Cinco años. A Jongdae le tomó cinco años volver y realmente pensó que Minseok lo esperaría, nunca imaginó que lo encontraría desposando a alguien más.
Pero Jongdae no ha sido el único dentro de los miembros del SQUAD en ser tratado de la patada por...
—¿Sabes en dónde está Minseok? —Jongdae empezaba a preocuparse... nah, ya estaba en pánico —cuando regrese con Junmyeon ya no estaba y no ha regresado.
—Tal vez pidió la tarde libre ¿Ya le preguntaste a su jefe? —contestó Luhan al otro lado de la línea.
—No. ¿Crees que fue con Marc? —Jongdae preguntó con miedo.
—No, Dae. Marc está en su propio trabajo, ni siquiera han hablado por teléfono. ¿Cierto Yixing? —Luhan le preguntó a su compatriota, el chino subió sus pulgares. Estaba ayudando a Sue a hacer una tarea de apresto y tenía un auricular inalámbrico en su oreja, si cualquiera de los números intervenidos —incluyendo el de Jongdae— recibía o hacía una llamada, Yixing la escucharía, justo como estaba escuchando la de Luhan con Jongdae.
—Tal vez está en la azotea, —sugirió Yixing sin despegar su vista de los trazos que Sue realizaba con esfuerzo.
—Oh, sí —Luhan asintió hacía Yixing. —Jongdae, es probable que Minnie esté atiborrandose de repostería en una pequeña pastelería en el camino entre su casa y el trabajo. Espera te estoy enviando la dirección. Suele ir allá cuando tiene días difíciles.
⚡⚡⚡
Al poner un pie en el establecimiento, Jongdae comprendió por que Minseok recurría a ese lugar en días difíciles.
La pastelería estaba ubicada en la azotea de un centro comercial, de ahí el nombre, era un lugar completamente al aire libre y tenía vista a la ciudad, el centro comercial no estaba rodeado de muchos edificios por lo que la vista era buena, también había muchas plantas por doquier, como si fuera el jardín de una delicada anciana.
No tardó mucho en divisar a Minseok; estaba sentado en una de las mesas más alejadas con una mirada distante, una porción de pastel estaba servida frente a él y todavía no la había tocado. Jongdae dudó por un momento, tal vez debería dejarlo solo, tal vez no debería interrumpir... Minseok levantó la mirada de su plato y divisó a Jongdae, quien se sintió descubierto bajo esa gatuna mirada.
—¿Necesitas algo de mi? —preguntó Minseok sonando decaído.
—Solo quería saber si estabas bien. —murmuró Jongdae.
—Gracias, por preocuparte.
El silencio entre ellos volvió pero el millonario no podía dejarlo ser.
—¿Por qué no te lo comes? —Jongdae señaló el plato frente al bello hombre que amaba.
—Ya no lo quiero.
—El relleno se está derritiendo. —comentó Jongdae.
—Es yogurt —informó Minseok sin mucha emoción, aunque le animó un poco, solo un poquito, ver la cara de asco que ponía Jongdae. —Pruébalo. —pidió empujando el plato hacia él.
—No. Si no te lo estás comiendo es porque seguro sabe horrible.
—Serás tonto. Si no me gustara no lo hubiera pedido, pero es que la verdad ya no lo quiero.
Jongdae tomó la cuchara y sacó un poco de yogurt del centro del pastel. Una de las camareras que pasaba por ahí se detuvo boquiabierta mirando la forma en que el sujeto que acababa de llegar se comía el postre. Minseok casi sintió que sus ojos caerían de sus cuencas de lo sorprendentemente obsceno de la situación.
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