Los hombres guapos también tienen su corazoncito

9.6K 1.2K 1K
                                    


—Bien, supongo que "hasta aquí nos trajo el rio"... ¡Qué pases buenas noches!

—¡Hey! ¿A dónde piensas que vas, grandote? Hablaba muy en serio en la disco. Estoy solo así que no tienes por qué intimidarte.

Alex miró a Danny inclinando su cabeza de lado y sonrió. Entonces cerró los ojos, respiró profundo y se cruzó de brazos frente a él:

—Recuerdo muy bien lo que le gritaste a tu ex novio mientras salíamos de la disco. Y quizás hace un par de meses atrás no hubiese pensado dos veces tu "tentadora" proposición. Pero... Tengo que rechazarla.

—¿?

—¡No me mires así! Me gustas, en serio; pero no puedo hacer esto. Danny estás muy dolido y despechado por lo que ese tipo te hizo, y cuando nos sentimos de esa forma tomamos decisiones estúpidas de las cuales nos arrepentimos luego con creces. Y aunque para mí sería un placer servirte para desquitarte de él, no puedo hacerte esto, ni a ti, ni a mí.

—Pero fui yo el de la idea.

—Sabes, no creo que "seas tú" el de la idea. Creo que el que habló en la disco fue un chico muy dolido y lleno de rabia. El "verdadero Danny" se merece algo mejor que tener sexo con un desconocido por venganza. ¿No te parece?

—Entonces... ¿No te veré más? —Le preguntó Danny muy apenado.

—¡No! ¡No he dicho eso! Sólo quiero que si nos vamos a la cama tú y yo sea porque ambos deseamos hacerlo, porque nos gustemos. No sería justo hacerlo ahora, yo me estaría aprovechando de ti...Y en cierto modo tú me estarías usando. Como te dije en la disco, creo que tú y yo podemos llegar a algo y ayudarnos mutuamente a superar nuestras pésimas relaciones amorosas, pero sólo si empezamos las cosas bien, ¿No te parece?

—¡Vaya! ¡Eres un buen tipo en serio, Alex! Me agrada haberte conocido.

—Opino lo mismo de ti. ¿Qué tal si mañana me escribes y te invito a almorzar? Sólo escríbeme cuando te desocupes y pasaré por ti.

—¡Vale! Me parece genial.

Danny se acercó a Alex para besarlo, pero este se echó para atrás como si el pequeño azabache fuera criptonita.

—Mejor dame la mano para despedirnos, porque si te beso, ¡todo lo que dije anteriormente lo voy a mandar a la mierda!

—¡Está bien, grandote! Nos vemos mañana.

Alex le dio la espalda y se retiró con rumbo al estacionamiento.

***

—¡Ian! ¡Ian! ¡¡¡IAN!!!

—Pero... ¿Qué mierda...?

Ian se quitó la almohada de la cara y vio a su amigo con expresión trágica sentado en el sofá. Levantó su teléfono y vio la hora: Eran las 4:35 am.

—¿Por qué me estás despertando a esta hora? ¡Nos acostamos a las dos!

—Necesito tu ayuda...

—Si vas a masturbarte puedes hacerlo solo. ¡Ahora déjame dormir que mañana tengo que estar en la agencia a las nueve.

—¡Estoy hablando en serio, idiota! La cagué, Ian. Necesito recuperar a Danny. ¡No puedo perderlo así!

—¿Ahora es que te das cuenta lo imbécil que has sido? Esa flor ya está más muerta que la de Pedro Infante... ¡Déjame dormir!

—¡¡¡IAN!!! ¡Estás en mi departamento y en mi sofá! ¡Ahora me soportas y me ayudas o no te dejo dormir una mierda!

¡Quiero un gordito para Llevar!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora