¡No se lleven a mi gordito!

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—¿Qué? ¡Esperen un momento! ¿Qué significa esto? ¡NO PUEDEN LLEVARSELO!

Ian de inmediato se enfrentó a los dos oficiales que ya tenían a Joe esposado. Impulsivo como era, al sexi modelo le importó poco verse en problemas por tal actitud; pero no permitiría que se llevaran preso injustamente a su gordito.

—Señor, por favor no se inmiscuya en asuntos policiales. Le pedimos que nos permita cumplir con nuestro deber. —Uno de los oficiales intentó calmar a Ian.

—¡Ian, No te metas! No quiero que te metas en problemas. —Joe también se preocupó por el modelo, ya que conocía su carácter.

—¿Pero qué significa esto? ¡Usted no es capaz de hacer algo así como lo que le acusan! —le respondió Ian.

—Oficiales, debe haber alguna equivocación. Nosotros trabajamos con el señor Smith, es una dulzura de persona. ¿Cómo alguien puede acusarlo de homicidio? —Viví también salió al paso para intentar defenderlo.

Y con ellos, el resto de los allí presentes. De pronto los oficiales se vieron rodeados de personas que alegaban a favor de Joe... Aunque Fabré como siempre...

—Bueno, yo no me confiaría... Porque he visto casos que la gente dice: "¡Ay pero si era tan buen vecino!", ¡"No, debe haber un error, él no mataría ni a una pulga!" ¡Y luego resulta que era un Asesino en Serie!

—¡Cállate, Fabré! ¡Si no vas ayudar, no abras la boca! —Le regañó Vivi delante de los oficiales.

—¡Señores y señoritas! Les pedimos por favor que no interfirieran. El señor Joseph Smith tiene una denuncia y debe presentarse ante el juzgado. Allí se decidirá si es o no culpable de lo que se le acusa. Permitan que las autoridades hagan su trabajo.

Y diciendo esto, los oficiales sacaron a Joe del Estudio. Ian y el resto del personal estaban muy indignados. Aunque Vivi se preparó para dirigir el inició del trabajo en lugar de su jefe, y mantener así el cronograma, Ian no tenía otra cosa en la mente que estar al lado de Joe.

—Lo siento, no puedo quedarme, Voy a la jefatura.

—Pero... ¡Ian! ¡Tú eres el modelo! ¡No puedes irte! Escuchaste lo que dijo el señor Smith: "tenemos que continuar el trabajo".

—Vivi, ¡discúlpame! Adelanta lo que puedas, yo igual no voy a poder concentrarme.

—Bueno, está bien. ¡Mantennos informados!

Vivi le anotó su número de móvil y este lo guardó. El modelo fue a cambiarse de ropa, y minutos después salía del edificio. Desde su auto se comunicó con su mejor amigo:

—Scott, necesito un favor...

—Ian, ¿No estás trabajando a esta hora? ¿Qué sucede?

—¿Puedes comunicarte con Danny? Avísale que el señor Smith está detenido en la jefatura distrital. Lo acusan de intento de homicidio.

—¿Qué? ¿Al gordito? ¿Y qué hizo? ¿Se sentó encima de alguien por accidente?

—¡Scott! ¡Esto es serio! ¡Guárdate tus "bromistas" para otra ocasión! ¿Vas a llamar a Danny o no?

—¡Si! ¡Ya bájale dos! Igual pensaba llamar a esa pasiva hoy. Me das una buena excusa y así no sueno tan "necesitado". ¿Dónde estás ahora?

—Voy camino a la jefatura.

—Ian, ¡no hagas eso! ¡Mantente al margen! Te estás delatando tú mismo. ¿Qué crees que va a pensar Charlotte cuando se entere?

¡Quiero un gordito para Llevar!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora