-Sean bienvenidos- exclamó una voz de manera escandalosa, frente a ambos se encontraba un hombre, alfa de cabellos castaños y gran tamaño, se podía observar el pasar de los años en su rostro y su sonrisa que se extendía de lado a lado era tan odiosa para el gusto del pelinegro.
Yuuri inspeccionó la habitación con su ágil mirada, una oficina normal con tres salidas, una de ellas era la del elevador, la cual estaba prácticamente mal posicionada.
-Me sorprende que aceptaran mi invitación tan rápido- el hombre se cruzó de brazos y se recargo en su enorme escritorio mientras los observaba –Me hace feliz.
-No era nuestra intención- Viktor sonrió falsamente y movió sus manos intentando aligerar las emociones de su pareja, la cual estaba tranquila pero podía sentir esa tención por su lazo.
El hombre soltó una carcajada ruidosamente, al parecer era bastante expresivo para su gusto, en cuestión de segundos la habitación estaba en un silencio incómodo.
-Esperaba que viniera con un ejército pero solo le acompaña un beta- criticó el hombre lo cual hizo que el peli plateado sonriera nuevamente.
-Es uno de mis mejores hombres, solo puedo confiar en él plenamente.
-Ya veo, entonces ¿Le gustaría hablar de negocios?- cambio el tema de la conversación rápidamente, algo inquieto, tomo lugar detrás de su escritorio.
-Por supuesto, para eso vine desde lejos- tomo asiento en uno de los sofás que estaban frente al escritorio mientras Yuuri se mantenía de pie en la entrada, observando la situación.
-Seamos directos- su voz se volvió profunda y sus ojos se enfocaron en el alfa –Quiero ser parte de tus contactos, ya sabes, ser un proveedor para ti, tengo todo preparado para esto.
-Sí que es directo- habló con una voz juguetona, sus dedos se dirigieron a sus labios mientras le observaba –Parece que también tiene malos modales.
-¿Disculpe?- el hombre se ofendió.
-Puedo observar y escuchar claramente dos cosas que me molestan- sonrió de manera divertida pero sus ojos no decían lo mismo –Debe tener mucho valor para dirigirse a mí de esa manera tan informal, no tolero eso si no respeto al que me llama.
Pudo ver como el sujeto se tensaba, molesto e indignado, el pelinegro sonrió de lado esperando por lo que seguía.
-Segundo, odio cuando me espían tan descaradamente hasta el punto en el que puedo escuchar el latido de sus corazones, una docena si no me equivoco- la sonrisa seguía en sus labios, el castaño refunfuño.
-Como era de esperarse del líder de la mafia rusa- con un gesto las puertas se abrieron dejando ver a la docena de hombres entrando a la habitación.
-Ahora estoy más tranquilo pero aun así- se levantó y se acercó a su escolta – ¿No crees que fue muy grosero de su parte?, el no informarnos de antemano que teníamos compañía no es digno de ningún líder.
Todos los presentes se exaltaron mientras que el pelinegro asentía sonriendo tenuemente, Viktor era infantil, pero al igual que los niños era molesto y decía las verdades golpeando los puntos débiles de las personas.
-No estoy dispuesto a ser insultado frente a mis hombres- golpeo el escritorio liberando su esencia, molesta para el gusto de Yuuri, amargo y nada sutil, sus subordinados hicieron lo mismo provocando que su nariz se llenara con aquel aroma.
-Entonces no cometas imprudencias frente a ellos- la voz de Viktor se escuchó, su tono tranquilo demostraba su molestia, el pensar que su pareja estaba rodeado de alfas cerca de su celo y que su esencias se impregnarían en él, le ponía de nervios -¿Qué clase de trato quieres? Mi paciencia se agota, se directo y pídelo de manera adecuada.
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Peligro Japonés.
FanfictionLa mafia rusa era una de las organizaciones más temidas y respetadas del mundo, siendo controlada por un omega japonés llamado Yuuri Katsuki, junto a su mano derecha y pareja Viktor Nikiforov, un alfa ruso. Las demás organizaciones aprenderán a no m...