3. SE BUSCA ABOGADO (para divorciar a mi ex)

25. OTRA OPORTUNIDAD (FINAL)

Marc había olvidado la fiesta de los trillizos por completo, se había pasado todo el día ayudando a Robin a secar su casa y muebles y nunca recibió un texto de Minseok, lo que le hacía pensar que su esposo estaba molesto pero ya lo compraría después con un postre. Cuando por fin recordó la fiesta, supo que era muy tarde pero de igual manera condujo hasta la gran mansión Kim.

Nunca, jamás, se le cruzó por la mente la posibilidad de encontrar a Minseok tan acaramelado con el ex no importante que no valía la pena recordar. La mitad de sus sueños se rompieron y se esparcieron por el suelo al igual que todo ese pastel que estaba regado por el piso. Su corazón latía con fuerza delatando su miedo, Jongdae fue el primero en mirarlo y luego Minseok quien perdió su radiante sonrisa y se separó un poco de su ex.

Marc quería golpear al tipo ese hasta deshacerle su atractivo rostro, pero hubo algo, un pequeño pinchazo de reconocimiento que hizo que Marc se sintiera como un estúpido; él solo había sido un pasatiempo, el “peor es nada” ante la ausencia de un evidentemente verdadero amor. Minseok nunca le había pertenecido realmente. Las sospechas empezaron cuando Minseok le había contado su descabellada historia con el ex y la escena frente a él lo había confirmado.

—Pensé que no te gustaban los besos en público. —dijo acusadoramente.

Minseok había evitado tantos besos o muestras de afecto frente a la gente, pero claro, eso había sido con Marc porque obviamente si se trataba de su ex, Minseok podía ignorar el mundo a su alrededor y sonreír con felicidad sobre los labios ajenos.

—Marc… yo… —Minseok no lo había planeado así, en su cabeza había puesto una conversación en la que no hiriera mucho a su próximo ex esposo.

—¡Jongin, Voy a ser papá!

Kyungsoo salió casi corriendo de la casa en ese momento para buscar a su moreno en el jardín. Jongin lo escuchó y corrió a su encuentro levantándolo del suelo y besándolo.

—¿Vamos a ser papás? —preguntó Jongin con emoción.

—Sí, vamos a ser papás —Kyungsoo cambió su primera declaración al plural. —Baekhyun, ella quiere hablar contigo.

El abogado sonrió maleficamente y caminó a paso firme dentro de la casa para poner a esa rata ladrona en su lugar.

—¿Podemos hablar? —Minseok soltó los dedos de Jongdae por fin y se acercó unos pasos a su esposo.

—No, Minseok. Creo que no hay nada que decir.

—Yo no quise hacerte daño. —Minseok le dio una mirada suplicante.

—Eso no cambia el hecho de que lo hiciste. —Marc respondió rápido, de alguna forma quería hacerle saber que aunque contuviera su avalancha de emociones, dolía. —Pero dime algo —preguntó tal vez por mero masoquismo, Minseok asintió— ¿Eres realmente feliz con él?

Minseok asintió de nuevo antes de murmurar una afirmación.

—Entonces no tengo nada que hacer aquí. Sacaré mis cosas del departamento.

—No. Ya lo he hecho yo. —la declaración tomó por sorpresa a Marc, puede que haya notado que Minseok se comportaba extraño y tal vez un poco distante últimamente, pero nunca imaginó que planeaba abandonarlo.

—Estabas decidido. —Marc señaló.

Minseok podía ver con claridad el sufrimiento de Marc, la decepción y el miedo en sus ojos.
—Estoy seguro de lo que quiero. Te enviaré los papeles de la anulación. Perdóname, Marc.

Marc no dijo nada, se acercó a su esposo y lo besó en la frente con suavidad.

—De verdad espero que no te arrepientas de esto. —susurró conteniendo sus lágrimas y salió de la mansión, presintiendo que no volvería a verlo.