Capítulo 31

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•KENDALL PÁEZ•
Daniel me acompaña a la orilla. Mis ojos claros están totalmente rojos e hinchados y suspiro al ver el agua bañar mis tobillos.

«Llegó la hora de conocer la verdad.»

Mi transformación llega a su fin y mi gran cola deleitan sus ojos color café.

-¿Estás segura de que no quieres que te acompañe? -me pregunta preocupado

-Estoy segura -respondo tajante- este es un asunto entre ella y yo

-Ten cuidado -susurra sobre mis labios

-Lo tendré -sonrío levemente

Finalmente le beso y me sumerjo en las profundidades del Océano Pacífico. Voy en dirección a esa cueva y al llegar la encuentro sentada sobre una roca haciendo figuras extrañas en la escasa arena del rocoso suelo.

-Sabía que vendrías -articula al verme aparecer

-¿L...lo sabías? -tartamudeo nerviosa

Asiente mientras me observa y me indica que también sabe que le he confesado a mi padre toda la verdad.

«¿Es ella de verdad?».

-¿Quién eres y por qué sabes tanto de mí? -ella comienza a reír

-Eres como yo, el instinto te ha traído aquí -aclara entre dientes

-¿Por qué no fijas tu mirada en mis ojos? -pregunto de sopetón

-Porque tengo miedo de que descubras quién soy realmente -articula mirando el agua

-Quizás ya sé que eres mi madre -musito

-¿T..tu madre? -tartamudea- no cielo, no soy tu madre -dice nerviosa

-Sí lo eres, mi padre me ha contado que eras una sirena, según él estabas loca, te encantaban las cuevas, y un día desapareciste sin dejar rastro -digo conteniendo las lágrimas- me abandonaste, me dejaste sola y crecí sin la figura de mi madre, nunca supe de ti, papá no me contó que había sucedido para que decidieras irte, hasta hoy -susurro

-No es lo que crees -dice acercándose

-Entonces, ¿qué es? -grito

Su mirada se encuentra con la mía.

«Al fin».

Acaricia mi mejilla y nado hacia detrás. Se sienta con las piernas sumergidas en el agua y aparece su cola. Una larga cola escamosa y brillante como la mía.

-Nunca quise volver por miedo -susurra finalmente- tu padre quería llevarme a un psiquiatra e ingresarse en un hospital para locos, según él pero no estoy loca, y tú tampoco

-¿Por qué me maldeciste? ¿Por qué tengo que ser como tú? -grito sollozando

Espejismo. [Daniel Oviedo] #PGP2017 #LDAW2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora