13. FRUSTRACIONES

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—Despacio... despacio... despacito —Kyungsoo gruñó en su oído, —sácala despacio. —pidió conteniendo el aliento.

Jongin le dio una mirada atemorizada, una gota de sudor rodó desde su sien, él también contenía el aliento.

—Tienes que sacarla —lo apremió Kyungsoo, —vamos.

Jongin la sacó por fin pero su movimiento fue demasiado brusco, ambos gritaron al unísono cuando la pila de piezas rectangulares de madera se desmoronaron sobre la mesita de noche.

Kyungsoo empezó a reírse formando con sus labios un corazón y mostrando casi todos sus blancos dientes, sus ojos estaban casi cerrados como lunas menguantes, hacía mucho que no se divertía tanto. Llevó sus manos al rostro de Jongin para obligarle a mirarlo.

—Sueltame ya ¿si? Ya te prometí muchas veces que no escaparé.

—Es difícil confiar en tus promesas —Jongin desvió su mirada, porque si veía a Kyungsoo a los ojos por mucho tiempo sentía que sus músculos se volvían de gelatina y su cerebro amenazaba con hacer cortocircuito. ¿Por qué tenía que haberse enamorado de alguien tan bello?

—Por favor, Nini, no me gusta estar amarrado, no soy un animal —intentó hacerlo entrar en razón con voz calmada, persuasiva, casi hipnotizadora.

Jongin se removió incómodo, Kyungsoo siempre sería su perdición, por fin levantó su mirada e intentó buscar el engaño en los ojos de su prisionero, pero esos enormes ojos oscuros que lo miraban suplicantes parecían honestos. Jongin llevó una mano al rostro de Kyungsoo y con su pulgar acarició el labio inferior del cocinero mientras negaba con un movimiento de su cabeza. Ambos se sostenían los rostros y fue Kyungsoo quien acabó con ese pequeño espacio que separaba sus labios de los gruesos de Jongin.

No lo hizo para convencerlo de su liberación; lo hizo porque lo necesitaba, porque aunque todo este tiempo separados hubiera empujado al moreno muy al fondo en su cajón de recuerdos, de alguna forma al verlo de nuevo todo había salido de ese cajón, todos sus deseos reprimidos, todas sus ganas y honestamente ya estaba harto de no complacerse a sí mismo. Así que, aunque fuera egoísta y hubiera una alta posibilidad de que ambos terminaran lastimados, empujó a Jongin hasta dejarlo sentado en la cama y se subió a horcajadas sobre él teniendo cuidado de que las sábanas que hacían el papel de soga no se enredaran entre las piernas del más alto. Siguió besándolo de una forma apasionada sosteniéndose de los anchos hombros de Jongin, quien estaba positivamente embelesado con los labios de Kyungsoo desgastando los propios.

Jongin se acomodó mejor en la cama con sus dedos aferrados posesivamente a la cintura de Kyungsoo para ejercer mayor fuerza en la fricción que el pequeño creaba entre sus cuerpos mientras recorría con sus enloquecedores labios el extenso cuello de piel ligeramente bronceada.

Kyungsoo... —Jongin gimió el nombre del pequeño, —Por favor no te vayas. —suplicó cerca de su oído antes de deslizar sus manos hacia el blanco tobillo rodeado por un nudo. Kyungsoo no dejó de besar el cuello y boca de Jongin hasta que su tobillo fue completamente liberado, solo en ese momento se puso de pie, Jongin lo miró desde su posición en la cama con el temor haciendo mella en su bonito rostro, en la boca de Kyungsoo se dibujó una sonrisa torcida antes de empezar a desvestirse frente a los ojos sorprendidos de su antiguo y futuro amante. Avanzó desnudo hasta alcanzar al que fue su mejor amigo por muchos años para ayudarle a deshacerse de su ropa.

El sonido de sus forzosas respiraciones y de sus cuerpos frotándose llenó la blanca habitación en la que solo existían ellos, lejos del mundo que transmitía una interesante noticia por varias cadenas televisivas.

3. SE BUSCA ABOGADO (para divorciar a mi ex)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora