CAPITULO 18 PERDIDA DE UN AMOR II

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CAPITULO 18 ADIOS SAN LORENZO

UN NUEVO COMIENZO

En ocasiones las personas no suelen dejar más que una pequeña huella en nuestros corazones, a veces el lazo no es tan grande que puede romperse con facilidad pero ¿Qué ocurre cuando de verdad puede ser tan grande como para no olvidarlo nunca? A veces quisiera tener la respuesta de todo, de este amor tan grande que a veces quema y duele la herida como una daga fuerte que humea dentro de mi corazón ardiente del amor que tanto se siente que a veces no deja respirar.

A veces no se puede ir contra el tiempo, ni contra las decisiones de los demás y menos se puede ir contra la naturaleza de la vida lo único que queda es seguir adelante con la mejor sonrisa posible, eso lo aprendí hace mucho pero a veces hay situaciones que pueden rebasar el autoestima positivo de cualquier persona.

A veces simplemente quisiera que el tiempo regresara pero a veces no se puede dar algo para perder otra cosa pero ¿En realidad no se puede? O es que somos a veces tan egoístas de querer todo ¿será? O simplemente como todos solo buscamos la felicidad que a veces por las ruletas de esta rueda de la fortuna cambia y no sabemos cómo volver a estar en el punto de equilibrio.
A.P.S

Esto era simplemente increíble pensaba el rubio, mientras miraba como Helga se aferraba a veces a mi mama pensando que era la suya aunque mi mama le había explicado ya al parecer que ella no lo era pero como Miriam Pataki no andaba por allí, Helga le pidió que dejara estar junto a ella. Por lo que no pudo negarse.

-¿Qué piensas hijo?
Arnold se sobresaltó un poco al escuchar la voz de Miles detrás de él, este solo sonrió en modo de disculpa por asustarlo pero se sentó a su lado -¿A veces has sentido que tomaste una mala decisión?

-Si claro –Respondió Miles sorprendido por tal pregunta, porque Arnold era tan solo un niño tenía toda la vida por delante ¿Por qué darle importancia a algo que seguramente tiene arreglo? – ¿Por qué lo preguntas hijo?

Arnold lo miro melancólicamente pero parecía no estar ahí, suspiro y miro de nuevo hacia Stella y Helga quien sonreía dulcemente al ver a la pequeña bebe en sus brazos –Por nada
Stella se acercó un momento a ellos –Arnold debes tenerle paciencia, ella no recuerda nada y no sabemos que…

-¿Absolutamente nada? Pero la vez pasada recordaba cosas como su nombre, su familia, amigos y…
-Tranquilo hijo –Dijo tomándolo de sus hombros –La amnesia que tiene pensamos que es solo temporal, seguro cuando vuelva a Hillwood volverán sus recuerdos.

Arnold trato de respirar con más tranquilidad pero no podía, estaba al borde de la desesperación, todo lo que habían vivido y habían avanzado todo se… ¿se perdería?

-Bien –Dijo para no preocupar más a su madre –Mama –Sonrió dulcemente, con todo esto no había tenido el tiempo para asimilar que las personas que estaban ahí eran sus padres y por consiguiente por estar pensando en lo de Helga no había tenido un momento para disfrutarlos porque…porque a partir de ahora los tendría por siempre.

-Mi pequeño –Lo abrazo dulcemente mientras Miles también lo abrazaba.

Esto era observado por una rubia con una bebe en brazos recién nacida, aquella imagen la hizo sentir una calidez embriagadora en su ser, una felicidad infinita por aquella persona pero era algo confuso después para ella porque ¿Por qué sentía eso si no lo conocía? ¿O no lo recordaba? Daba igual ¿Por qué?
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Miles miraba el automóvil que había traído Eduardo junto con el profesor Simmons en este se transportarían a la ciudad para poder tomar un avión de vuelta a Hillwood, Arnold miraba a los alrededores en búsqueda de alguna pista sobre todo de Frade y de Ryan no podía irse así…no podía sin antes hablar con ellos.
-¿Arnold?

-¿Qué fue lo que paso papa? –Pregunto algo exasperado, el día anterior que despertó nadie le explico gran cosa y realmente comenzaba a sentirse desesperado por no entender ¿Por qué los ojos verdes desaparecieron o los dejaron?

-Solo dijo Jal que era mejor así, tus amigos no recuerdan nada de lo que paso y creo también que es mejor, solo saben que hay una aldea de ojos verdes y que ahí nos encontraste pero ¿Para qué traerles recuerdos de la sombra y que estuvieron por matar a dos personas? ¿O a Gerald para que traerle la viva imagen de sus sueños invadidos por la sombra y que estuvo a punto de matar a Helga o de morir?
Arnold le miro sorprendido por todo lo que decía ¿Cómo sabia lo de Gerald?

-Jal me dijo varias cosas Arnold –Dijo con simpleza Miles –Y el decidió que esto era lo mejor solo nosotros conservamos esos recuerdos, también quería que tu olvidaras pero dijo que era necesario que tú lo conservaras por… -Se detuvo un momento mirando a su hijo –Por si acaso
-¿Puede acaso volver la…?

-El mal siempre existe Arnold, además también dijo que tu tenías que tomar una decisión y que cuando lo hacen correctamente los hijos al volver a casa solos, significa que pueden volar –Miles sonrió –Bueno algo así dijo
Arnold quedo algo pensativo pero después sonrió –Claro, no pienso eso papa
-Ni yo tampoco porque espero que puedas volar hasta que estés listo y no antes –Guiño un ojo antes de tomarlo de la mano –Es hora de irnos

-Si –Miro atrás…sabía que al irse así quedarían muchas preguntas más sin resolver, muchas dudas e incluso reclamos hacia esas personas pero no podían quedarse más, además Helga necesitaba estar con su familia de nuevo, tal vez así recordaría poco a poco.
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Helga.

No entendía muy bien ¿Qué era lo que pasaba o como había llegado a ese lugar? Pero me sentía cómoda con Phoebe y con Stella o Miles, también los abuelos de ese niño, pero no entendía porque, pensaba al principio que alguien tan dulce y amable conmigo como Stella podía ser mi madre pero pronto me desengañaron de mi delirio.

No entendía bien lo que había pasado pero lo que si es que imágenes extrañas de cosas extraordinarias que en la vida real no sería posible, me sorprendían de repente en mi cabeza, atormentándome un momento donde observaba a alguien a punto de morir, era extraño y algo agridulce.

Observaba como aquella hermosa familia iba delante mío, tomando de la mano a su hijo Miles miraba a su alrededor para poder ver los vuelos imagino, sus abuelos iban a mi lado tomándome Puki la mano para que no me extraviara supongo algo que hacía sentirme extraña.

-Pronto volveremos al batallón mi pequeña Eleonor –Murmuro la anciana mirándome con dulzura
-Seguro te sentirás mejor –Sonrió Phill

-¿Qué hacemos en este lugar? –Pregunte mientras miraba a mi alrededor, era una gran sala donde estaban varias personas con maletas iguales a los que llevaban los demás compañeros y familiares del niño con cabeza de balón.

-Esperaremos a que nos lleven de vuelta al batallón para poder reunir fuerzas para poder ganarle al emperador de roma
-¡Puki ya basta no confundas más a la niña!

Sonreí no entendía bien porque pero me sentía tan bien pero entonces…
-Helga –Aquel niño raro de nuevo
-¿Si?
-Lamento mucho lo de ayer, mi nombre es Arnold
-Claro –Dije sin tomarle mucha importancia pero sintió los nervios de punta, ¿Por qué?

-No me recuerdas ¿verdad?
-No –El bajo la mirada tristemente y yo me sentí bastante mal por él, pero después de un momento sonreí –Pero me gustaría recordar – ¿Porque lo dije? No lo sé y menos supe porque sonreí como sonreí

El atino a sonreírme felizmente y extendió su mano por lo que yo también lo hice pero…

-¡Ah! –Sentí un dolor punzante que recorrió toda mi mano y brazo, me doble del dolor y de inmediato me solté de la mano de Arnold, quien parecía haber sentido o algo parecido o al menos se había dado cuenta que algo malo pasara porque puso una cara también de dolor y preocupación, pero no entendía porque, al tiempo que me solté de su agarre una imagen…una imagen que me acosaba desde que desperté de mi sueño me ha estado acosando.
-¿Helga?

No respondí me costaba respirar como si el dolor punzante se hubiera quedado en mi corazón –Ah –Susurre mientras trataba de respirar.
-¡Helga!

Oscuridad absolvente volvió a mí alrededor. Oscuridad envolvente me está llevando al fondo del vacío, vacío espeluznante, vacío asfixiante, soledad vuelve a mi después ya no hay nada más que el silencio eterno de la oscuridad intensa absorbiendo cada una de las partes a mi alrededor. Silencio es todo lo que hay. Oscuridad total.

AMNESIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora