquiiiiiiiiiiii

- Solo míralos – murmuró Jin, acercándose un poco a su novio. Este levantó la mirada de su libro de texto y observó la pareja que se encontraba con ellos en su departamento – Ya están teniendo discusiones de pareja.

- ¿Quién está teniendo discusiones de pareja? – la voz enojada de Yoongi resonó por la habitación, haciendo que ambos se sobresalten. Jimin, en cambio, solo negó con la cabeza, revoleó sus ojos y se giró para volver a poner la canción que estaba practicando. - ¿Por qué sigues bailando siempre lo mismo?

- Ya te dije – respondió Jimin, dejando su celular al lado de Namjoon – Tengo un seminario de danza libre, ya estaba acordado desde antes del terremoto. Y como van a traer mentores de otros lugares, decidieron cambiar el lugar y hacerlo igual. No puedo ir con nada en las manos, ¿mira si me piden que muestre algo?

- Les muestras tus abdominales y ya está – contestó Yoongi, sacando otra papa frita del paquete y llevándosela a la boca.

- Y después dices que no son pareja – replicó Namjoon desde su lugar en el otro sillón. A su lado, Jin sonrió con confidencia.

La canción volvió a sonar en el celular de Jimin y el chico comenzó con la coreografía. Hacía días que estaba preparando el baile. El mareo y los dolores del terremoto ya habían abandonado su cuerpo y debía ponerse en acción antes de perder el toque. Había pasado casi media semana en cama y no iba a perder más tiempo. El seminario que tenía la semana que viene era uno de los más importantes dentro de su carrera y no iba a dejar que nada lo arruinara: ni un terremoto ni las constantes quejas de Yoongi por estar aburrido de la canción. Cuando ésta llegó al final, Jimin respiró hondo y estiró sus brazos. Que agradable era volver a sentir el suave dolor que le causaba la práctica. Su alma gemela lo seguía con la mirada fija en él. Al soltar el aire, Jimin le sonrió a Namjoon, quien ya tenía su celular en la mano, con el dedo sobre el botón de play:

- Una vez más.

- Claro que no – dijo Yoongi desde su lugar, y el celular de Jimin se apagó. Namjoon lo miró con las cejas levantadas.

- Que raro, si vi que tenía bastante batería...

Mientras, tanto Jimin como Jin clavaban dagas con la mirada en Yoongi, quien se hacía el desinteresado comiendo sus papas. El pelirojo suspiró y tomó su celular de las manos de Namjoon, sonriéndole para tranquilizarlo:

- Ha estado haciendo esto desde hace unos días, tal vez fueron los golpes del terremoto... capaz tenga que comprarme otro.

El chico asintió con la cabeza y volvió a su libro. Jimin intentó prender su celular pero no había caso. Volvió a mirar a Yoongi y este le sonrió de lado, altanero, feliz de haber callado la canción que ya había escuchado 20 veces.

- Que lástima, se terminó la música – se burló en falsa voz de pena.

- Sí, que lástima – replicó irónicamente el chico. Tomó una toalla y secó su sudor. – Si te molestaba, te podrías haber ido hace un buen rato. Aquí no estás haciendo nada productivo.

- Seokjin tampoco está haciendo nada productivo.

El mencionado simplemente frunció sus labios:

Mírame hacer cosas peoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora