Digimon Adventure Online 2.0

Capítulo XVIII: Kai Hiromi y Natsu Kazuki - El Reto de la Zona Verde

     Mis heridas desaparecieron cuando pisé el césped de la Zona Verde. Incluso podía respirar mucho mejor. Kiyoshi me dio una palmada en la espalda antes de adelantarse y avanzar un par de pasos antes de detenerse en seco.

     Supe perfectamente lo que le ocurría.

     Los dos sujetos encapuchados que habíamos visto antes se encontraban ahí. Impasibles. Silenciosos. Nos observaban. Y detrás de ellos se encontraba Satanmon acompañado por un Myotismon.

     Yo tenía razón, ellos estaban detrás de todo.

     —Vaya… —comentó uno de ellos—. Parece que no comprendieron la regla principal del juego.

     Esa voz…

     Pero, ¿cómo podía ser posible?

     Retrocedí un paso cuando lo vi descubrir su rostro. Aquellos ojos marrones, aquellas facciones angulosas, el cabello negro y un poco largo, su expresión de indiferencia… ¿Cómo fue que no lo reconocí cuando lo vi por primera vez?

     — ¿Kai…?  —logré articular y Kiyoshi me miró incrédulo.

     — ¿Lo conoces?  —me preguntó, casi era como si me culpara de haber iniciado el sádico juego en primer lugar.

     —Es mi prometido —le expliqué, yo estaba tan confundida como él—. Kai Hiromi, se supone que vamos a casarnos en un par de meses…

     — ¿Tu prometido?  —repitió Kiyoshi y yo asentí—. ¿Y quién es el otro sujeto?  —preguntó mirando al encapuchado que estaba junto a Kai.

     —Oh, tú también me conoces, Kiyoshi —respondió el aludido y se descubrió el rostro.

     Inexpresivo, Kiyoshi lo corroboró.

     —Natsu —dijo—. Natsu Kazuki.

     — ¿Quién es él?  —le pregunté—. ¿Qué relación tiene contigo?

     Necesitaba comenzar a atar cabos.

     —Solía ser mi mejor amigo —me explicó Kiyoshi—. No lo volví a ver desde que él fue transferido a otro instituto.

     ¿Qué relación podrían tener mi prometido y su mejor amigo con todos nosotros?

     —Cuando partieron de aquí se les dijo que el primero en llegar a la Zona Verde sería el ganador —comenzó a recitar Natsu—. Lo que no consigo entender es… ¿Cómo fue que no entendieron que sólo debía llegar uno con vida?

     — ¿No fuimos lo suficientemente claros con las reglas?  —secundó Kai y sentí ganas de abofetearlo—. ¿Tenemos que matarlos a ambos para hacerlos entender?

     —Tú… —fue mi respuesta, mi voz rebozaba odio—. ¡¡Tú mataste a Mirai y a Kyoko!!

     Sentí un par de lágrimas correr por mis mejillas, Kiyoshi me sostuvo antes de que me abalanzara sobre él y le rompiera el cráneo a punta de puñetazos.

     Kai rió con frialdad y se mantuvo en su sitio mientras me lanzaba su monólogo claramente preparado con anterioridad.

     — ¿Sabes lo que siente ser desplazado por culpa de un estúpido videojuego online, Umiko?

     — ¿De qué mierda estás hablando?  —le espeté, me sentía herida.

     — ¿Qué hay de ti, Nagiza?  —Aportó Natsu—. ¿No te es familiar esa situación?