Sangre Pura (Draco Malfoy)

012

—¿Estás seguro de esto, Harry?— preguntó Hermione tendiéndole a Ron la poción multijugos, Harry tragó con fuerza ante la duda que comenzaba a atacarlo.

—¡No te pongas a pensarlo ahora, Harry! ¿Acaso quieres que tu hermana termine con un... Slytherin?— dijo Ron, como si la sola palabra le resultara repugnante.

N/A porque todos sabemos lo crueles que son los Weasley con los slytherin's jeje (Weasley Fantasma)

—No.— suspiró. —Bébetelo, Ron.

Ron sonríe satisfecho y se toma la poción, su cuerpo comienza a temblar en la transformación, corre al baño de su habitación y se encierra ahí. Cuando sale luego de unos minutos, se puede ver a Draco Malfoy con expresión de asco. Su uniforme le queda mal en su nuevo cuerpo, muy ancho en la parte abdominal, muy corto en cuestión de altura.

Mientras que a Hermione, ahora Astoria, su nuevo uniforme Slytherin le queda como un guante. Ambos parecen igual de asqueados portando el uniforme de los "mortífagos"

Luego de que Ron se pone el uniforme de Slytherin que la misma Astoria Greengrass le proporcionó, se dirigen hasta el gran comedor, esperando para actuar. Harry, desconfiando de la Slytherin, entra a la sala común de dicha casa bajo su capa de invisibilidad y sube hasta la habitación donde ella le dijo que estaría por si quería corroborar su lealtad. Allí se encuentra Draco, tendido en su cama con una sonrisa que dejó a Harry enmudecido, pues jamás lo había visto así.

Tenía un libro en sus manos, y las piernas cruzadas en una posición relajada mientras leía. Todavía no había rastros de la Greengrass, pero si estaba Zabini, sentado en el otro extremo de la cama. Fue ahí cuando Harry se dio cuenta, de que los Slytherins tenían habitación propia, y tuvo envidia.

—¿Qué estás haciendo?— le preguntó Zabini a Draco, sobresaltando a Harry que por un momento pensó que le hablaba a él.

—Ya te lo he dicho, Blaise. Y sí, estoy seguro.— respondió a su pregunta no formulada aún, levantando la vista de su libro solo un segundo para mirar al moreno.

—Pero... sabes que pasaría si tu padre se entera, ¿verdad?

—Sí, pero igual lo haré. Es tiempo de que comience a hacer más lo que me haga feliz a mi, y menos lo que haga feliz a mi padre.— esbozó una sonrisa sincera que, de nuevo, extrañó a Harry.

—Y esa frase seguro te la dijo ella.— contestó el otro, contagiándose de la sonrisa del otro. —Yo te apoyo, amigo. Hacia mucho que te veía tan feliz.

—Gracias, Blaise.

—Me extraña que estés tan calmado, yo estaría temblando si estuviera a punto de declararme.— Harry abrió los ojos como platos y se aferró aún más a su capa, no sabía si debería estar feliz porque decidió actuar, o si sentirse asqueado consigo mismo. Decidió ignorar el sentimiento.

—Realmente la amo, Blaise. Y sé que ella me ama a mi, puedo sentirlo cuando estamos juntos. Sé que me dirá que si.

—¡Draco!— gritó la Greengrass entrando por la puerta, sonrió mientras lo miraba — Snape me mandó contigo, necesito que me expliques cómo hacer una poción.

—Yo, realmente estaba por salir, tengo un compromiso en unos minutos.— dijo mirando su reloj de bolsillo, la Greengrass negó suavemente y se acercó.

—No puede ser luego, y te tomará solo unos segundos, simplemente dime el procedimiento y yo lo anotaré.

—De acuerdo.— suspiró.

Harry decidió que había visto suficiente y corrió hasta el gran comedor, sentía una gran opresión en su pecho, culpabilidad quizá, pero continuó ignorando el sentimiento cuando llegó al gran comedor y su hermanita estaba bajando los escalones con una gran sonrisa. Le dio la señal a Hermione y Ron, que comenzaron a hablar como si fueran Malfoy y Greengrass.

—Es fácil sacarle información, está muy enamorada de mi, la pobre.— dijo Ron, Hally confundida creyó reconocer la voz de Draco, por lo que se acercó a ver. Harry se dio cuenta de que retuvo su respiración al "comprobar" que era quien ella creía.

—Pobrecita, me da pena. ¿Cómo pudo pensar que estarías con una Potter por otra razón que no fuera el simple placer de fastidiar a su hermano? —La opresión del pecho de Harry solo incrementó, a través de la capa, incluso tuvo la impresión de ver como el corazón de su hermana se rompía a través de sus ojos.

—Me iré, debe estarme esperando en el lago, te cuento que le saque después.— "Malfoy" se acerca y le da un beso a "Astoria" en los labios, luego sale a pasos largos del gran comedor, fingiendo no saber que Hally se encuentra ahí. Ella se queda ahí por unos segundos, perpleja y una lágrima se sale por su mejilla, luego comienza a dirigirse al lago negro.

Es por su bien.— piensa. Pero eso no disminuye su culpa.

Ron se aseguró de desviarse sin que Hally se diera cuenta, y en el fondo ya se veía al verdadero Drago Malfoy recostado contra un árbol, con sus manos en sus bolsillos y una sonrisa en su cara, mirando al cielo. La culpabilidad vuelve a oprimir el pecho de Harry.

—Hally, llegas...— el Malfoy es interrumpido con una cachetada que lo deja aturdido. Se lleva un amaño a la mejilla y mira a la menor con asombro. —Hals...

—¿Cómo pudiste? ¡¿Cómo pude yo, pensar que puedes ser sincero?!— gritó, las lagrimas descendiendo cada vez más rápido por sus mejillas.

—Hally, ¿qué estás...?— trató de sostener su brazo, más Hally se quitó con odio, como si su toque la quemara.

—¡No quiero que me vuelvas a hablar, jamás!

—Hals, por favor, no entiendo...

—¡Yo soy la que no entiende! ¿Estás contento? ¿Conseguiste lo que querías?

—Hally, no sé de qué hablas, pero sea lo que sea debe ser una trampa, tu hermano estaba en mi cuarto antes con su capa de invisibilidad y yo fingí que no lo veía, pensé que solo quería ver que planeaba para hoy contigo, así que lo deje para que se diera cuenta de mis intensiones contigo.— suspiró, al ver que la Potter no le creía, y sujetó sus manos. —Yo te amo, Hally, jamás te mentiría...

Otra cachetada, aún más fuerte y cargada de dolor. Harry vio con horror el segundo corazón roto del día a través de los ojos grises del rubio, y finalmente se arrepintió.

—No es cierto, ¡tú no me amas y yo nunca te ame!.— fue lo último que sentenció la menor antes de salir corriendo, y Draco ni siquiera se vio con la fuerza de seguirla. Simplemente se quedó ahí parado sin hacer nada, no lloraba, ni gritaba, ni se veía confundido. Simplemente estaba ahí, con una mano en su corazón.

—¡Ja! ¿Qué tal todo ahora, Malfoy?— Harry levantó la vista para ver a otro Malfoy frente al real, al ver a su doble el entendimiento se extendió por su rostro, más la pesadumbre no lo dejó. Harry se descubrió y caminó hasta Ron, su corazón sintiéndose pequeñito.

—Malfoy...— murmuró Harry, mirando el contrario, esperando de el cualquier reacción menos la que presentó;

Una lágrima se deslizó por su mejilla, y sus ojos se levantaron con puro dolor reflejado en ellos, la limpió con fuerza y se marchó. No a paso apresurado, si no más bien a paso normal. Solo caminó hasta la escuela, y el trío de oro se mantuvo en silencio hasta que ya no lo pudieron ver.

—Chicos...— murmuró Hermione, aún como Astoria, con lágrimas bajando por sus mejillas y sus manos cubriendo su boca.

—Cometimos un error.— terminó Harry.