Capítulo 6

13 8 4
                                    

Ya había acabado mi turnoy mi casa estaba sola.

Obviamente me di una ducha larga y fría, necesitaba relajar los músculos y aclarar mi mente. El timbre del apartamento sonó, ¿quién podría ser a estas horas? Salí de la ducha, empapada,me enrollé en una toalla y me encaminé al telefonillo del portero.

- ¿Si? -hablé.

Correo para la señorita Walken, Samantha -fruncí el ceño y simplemente asentí diciendole el piso, 1°C.

Me giré para ir a la habitación a por algo de ropa, pero antez de cruzar la puerta, el timbre de la puerta principal del apartamento sonó. Muerta de vergüenza me volví a girar y abrí, agarrando fuerte la toalla.

- Debe de firmar aquí -dijo señalando un hueco en el papel pero, su mirada recorrió mi cuerpo entero, y yo simplemente me sonrojé más de lo que ya estaba.

Tomé el boli, firmé, tomé el paquete y cerré al cartero en toda la cara. Solté la caja en una mesa y me senté en una silla justo enfrente.

La abrí y me quedé totalmente blanca, temblando y con los ojos llorosos.

- Que narices... -me tapé con las manos la boca y ahogué un grito de horror.

El olor que desprendía aquella caja era nauseabundo. Eran dos ojos. Intenté no vomitar pero entre la sangre, el olor y los gusanos entrando y saliendo de los ojos fue inevitable.

Al tirar la caja al suelo una pequeña nota salió. Rodeé la caja sin mirar aquel horror. Agarré la nota, la cual olía a muertos.

"Querida Sam, no todos los ojos pueden ver igual. Tu sabes bien que es lo que deseo. Andate con ojo porque re estaré vigilando.

-K"

No entendía nada de esta mierda de hroma. ¿Quién es K? Cogí unas tenazas para agarrar la caja y turarla junto con la nota a la basura.

El resto del día lo pasé encerrada en mi casa. Intenté que aquello no me comiese la cabeza, pero no fue así. Bajé cada persiana, me sentía realmente observada.

Me quedé en mi habitación durante todo el día, no salí a comer puesto que si lo hacía o incluso pensaba en ello, en mi mente venía la imagen tan horrible de esta mañana y me entraban ganas de potar.

Aún recordaba aquella nota escrita por el tal K, pensaba que era una broma, pero enviarme aquellos ojos era bastante serio y macabro.

Me llamaron por teléfono demasiadas veces, pero no salí de mi habitación para saber quién era, las llamadas continuaban y entonces al ser tan insistentes, acabé saliendo de mi cueva y cogí el teléfono.

~*~*~*~*~*~

Las creadoras hemos decidido que el día que se subirá capítulo una vez por semana, los Jueves.

Así que, como somos cumplidoras, aquí tenéis 💜

Si has llegado hasta aquí comenta: Los ojos eran de plásticos.

¡¡Y no os olvidéis de seguirnos!!

Mil ojos sobre ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora