Momentos Dificiles

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—Tienes que ser fuerte mi pequeño

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—Tienes que ser fuerte mi pequeño

gran valiente (La oreja de van gogh:

Mi pequeño gran valiente)

Un viernes por la tarde Yurio partió hacia China para comenzar con las competencias que lo llevarían al Grand Prix Final.

—Estarás bien en mi ausencia ¿Verdad? — le pregunto Yurio a Otabek con aparente preocupación en su rostro.

—Lo estaré Yura, Mila, Viktor y Yuri estarán conmigo para cuidarme.

—Prometo volver a tiempo para cuándo nazcan nuestros cachorros —exclamo Yurio mientras le daba un pequeño beso en los labios de su Alfa.

Y así Yurio se fue para dar todo de sí mismo en las competencias del patinaje artistico.

Todo era perfecto, había ganado la copa de China, Japón, Canadá y finalmente iba a regresar a Rusia para la siguiente competencia una semana después de que la copa de Canadá terminara, pero un mensaje de parte de Mila hizo que regresara antes de los previsto.

—Mis amores ya llegué a casa —Exclamo Yurio sonriendo mientras recibía a Pelusa quien maullaba de felicidad al verlo.

—¿Beka dónde estás? — se preguntó Yurio al no ver nadie en casa.

«Vaya ni siquiera me dejo una nota, recuerdo haberle llamado ayer para decirle que hoy vendria» pensó Yurio, y en eso recibió una llamada de Mila:

—¿Yura ya estás en casa?

—Si, lo estoy porque quisiste que regresara antes a Rusia aun no entiendo que es eso tan importante para lo que me necesitabas.

—Yura, no te quería decir esto antes porque estabas en plena competencia, pero ahora ya no hay vuelta atrás.

—¿A-a que te refieres?

—Otabek lo ha pasado muy mal estas últimas semanas y hoy en la mañana...

—¿El que Mila?

—Estaba sangrando mucho, ahora mismo está en él hospital, los doctores dicen que estaba en riesgo de abortar.

—Iré para allá en seguida Mila.

Yurio se cubrió el rostro con las manos deseando que tanto como su pareja, como sus bebés estuvieran bien, salio de la casa y pidió un taxi para ir al hospital donde se encontraba Otabek.

Una vez que Yurio llego al hospital sudando y rogándole al cielo que todo fueran buenas noticias, entró, pregunto por su pareja y le indicaron él número de habitación.

Los ojos se le llenaron de lágrimas al ver a Otabek.

—Beka estas bien cuanto me alegra.

—Mmn Yura que no regresabas a Rusia dentro de dos semanas.

Álter Ego (Otayurio)( α OMEGAVERSE ß)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora