6: Una confesión inesperada.

353 25 8
                                    

***

Habían transcurrido ya dos semanas, habían pasado tan rápido pero fueron monótonas fue prácticamente todo una rutina levantarme, ir al colegio, llegar a casa, hacer las tareas, leer un libro, y dormir. Y claro comer ja, ja.

Y por supuesto que no tenía un solo amigo estaba tan sola, y Matthew se había distanciado de mi. No me había hablado en estas dos semanas, prácticamente me había ignorado por completo y David había venido a mi casa unas cuantas veces a “visitarme” mejor dicho a fastidiarme. Ya me quedaba solo una semana, y las otras dos semanas casi habían sido un shock para mi aun no lo creía.

Hoy era lunes el inicio de la última semana aquí en mi pueblo, y el viernes era san Valentín, ya estaban preparando en mi colegio una fiesta de san Valentín para todos esos enamorados. Que suerte tienen.

***

Cuando llegue al colegio todo era un alboroto claro se acercaba san Valentín, todos hablaban de la fiesta y que pareja llevarían, hablaban de que ropa se pondrían y etc...

Cosas de adolescentes. Creo que san Valentín se volverá uno de los días que más odio en todo el año, porque claro para los demás su vida seguirá y tendrán parejas y bla bla, y harán lo que quieran mientras yo me tengo que resignar a que es mi último día un adiós para siempre seguramente. Que triste realidad.

Sono la campana, y me dirigi a la clase de matemáticas mi primera hora.

Que felicidad amo las matemáticas *sarcasmo*, no ni si quiera me gustan las odio tanto, ja.

Me senté en mi pupitre. Parece un buen momento para tomar un pequeño descanso, así que puse mi cabeza en la mesita y me puse la chaqueta que traía encima de mi cabeza para que nadie se fijara en quien era yo.

Estaba con tanto sueño, todo porque me quede hasta tardes horas leyendo un libro. Creo que se ha vuelto mi favorito no es el típico del chico malo y la chica tímida, sino todo lo contrario tanto como la chica y el chico no son para nada tímidos, además de que guardan un profundo secreto compartido sin saberlo.

Estaban tan relajada cuando alguien de repente me interrumpió mi pequeño descanso con una sacudida a mi cuerpo, sentí esa electricidad cuando me toco esa persona era algo especial, algo que nunca antes había experimentado.

Me quite la chaqueta de encima y lo mire. Era David,  y quede sorprendida porque no habia llegado a sentir esa electricidad antes, quizas porque no me había llegado a tocar.

Pero claro lo que faltaba no le basta con fastidiarme a veces en mi casa, sino que ahora también lo quiere hacer en la escuela. Perfecto.

Lo mire con frustración y enojo creo que me rendiré tan fácil y le diré de una buena vez, sabes me voy contigo a mi nuevo hogar y ya.

-¿Qué quieres David?- le dije con esa cara de insomnio que tenía justo esta mañana.

Sonrió por a ver logrado su propósito molestarme, vaya que si me gustaba su sonrisa maliciosa.

Pobre de mi fijándome en David, primero porque es mi primo lejano, pero lo es, segundo porque es mi enemigo en este momento, y tercero su propósito molestarme y forzarme a irme de mi vida real ha algo que quizás dudo sea realista. Según el mi nuevo hogar con nuevos compañeros licántropos.

-Nada, solo quería informarte que desde ahora somos compañeros en todas las clases de esta escuela- me dijo satisfecho con un brillo en sus ojos y esa sonrisa maliciosa, que lindo el desgraciado.

-¿QUE?- lo mire cansada ya de todo lo que hace con su único propósito- sabes que haz lo que quieras pero mantente alejado de mi sabes, un día te arrinconare a un pasillo y te dejare con los huesos rotos por estúpido, idiota. POR TODO TE ODIO MALDITO- le dije tantos insultos como pude hoy no era un día para pelear estaba derrotada.

Diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora