Capítulo 1

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—Así que volviste a soñar con ellos —saca a relucir de nuevo el tema mi amigo.

—Así es —mi mirada es apagada, aunque estando en clase paso desapercibido.

—Y has vuelto a llorar al despertar.

—Que bien lo sabes.

—Es que ya es costumbre el verte así, llevas años con esa mirada apagada y esquiva. Es como si miraras hacia la nada, hacia la oscuridad más absoluta que... Nos matará a todos —saca una voz que intenta ser graciosa.

—Tomy... —le miro sin muchas ganas de llorar.

—Intento animarte, pero es muy difícil cuando te pasa lo mismo cada dos por tres. No me puedo creer que delante de mi novia seas toda una máquina de comedia.

—¿Será porque ella me anima mejor que tú?

—¿Y yo no te animo como es debido? —se lleva la mano al pecho, simulando que le ha dolido—. Estoy ultrajado.

—¿Acaso sabes lo que significa eso?

—Lo dijo el profesor de lengua ayer, pero no presté atención al significado. Eh, pero ha sonado bien, lo tienes que reconocer.

—Como tú digas. Calla, que ha llegado.

El profesor llega al aula que le corresponde, seguro que se ha vuelto a perder por ahí. Es normal siendo un sustituto.

Y sí, Tomy, el que era mi agresor hace años, ahora me ha intentado animar. ¿Por qué? Porque somos amigos. Desde que el grupo se deshizo he estado vagando por el recreo como un alma que no ve la luz del cielo. No tuvo coraje a pegarme, además de que no quería por como me veía.

Fue el único chico que intentó ayudarme con esto, el único que me animaba y que me intenta seguir animando. Tiene un año mayor que yo, lo cual me sorprende dado a su físico que parece de mayor de edad, aunque casi tenga dieciocho años él.

Pasaron los años y seguía sólo con él, su grupo lo dejó de lado y se disolvió. Maduraron, cambiaron y perdieron el interés en robar a los menores. Ahora el instituto y el colegio es un lugar tranquilo, tanto que ya ni lo reconozco.

Tomy, Tom para los amigos, tiene novia, una muy guapa. No me sorprende, es muy caballeroso cuando se lo propone. Con ella siempre me animo, ya que me recuerda tanto a alguien... No sé a quién, pero me alegra tener a alguien como ella de amiga.

Es la última hora de hoy, así podré volver a casa a seguir haciendo mis cosas, a seguir mi soledad con mis videojuegos que me apartan del mundo real.

—Peter... —me susurra Tom con una nota en la mano—. Lee.

Lo abro y leo el contenido. Solo una frase y una elección. Lo leo en silencio.

"Voy a ir andando a casa esta vez, ¿quieres que vayamos juntos? . No."

Marco la casilla de "sí" y le devuelvo la nota. Al mirar la nota sonríe y vuelve a prestar atención a lo que haga en su libreta, creo que dibuja o algo, nunca he podido echar una ojeada a esas hojas que tanta atención presta.

Miro por la ventana, este profesor no explica bien.

El cielo azul está acompañado de nubes blancas que obstaculizan su precioso color, pero a la vez crea un bonito escenario. Ojalá tuviera alas para volar, podría rozar esas nubes suaves y esponjosas, podría dibujar algo en ellos y que desapareciera en tan solo diez minutos.

Si fuera un ave... Si fuera un mundo lleno de sueño, desearía tantas cosas...

Tantas cosas que no sabría qué hacer después. Sería también una rutina que tendría que cumplir.

Suena el timbre de final de clases y yo todavía con la vista pegada al cielo. Una mano se posa en mi hombro, no me sobresalta, sé de sobra quién es.

—Venga, Peter. Es hora de irse.

Asiento y me levanto para recoger mis cosas con el pensamiento del sueño que no puedo quitarme de la cabeza. Ya con la mochila en la espalda, salimos del instituto y caminamos por la calle hacia nuestras casas. Él vive un poco más lejos que yo, pero como le pilla de camino se junta conmigo.

—Es raro que esta vez no cojas el autobús —digo pensando en que se podría haber ido incluso con algún amigo suyo en el autobús.

—Me daban ganas de caminar, hoy hace un día estupendo. Incluso cuando he visto las flores de mi vecina no me daban ganas de arrancarles los pétalos.

—Al final sí te gustan las flores —digo burlón.

—Un poco, pero aún no me gusta que sean muy vistosas y llamen la atención con sus cuerpos coloridos.

—Aun así le compras flores a tu novia.

—Porque le encantan, son preciosas para ella. Ya sabes, los polos opuestos se atraen.

Ese gran cliché se ha pegado a ellos como una lapa, son tan distintos el uno del otro que aún no sé cómo es que están juntos. No me meto en ello, solo lo pienso.

—Sí, se atraen —miro de nuevo al frente, está claro que el amor ha girado la ruleta y le ha tocado a él, siempre me alegro por ellos, por lo bien que se ven los dos juntos, pero también me entristezco por el pasado.

—Siento si te ha hecho recordar algo.

—No es nada, solo le estoy dando vueltas a algo.

—¿A qué? —me pregunta intrigado.

—A...

—¡Aléjate de él! —una voz me interrumpe y se acerca corriendo.

Tom es empujado por alguien que desconozco, es lo que tiene ver la espalda. Mi amigo yace en el suelo, con la mano en el hombro al recibir el tremendo golpe que ha recibido.

—¿Pero qué te pasa, tío? —lo mira enojado.

—¡Tú eres lo que me pasa! ¡Te dije que no te acercaras a él! —esa voz me suena.

—¡Tom! —corro a ayudarle—. No le pegues a mi amigo, abusón.

—¡Peter! ¡No te acerques a él! Seguro que te ha hecho daño.

—¿Qué? Un momento —creo que Tom ha llegado a la conclusión de algo, y yo también.

—Ya decía yo que tu voz me sonaba —digo y me levanto.

Me voy acercando al hombre agresor, quien tiene un poco de miedo cuando me acerco a su figura. Cada dos pasos que doy, él da uno, hasta que se arma de valor y se queda quieto.

—Seguro ya me reconoces —muestra una sonrisa y, ahora que su voz ya es calmada y tranquila, lo reconozco de inmediato.

—¡¿Liam?!

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Primer capítulo de esta nueva parte.

¿Os ha gustado? Si es así den una estrellita y un comentario sobre lo que os parece por ahora, o sino no hagáis nada.

Capítulo dedicado a DashaNikiforov por querer que siga con la historia y por ser el primer comentario. Gracias por tu apoyo 😘

Nos vemos en el próximo capítulo o en otra historia, mis queridos Ángeles Lectores.

Vuelvo Por Ti (C.M. #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora