CAPITULO 31-2

432 47 12
                                    


POV Cristian:

-Intuyo que tu intención con iniciar esta conversación es dejarme en claro que me odias.-dije mientras le pedía al barman otro chupito.

-No, ¿Por qué iba a odiar a la única persona que la ha defendido? Llegué justo cuando ella se iba con su amigo, no tuve tiempo de decirle nada pero, al entrar te encontré bastante ofuscado con ese chico, no hace falta ser un genio para adivinar que la estabas defendiendo.-

-Llegué tarde, pero a diferencia tuya, yo pude impedirlo, soy tan culpable como él: él por aprovecharse de ella y yo por no impedirlo.

-¿Sabías lo que iba a hacerle?-Su ceño se frunció y sus ojos me miraron con un destello de miedo y rabia.

-No, pero ella estaba borracha y él es un maldito imbécil que solo se aprovecha de las mujeres. Para empezar, no debí permitir que se acercara a ella y mucho menos quitarle el ojo de encima pero, solo le perdí de vista cinco minutos, y la encontré saliendo del baño, con él y sin virginidad.-El líquido pasó por mi garganta; ya no quemaba como los anteriores.

Me pregunto, ¿Qué habría pasado si Ryan hubiera venido?

Estoy seguro que Raúl no actuaria así delante de él, tengo la ligera sospecha de que, la máscara de niño bueno solo se la quita conmigo.

Desde que mi hermano me lo presentó en el gimnasio, no me gustó, su sonrisa de inocente...Sabía que me daría problemas, ¡Y tanto que me los estaba dando!

Podía jurar que el odio era mutuo, aun conociendo mi negación a odiar a las personas, por muy mal que hicieran, era partidario de las segundas oportunidades ya que, todos cometemos errores pero, a él...lo único que le daría es una invitación para su propio funeral.

-Definitivamente no tienes ninguna culpa, mi prima creía saber dónde se estaba metiendo, son sus decisiones, si pudiste o no prevenirla, ya da igual, el daño está hecho, y preferiría que esto se quedara entre nosotros, lo menos que ella necesita es darse cuenta de con quien ha perdido su virginidad...aunque, después de todo, ni siquiera sé cómo ha podido estar con un hombre.-Su voz se fue convirtiendo en un susurro apenas audible pero, lo escuché, todas y cada una de las palabras, pero no llegaba a entender todo el significado y el dolor que había tras ellas.

No llegué a entenderlo hasta poco tiempo después.

O al menos, creí entenderlo.

Porque en la vida de Andy, cuando crees saberlo todo, hay algo peor...

***

Abrí la puerta del bar escuchando como mi jefe reía y seguí a Andy hasta ver como se apoyaba en la farola más cercana.

-Bueno, ¿Nos vemos mañana?-dijo cruzada de brazos y con su bolsa de deporte colgando de su hombro.

-¿Crees que voy a dejarte ir a estas horas, sola, hasta tu casa?-Reí cruzándome de brazos y viendo como su típica mirada desafiante empezaba a aparecer.

-No vivo en la otra punta del país además, tengo dos piernas muy bonitas que sirven para andar, por si no lo sabías.-

-Sí, sé que son bonitas.-Su boca se abrió en un intento de pronunciar palabra pero, por primera vez, se rio. ¡La hice reír!

¡Chúpate esa Raulito!

-Vamos, sé que tu casa no está en otro país, pero si está en la otra punta de la ciudad.-Saqué las llaves de la moto y empecé a andar hacia ella.

-¿Cómo lo sabes?-Paré en seco y me giré para volver a mirar sus ojos y fruncir el ceño.

-¿A qué te refieres?-Pregunté confundido.

-¿Cómo sabes dónde vivo?-

Mierda.

Eso te pasa por no cerrar la boca.

-Ryan, él, dijo que tu casa estaba lejos del gimnasio.-Mi respuesta no pareció convencerla pero aun así asintió y empezó a andar en mi dirección.

Saqué el casco de la moto y me volví hacia Andy para ponérselo.

-¿Una Harley?-Su tono divertido me hizo dejar el casco a escasos centímetros de su cabeza y preguntar:

-¿No te gustan?-Ella negó y terminé de colocárselo mientras ella no despegaba sus ojos de mí.

Mis nervios empezaron a florecer, nunca había conseguido hablar con ella de esta forma, nunca la había tenido tan cerca y había podido tocarla, ni siquiera había conseguido llamar su atención, conseguir que sus ojos me miraran, aunque solo fueran escasos centímetros pero, la tenía delante, a escasos centímetros de mí, con sus grandes y marrones ojos puestos en mí.

Nunca creí que sería capaz de estar con ella...al menos como amigos.

Porque, eso éramos, ¿no?

Claro, idiota, ¿Qué más iba a querer ella contigo?

Todas se van con aquellos que son fuertes y les pueden dar un futuro.

Tú te iras, y ella no va a esperar a alguien como tú.

-¿Qué te pasa? Te has puesto demasiado serio.-Me subí a la moto y noté como ella me seguía.

-Nada.-Mi voz salió más seca de lo que esperaba pero, ¿Qué le iba a decir?

¿Qué ahora que había conseguido aunque fuera, hablar con ella, dentro de unos meses me iría?

Todo iba a ser en vano.

Pero quería estar con ella, aunque después de irme me odiara, aunque yo cayera más perdidamente enamorado de ella, me daba igual con tal de hacerla reír, de escuchar su risa.

De poder ser parte de su vida.

Y no hacerle daño.

Wooo!! ¿A dónde creen que irá? ¿Quieren que haga más capítulos narrados por Cristian? ¿Les está gustando? Ok, paro de hacer preguntas Sorry not  sorry XD 

Pd:En multimedia tienen a los hermanitos Vega. (Menudos papasssootess!

Con amor, Andy <3


¿Jefe? 1&2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora