Esa noche, la culpa y la preocupación no dejaron dormir a Harry. Por más que quisiera, subir a las habitaciones de las chicas era imposible, así que al llegar los tres a su sala común, Hermione subió a tratar de buscar a la chica Potter, pero a subir a su habitación no la encontró.Harry decidió que lo mejor sería dejarla sola, pensó que si se había escondido era porque no quería ser encontrada, y el mapa del merodeador le confirmó que su hermana estaba a salvo en la torre de astronomía, por lo que no se preocupó demasiado.
Al otro día en el gran comedor, todo el colegio parecía haberse dado cuenta de que algo andaba mal. Incluso el ambiente se sentía más pesado de lo habitual, todos los sentían aunque ni la pelirroja ni el rubio estuvieran ahí.
Y cuando Hally se apareció ese día, con expresión neutra y aparentando que nada la perturbaba, todos se creyeron su fachada, aunque eso no evitó que rumores comenzaran a surgir. Quien no fue engañada por esa apática apariencia fue Hermione, que vio debajo de la indiferencia de la Potter y se dio cuenta de los pequeños detalles que la delataban.
Como se le iba la mirada disimuladamente a la mesa de Slytherin, como volteaba cada vez que alguien entraba al comedor y como apretaba los puños al darse cuenta de que estaba buscando al rubio inconscientemente. Hermione llevó su mano al hombro de la chica, sobresaltándola.
—¿Todo bien?— preguntó a la pelirroja.
—¡Si! ¿Por qué habría de estar mal? — respondió ésta, estirando su mano para tomar una tostada de en montón, y todos a su alrededor se dieron cuenta del temblor de sus manos.
A pesar de ella colectiva tensión en el aire y las ansias de todos porque Draco Malfoy apareciera en algún momento, no se presentó al desayuno.
Ni al almuerzo.
Ni a la cena.
Ni a ninguna clase del día, o el día siguiente, o el siguiente. Y aunque no sabía por qué, y jamás lo admitiría, Harry estaba bastante preocupado por el hurón. Hermione lo aclamaba a la culpa, estaba preocupado de que por su culpa Draco hubiese hecho algo que Harry ni se atreve a pensar.
Merlin, no.— rogó en sus adentros.
Se encargaba de monitorearlo mediante el mapa del merodeador, le parecía imposible eso de que no había salido de su habitación por días. ¡Es ridiculo! A Harry no le cabe en la cabeza que el perder a su hermana pueda afectarlo tanto. Sin embargo; es cierto. Draco Malfoy no salió de su habitación durante exactamente tres días y tres noches.
Hasta la mañana del cuarto día.
Exclamaciones en conjunto se escucharon desde que el rubio puso un pie en el gran comedor. Las miradas de todos iban de Hally a Draco, cerciorándose de que ninguna pelea pasara o algunos, esperando por ella. Pero lo qué pasó fue todo lo contrario.
Malfoy se dirigió a su mesa, se sentó de modo que le daba la espalda a Gryffindor, y se dispuso a comer. Hally, en el fondo herida y con los arrolladores sentimientos que venían con ver a Draco otra vez, se puso de pie de forma abrupta, llamando la atención de algunos estudiantes, y salió del gran comedor a paso rápido con Ginny detrás de ella.
—¿Qué hará Malfoy?— susurró una chica de Gryffindor, y la sala estaba tan callada que todo el mundo lo escuchó.
Seguramente harto de la situación, el rubio también se puso de pie y se marchó, Hermione miró a Harry con una mirada inquisitiva, claramente reclamándole.
—¿Por qué no le has dicho aún? ¿Acaso no piensas hacerlo?
—Yo...— balbuceó Harry.
—¡¿Estas loca?! Por fin consiguió separar a su hermana de ese mortifago, ¿y quieres que los vuelva a unir? — reclamó Ron, cuando hubo terminado de tragar todos los panqueques que tenía en la boca.
—¡Lo que hicimos está mal, y lo saben los dos!
—Solo estoy viendo... si en poco tiempo ambos lo superan, tal vez y hasta haya sido lo mejor. Les ahorré terminar en el futuro, ¿no?— se excusó Harry.
—¿Y cuánto tiempo es poco tiempo? ¿Cuándo creerás que ya es suficiente, cuando ambos ya no puedan ser aún más miserables? Excúsate como quieras Harry, pero estás haciendo esto por ti, no por tu hermana.— se paró ofendida y se fue, también. Harry suspiró frustrado y se golpeó la cabeza con la mesa, ¿qué debe hacer?
—No te preocupes Harry, estás haciendo lo...
—Cállate, Ron.— lo interrumpió, siendo otro en ponerse de pie y salir de la sala.
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—Escúchame bien, San Potter, no se que hayas hecho pero lo vas a arreglar ¡ya!— Harry quedó anonadado al ver una varita apuntando a su cuello, aún sorprendido por haber sido arrastrado a un pasillo y acorralado contra la pared. —¡Habla! ¿Que le hiciste a Draco?
—¿Qué?— fue lo único que pudo responder.
—Draco no me habla, no sé que le pasa. Desde que se fue a esa cita está deprimido y sé que tú tienes algo que ver, ¡así que dime que hiciste!— dijo Blaise.
—No sé de lo que estás hablando...— aún agarrándolo por el cuello de su camisa, lo azotó en la pared.
—¡Te vi en su cuarto ese día mientras hablábamos! Al menos procura que la capa te tape los pies si vas a andar espiando, Potter.
—¡Suelta!— masculló, empujándolo y liberándose de su agarre.— ¿Acaso crees que me creeré que no te haya contado todo ya?
—No quiere hablarme, no me ha dicho absolutamente nada desde que volvió de la cita. Ni siquiera un buenos días, o un "¡eres un estúpido Zabini!" Y estoy extremadamente preocupado, Harry, por favor.— suplicó lo último en una voz tan baja que Harry raramente lo escuchó, pero viniendo de un Slytherin... supo que la cosa iba en serio.
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—¿Y bien? ¿No dirás nada?— le preguntó Harry a Blaise, éste sólo dejó salir un suspiro a la vez que bajaba su mirada.
—Eres un idiota, ¿lo sabías?
—¡Estaba preocupado por mi hermanita!
—No es así, solo no querías que estuviera con Draco. ¿Por qué? ¿Es porque es tu "archienemigo" o solo por ser él?
—Yo... ¡Agh! No lo sé.
—Él realmente la ama mucho, Potter. — Blaise sonrió con la mirada perdida, como si estuviera recordando algo.— Recuerdo que una vez, en uno de sus cumpleaños, le regalaron un abrigo Muggle. Draco amaba ese abrigo, porque tenía un gran dragón verde tejido enfrente, mientras su padre estuvo de viaje lo usó todos los días, pero un día antes de que llegara, lo quemó. Le teme tanto a su padre que incontables veces en su vida se ha desprendido de cosas que quiere solo para complacerlo, ¡Dios! Draco hasta finge ser odioso para que su padre esté orgulloso de él, pero estaba dispuesto a arriesgarse por tu hermana, Harry y cuando digo arriesgarse, es... arriesgarse en serio. A que lo maten a crucios o lo destierren de su familia.
~Y es que, ella es la única que entiende que no se puede esperar que alguien te de lo que no tiene. ¡Sí, Draco es un narcisista arrogante y envidioso, pero es todo lo que lo han obligado a hacer! ¿Cómo esperas que sea amable si lo más amable que han hecho por él es no golpearlo demasiado fuerte?... hasta que llego tu hermana, claro está. Ella no mira al frío príncipe de Slytherin cuando lo ve, mira a Draco Malfoy, un chico perdido en su propia vida, Draco Malfoy la marioneta de su padre, Draco Malfoy el cariñoso y gracioso chico que solo pocos sabemos que es. Y hace días que mi mejor amigo no se burla de mi, o me hace bromas estúpidas cómo esconder revistas de porno gay en mi cuarto para que la prefecta me las confisque porque sabe que me gusta. Así que por favor, por favor te pido que... no dañes a Draco más en su vida, ya no lo hagas seguir perdiendo gente que ama.

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Sangre Pura (Draco Malfoy)
FanfictionSinopsis. El día en el que quien-no-debe-ser-nombrado busco seguidores en la casa Potter Evans, su madre había estado acurrucando a su pequeña bebe de tan solo 6 meses, mientras Harry, su hijo mayor de 1 año de edad jugaba en la alfombra. Ella escu...