Álter Ego: Locución latina que significa "otro yo".
Yurio aún no entendía lo que le sucedía el era un beta no podía estar con un alfa a el le correspondía un omega para tener cachorros y que nadie lo juzgase, se encontraba confundido y atolondrado...
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— Aunque cueste, aunque duela Junto a ti no me importa lo qué venga (Solo por amor: Samo)
Mari llegó a la mañana siguiente con él pequeño Andréi en sus brazos.
Yurio somnoliento, se puso sus pantuflas de gatitos y salió a recibirla
—Lamento haberte levantado tan tempano —se disculpó Mari, pero Viktor y Yuri estaban impacientes por su viaje.
Yurio tomo a Andréi en sus brazos con delicadeza, temiendo lastimarlo.
— Esta bien los comprendo yo también estaría impaciente por algo así —dijo Yurio con las mejillas rojas.
Él pequeño aún dormía, una sonrisa se dibujó en él rostro de Yurio al imaginar como seria cuando tuviera a sus hijos en brazos.
Mari le dejo toda una lista de los cuidados que debe tener un bebé y se despidió de Yurio.
Otabek se despertó más tarde contemplando a su pareja mientras se encontraba sentado en el sofá arrullando a Andréi.
—Oh Beka que bueno que ya despertaste me ayudarías a cuidar al pequeño mientras hago él desayuno — le dijo Yurio a su pareja.
—No te preocupes por eso yo lo haré —dijo Otabek sonriendo
—No eso sí que no, yo lo haré no dejare que entres a la cocina y muevas un solo plato —dijo Yurio mirando seriamente a Otabek
—Yura no estoy enfermo solo estoy embarazado no me pasará nada lo prometo —dijo Otabek mientras sacanba los ingredientes del refrigerador.
Yurio y suspiro y no discutió más.
Otabek preparó *uja y para Andréi una mamila, aunque sabía que la leche materna era la mejor, pero como sus hijos aun no nacían no podía darle algo así.
Andréi despertó luego de un rato abriendo de par en par sus ojitos azules y mirando a todos lados.
—Creo que busca a sus padres —dijo Yurio acariciando él suave y sedoso cabello de Andréi.
Y en efecto porque después de hacer eso y ver que ni Viktor ni Yuri estaban en la habitación se soltó a llorar.
Otabek guiado por su instinto maternal lo tomo en brazos y le dio la mamila, Andréi se calmó y luego de que tomaran su desayuno, los tres se sentaron en la alfombra de la sala.
Y mientras Yurio terminaba de alimentar a Andréi, las mejillas de Otabek se tornaron de color rojo.
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