Sangre Pura (Draco Malfoy)

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PandicornOfNarnia; siento la tardanza, en mi casa lleva dos meses sin haber internet, me mudé, está terminando el ciclo escolar... miles de excusas 🙄 trataré de hacer un capítulo largo para compensar y tal vez un maratón cuando recobre el internet, pero no prometo nada pues depende de los votos.

Por favor voten o comenten al leer, así sabré que les esta gustando lo que hago ٩(˃̶͈̀௰˂̶͈́)و
Capítulo 8

--De veras lo siento, Draco...

--¿Cuántas veces tengo que repetirte que no me empujaste de la escoba? ¡Me caí yo mismo, por Merlín! --rió y yo golpeé su brazo en broma.

--No te rías... me preocupé.

--Si estás tan preocupada, deberías, no sé... quedarte conmigo esta noche.-- balbuceó avergonzado mirando a la pared opuesta donde estoy yo.

Madame Pomfrey, la enfermera, le dio una poción para su brazo roto. Pero hasta que ésta no surtiera efecto debe estar en la enfermería, que es hasta mañana, y también el día en el que todos parten a su casa por las vacaciones de navidad.

--Claro.-- aseguré poniendo mis manos en la camilla y apoyándome en ésta.

--¿Y si jugamos algo hasta que nos de sueño?

--Hum, ¿qué propones jugar?

--Ya aporté la idea de jugar,-- rodó los ojos. --no puedes pretender que también piense en qué jugar, ¿o si?

--Bien, entonces lucha de pulgares.-- Draco levantó una ceja en mi dirección y me lanzó una mirada confundida, yo reí de nuevo y tomé su mano derecha, la que no está rota.

Prácticamente entrelacé nuestras manos, solo que dejando los pulgares afuera y le expliqué que, si yo aplasto su dedo por 5 segundos seguidos; gano.

--¡Es la primera vez que juegas, ¿cómo puedes estar ganándome?!

--Es que soy el mejor, bebé perdedora.-- dijo riéndose de sobremanera, me recosté en mi silla y me crucé de brazos, haciendo un puchero.

--Ya no quiero jugar contigo.-- gruñí.

--Infantil.

--Teñido.

--Gorda.-- abrí mi boca de sobremanera mirándolo indignada, incorporándome en mi silla.

--¡Squib!-- Draco abrió los ojos tanto que pensé que se saldrían de sus órbitas, para luego cruzar los brazos sobre su pecho y acomodarse en la camilla, mirando a la pared contraria a mi. --No me disculparé, ¡me llamaste gorda!

Éste siguió mirando a la pared con las cejas fruncidas y mirada indignada, al parecer, ignorándome. Enojada, lancé mi brazo en su dirección dispuesta a golpearlo de manera superficial, sin pensarlo.

Draco lanzó un fuerte gemido lastimero, encogiéndose y pegando su pecho a sus rodillas, tomando su brazo roto. Mi vista se fijó en su brazo y rápidamente me puse de pie, revisándolo bien.

--¡Lo lamento! Aveces suelo ser muy agresivamente impulsiva, pero lo hago sin ánimos de herirte realmente, ¡lo lamento mucho, si quieres devuélveme el golpe!

--Agh, está bien, Hally. No me heriste realmente, soy Draco Malfoy, no tienes la fuerza suficiente pare herirme de verdad.-- alegó.

--Estás mal.-- reí.

--Yo nunca estoy mal, ¡soy Draco Malfoy! La persona más sexy de todo Hogwarts, los que no me desean, me envidian, y los que no me envidian me odian, porque secretamente me desean o envidian. Si eligieran a la persona más linda de Hogwarts me elegirían a m...

--Algún día te golpearé.

--Me gustaría verte intentarlo, soy tan genial que te derrotaría con un solo ded... ¡Ay, ay, ay! ¡Hally, no me pellizques! ¡Mi piel es delicada, por Merlín!

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Bufé aburrida sentada en una esquina de la habitación mía y de Harry, los tíos decidieron que ahora la 'segunda habitación de Dudley' podía pertenecernos. Aunque solo estaba nuestra pequeña cama, lo demás eran juguetes rotos y cachivaches de Dudley.

Harry se encontraba escribiendo en un pergamino en su cama, mientras que yo, sin nada que hacer, me dedicaba a pensar en mi amigo Draco y lo mucho que lo extrañaba. Tomé el dije que este me mandó para mi cumpleaños el pasado 29 de Abril, una cadena dorada de lo que ruego sea simple metal y no oro, con mi nombre escrito. Nada ostentoso, sencillo. Al parecer Draco me conocía bien.

Aproveché que Harry estaba ocupado para arrastrarme debajo de la cama y sacar su regalo, este año particularmente estoy orgullosa de lo que compré, pues me tomé el atrevimiento de pedirle a los gemelos Weasley que lo compraran por mi en una de sus visitas a Hogsmeade, (obviamente dándoles el dinero necesario, y aunque no lo quisieron aceptar, algo por el favor); unos guantes de quidditch, unos nuevos zapatos deportivos que sé que quiere y una banderilla decorativa de su equipo favorito.

Observé con orgullo mis regalos aún debajo de la cama y un ulular proveniente de la ventana me sorprendió tanto que me incorporé de golpe olvidando donde estaba; golpeando mi cabeza con las maderas de la cama. Reprimí un grito y salí, Harry me envió una mirada graciosa mientras colocaba a Errol en la jaula de Hedwig.

Me concentré en acariciar al fatigado animal con cara de pena, y cuando volteé a ver a harry este tenía seis cartas en las manos. Las pasó una por una y lo vi fruncir el ceño y rodar los ojos con molestia, para luego voltearse hacia mi y tenderme tres cartas.

--El idiota de Malfoy no deja de escribirte.

--No seas exagerado, Harry. Es la segunda carta que me manda en todas las vacaciones.

Me concentré en abrir aquel negro sobre, percatándome primero que nada de su pulcra y perfecta caligrafía.

"Pequeña inútil;

Te escribo simplemente para contarte que estoy aburrido, y eso porque me acostumbre a tener tu molestosa presencia al rededor de mí, y ahora que no está debo admitir (aunque jamás en voz alta) que te extraño, cabeza de zanahoria."

¡Soy castaña rojiza, no pelirroja! ¿Cuántas veces tendré que repetírselo...?

"Pd: eres pelirroja, ¡supéralo!

Con no más amor del estrictamente necesario y nada cursi,

Draco."

--Ese tonto.-- reí por lo bajo, para luego abrir la siguiente carta que era de Ginny. En ésta solo me contaba que estaba de vacaciones en Egipto con su familia, que se estaba divirtiendo mucho y que me extraña. También que espera verme en Londres para comprar nuestros útiles escolares, y que si me atrevía a faltar patearía mi trasero.

La tercera pero no menos importante, mi carta de Hogwarts, nada importante como siempre, así que me volteé hacia Harry y lo vi mirando los regalos que le habían enviado, ignorándome.

Rodé los ojos, no puedo esperar para ver a Hogwarts.