Desde que era pequeña mis padres siempre tuvieron el dinero necesario para comprarnos a mi hermano y a mí lo que sea que quisiéramos, pero no era la clase de niña que usaba eso a su favor y hacía berrinches hasta que me compraran lo que sea que quisiera; es por ello que decidí conformarme con la idea de que tal vez lo único que íbamos a llegar a ser yo y Evak era ser amigos.
Ya habían pasado unos días desde que entré a la escuela y la única clase que Eli y yo compartíamos era Geografía Universal, así que habíamos pactado que todas las mañanas iríamos juntas a la escuela y lo mismo de regreso por las tardes después de clase.
-¡Dios! Ya es tarde... ¿Acaso no va a salir o qué? -me dije a mi misma mientras esperaba fuera de su casa, oí la puerta pensando que era ella la que iba a salir- ¡Vaya Eli ya era hora creí por un segundo que te habías quedado atorada en el inodoro! -pero cuando volteé estaba parado frente a mi Evak cargando su mochila.
-¿Qué? Jajaja -soltó una risotada y me avergoncé un poco al mismo tiempo que disfrutaba de ver su sonrisa- Lo siento pero no se atoro en ningún lado, ayer por la noche se comenzó a sentirse resfriada y esta mañana amaneció fatal; así que me pidió que te acompañará, sabía que la ibas a estar esperando y no tienes su numero de telefono ¿cierto?
-Ah... No te preocupes, en realidad puedo esperar mi mamá para que me lleve a la escuela. ¿No tienes que entrenar para la maratón de este domingo?
-He estado entrenando desde hace dos semanas, creo que es hora de darme un descanso; a parte creo que Miss Tara ya se fastidió de que llegue tan tarde -me guiño no de sus preciosos ojos y me hizo un gesto con la cara para que comenzáramos a caminar.
En este momento era tan feliz que no era necesario llenar el silencio del momento con palabras o chistes bobos, pero mientras más íbamos caminando más incómodo se fue sintiendo el ambiente.
-...Y... ¿ya no has intentado hacer paracaidismo desde tu ventana? -dijo por fin- por un segundo creí que tendría que llamar a la ambulancia.
-¡Basta! Estaba realmente asustada en ese momento- y comenzamos a reírnos, era una risa cómoda de amigos- No estoy segura si mi a mi mamá le hubiera dado un paro cardíaco verme en esa situación o me hubiera dado a mi el paro cardíaco al ella verme así.
-¡Yo voto por ambas! -guardamos silencio imaginándonos la escena y reímos al unísono.
-Por cierto, ¿por que no te reuniste con Irene en vez de acompañarme a mí? No me mal entiendas, pero de acompañar a la amiga de tu hermana a reunirte con tu novia... Debes de preferir la segunda opción.
-No eres solo la amiga de mi hermana, también eres mi amiga. -puñalada al corazón- Además Irene vive al otro lado de la ciudad, no hubiera tenido sentido mi día de descanso y también la estoy pasando bien contigo -me pareció que me volvió a guiñar el ojo pero esta vez no volteé a verlo, creo que me hacía más daño estar junto a el formulandome espacio imaginarios donde el y yo podríamos estar juntos que estar lejos de el deseándolo ver- Oye Dan, nunca te pregunte porque te habías mudado, ya que me hiciste una pregunta, me debes una respuesta.
-Bueno... Mis padres se divorciaron hace poco y el ambiente cuando ambos estaban juntos era muy incómodo, así que mi mamá quiso iniciar de cero en otro lugar.
-Oh, ya veo. ¿Puedo preguntar por qué se divorciaron?
-Emm... -no le podía mentir a aquellos ojos, pero tampoco tenía que contarle toda la verdad- mi padre... engaño a mi mamá con una de las trabajadoras de su empresa, mi mamá los encontró en la suit de un hotel y lo hecho de la casa y se divorciaron. Luego vendió la casa y compró en la que ahora estamos, nos mudamos y eso fue todo.
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Rompecabezas de Cielos
Teen FictionProtegido por SafeCreative Código: 36442627453 Danielle es una chica que se acaba de mudar tras el divorcio de sus podres, pero no todo esta perdido porque sucederá algo que una su camino con el de muchas maravillosas personas, y otras no tanto; per...