Capítulo 4

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•KENDALL PÁEZ•
Tras un duro día de clases intensivas y sin descanso alguno, camino por los pasillos del instituto dirigiéndome a la salida. Veo al joven de esta mañana apoyado en su moto y dando una calada a su cigarro. Decido evitarle avanzando aún más rápido y me sujetan la mano.

-¿Qué sucede ahora? -digo borde

Veo cómo el mismo cansino de cada mañana vuelve a marearme insistiendo que quede con él.

-Algún día te soltaré un guantazo, a ver si dejas de insistirme ya -digo seria

-Pégame, insúltame, o incluso ignórame pero no dejaré de insistir hasta que caigas a mis pies -dice seguro

-Eres imbécil -respondo tajante

Me giro caminando aún más rápido y vuelve a sujetar mi mano.

-¡Que te olvides de mí! -grito desesperada

-Me encantan las difíciles

Apreto mis puños de la impotencia y me marcho rápidamente evitando perder los nervios. Llego a casa dando un portazo y mi padre frunce el ceño.

-¿Qué ha ocurrido? -pregunta confuso

-El mismo pesado de siempre papá -suspiro- no me deja en paz ni un sólo día

-No te dejes envaucar pequeña, quiere llevarte a la cama

-Lo sé, lo hace con todas -reflexiono

-No merece la pena -dice acariciando mi mejilla- ¿sabes? Me recuerdas a tu madre -dice nostálgico

-Mamá es pasado, me abandonó dejándome a tu cargo, para mí esa mujer no es nadie relevante

-Tienes su carácter -responde pacientemente

-Sí, pero gracias a ella estoy maldita -murmuro yéndome

Subo a mi habitación y salgo a la terraza para observar el océano que tanto me apasiona y donde cada noche me sumerjo transformada en un ser monstruoso.

-Siempre formaré parte de él -susurro suspirando

Espejismo. [Daniel Oviedo] #PGP2017 #LDAW2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora