Capítulo 26

495 43 2
                                    

•KENDALL PÁEZ•
Observamos detenidamente a esa mujer que tiene los ojos inyectados en furia como consecuencia de nuestra presencia en esta cueva.

-¿Quiénes sois y qué hacéis en mi cueva? -pregunta amenazante

-¿Vive aquí? -pregunto tragando saliva

-Sí, y tú has interrumpido mi descanso por segunda vez -advierte

-N..no quería -digo asustada

-¡Váyanse! -grita

-No nos iremos a ningún lado hasta que nos diga quién es usted -articula Daniel con valentía

La mujer camina hacia atrás y observa el agua. Comienza a moverse cada vez más y más deprisa. Mi cola roza con algo bastante rígido y me aferro a Daniel con temor.

-Tranquila reina -susurra mirándome

Asiento y el agua comienza a ascender. Le agarro la mano con fuerza y tiro de él hacia el fondo para intentar escapar.

-¡La curiosidad mató al gato! -ríe descontroladamente

Observo a Daniel por debajo del agua y sus ojos comienzan a cerrarse. Le agarro y procuro llevarlo a la superficie para que respire.

Observo a esa mujer mirándola fijamente a los ojos y el odio aumenta en los míos.

-Detenga lo que sea que esté haciendo, por favor -suplico haciendo que Daniel respire de nuevo

-Os arrepentiréis de haber venido, sobre todo tú niñita ingenua -dice riendo

Me giro agarrando a Daniel y colocándolo sobre mi espalda. Dedico una última mirada de odio a esta mujer y me sumerjo saliendo de la cueva.
Llego a la orilla agotada y me acuesto a su lado cuando la transformación termina.

-No tenía que haber dejado que fueras -digo sollozando

-¡Eres idiota Kendall Páez! -grita mi subconsciente- ¡lo podría haber matado!

Rozo sus labios por última vez y me levanto rápidamente dejándole acostado sobre la arena blanca. Huyo hacia mi casa y me encierro en mi habitación con llave.

«No quiero que nadie me vea».

-Kendall, ¡abre la maldita puerta! -grita mi padre

Me siento en una esquina ocultando mi rostro entre mis manos y sollozo desconsolada. Mientras mi padre golpea la puerta con fuerza, mi mente recuerda su rostro pálido, sin respiración, a punto de perder su brillo.

Espejismo. [Daniel Oviedo] #PGP2017 #LDAW2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora