9

34 6 0
                                    

A Sophia le diagnosticaron cancer de mama tres años después de que naciera Christina y fue lo más doloroso que se puede imaginar.

Sophia comenzó a adelgazar rápidamente, vomitaba todo el tiempo y las quimioterapias parecían no funcionar, Sophia se moría frente a mis ojos, su cara parecía la de un cadáver, sus ojos lucían hundidos y apagados, no tenía cabello y apenas podía caminar, no había ninguna mejora y no había nada que yo pudiera hacer. Me sentía como un inútil, inservible.

Y caí de nuevo. Olvidaba tomar las medicinas y descuide a mi hija de tres años que no entendía nada de lo que sucedía a su alrededor, por suerte tenía a Chris, no habría podido sobrevivir sin él.

Luché, no sólo contra el odio hacia mi mismo que en realidad nunca se fue, sino que luché con ella en contra del cáncer que me la arrebataba cada segundo que pasaba.

Pero lo peor fue que ella se canso de seguir. De pelear.

El Chico Que Quería Saltar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora