2. Momento Madre-Hija

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Las calles ahora están mas concurridas, se me dificulta conducir por las aceras entre las personas que me miran extraño y mis ojos hinchados, no debo ser la chica mas linda que pasee por la calle, mis mejillas están rojas y empapadas lo único bueno de todo es que el día es soleado, sería demasiado deprimente que comenzara una lluvia.

Seria el escenario perfecto para una película de esas románticas, bueno cuando la chica esta deprimida.

Llegó al estudio que hoy particularmente se siente mas lejos de lo normal, entro en el lo mas sigilosa posible evitando llamar la atención de quienes vienen quizá a perfeccionar sus pasos, ya que los viernes son libres y los fines de semanas son las presentaciones, me dirijo a una de las mas pequeñas y coloco en el estéreo la canción de la ultima coreografía que hemos ensayado con la intención de distraerme y así comienzo a despejar mi mente con lo que mas amo, bailar.

Luego de un par de horas entregada a la musica y el baile donde enserio me siento mejor a pesar de sentir ese nudo en mi garganta, voy a las duchas y tomo una muda de ropa que siempre tengo de repuesto, tomo mi celular y cuando reviso tengo varias llamadas pérdida de mi madre por lo que rápido me dirijo a casa con mejor aspecto y a la mayor velocidad que me permite mi transporte.

—Llegué— digo cuando entro.

—En la cocina— me grita mamá y voy en su búsqueda.

—¿Por que tantas llamadas perdidas?— le pregunto sentándome en la isla y tomando una manzana.

—Me llamó Zack— se voltea a mirarme dejando de hacer la comida—Me dijo que habían discutido y estabas un poco triste cuando saliste de su casa, preguntó si habías llegado y se notaba preocupado ¿Que ocurrió?—

En ese momento olvidé el auto control, dejé la manzana que apenas había comenzado a comer en la mesa y se me volvieron a llenar de lágrimas los ojos. La expresión de mamá pasó de curiosidad a preocupación y se acercó a mi temerosa.

—Pasa que me dejó— se me corta la voz en la última palabra —No le respondas mas llamadas, solo me dejó y como no tenía nada mas que hacer fui al estudio, necesitaba tiempo sola— suspiro entre lágrimas y mi mamá quien ya para ese momento me abrazaba me dice:

—Ay mi bebe— me besa la cabeza —¿Que fue los que les pasó? Se veían tan bien— me acaricia el cabello.

—Me pidió un tiempo, me dijo que me amaba y, ¿Entonces para que un tiempo? No entiendo que fue lo que pasó, yo creí que estábamos bien. Que lo hacía feliz— sigo llorando.

—Hija solo es un tiempo, puede que tenga sus razones. No lo justifico, pero claro que te ama, se nota en su mirada, como habla de ti, como te mira— acaricia mi espalda.

—Ya no mamá, si aún fuera así no quisiera alejarme de el. Y lo que es peor es que no entiendo porqué aún lo amo— suspiro —Lo amo. Y se que si el pasara ahorita por esa puerta y me dice "Me arrepiento" o cualquier otra cosa, lo abrazaría y no lo volvería a soltar—

—Ay mi niña, yo se que lo amas. Y se lo duro que es esto, pero el amor es así ni surge ni se acaba de la noche a la mañana—

—Pero eso quiero, si el pudo ¿Por que yo no?— la miro y ella limpia mis lágrimas.

—Quizá el este igual que tú en este instante—

—No lo creo, el fue quien me dejó— suelto con molestia.

—Ya veras que sea cual sea su razón, se arrepentirá de dejar ir lo mejor que ha tenido— me reconfortan un poco sus palabras y le dejo un beso en la mejilla.

—¿Puedes distraerme? ¿Que puedo hacer?— le pregunto viendo lo que ella preparaba.

—Iba a hacer la ensalada, puedes hacerla tu y yo me encargo del jugo— se dirige de nuevo al mesón y yo me levanto para lavarme las manos y distraerme ayudándola.

Me olvido un poco de todo mientras estoy con mamá, intercambiamos uno que otro chiste privado omitiendo los minutos antes y media hora después cuándo nos vamos a sentar a comer junto a papá quien ajeno de mi drama amoroso ignora mis ojos hinchados y mi pequeña hermana que simplemente se interesó mas por la comida, llega Debby.

—Luego te cuento—le digo cuando la saludo y la dejo entrar— Comamos primero— ella asiente y entramos al comedor.

—Buenas tardes familia— sonríe y saluda con un beso a mi madre, mi hermana y papá quien apenas levanta la mirada de su plato ya servido.

Mamá me mira con cierta molestia pero lo disimula muy bien y le acomoda un puesto en la mesa, mientras comemos hablamos del estudio de baile, las coreografías, el vestuario, música, cualquier cosa que impida salir a flote el tema del amor.

Hasta que acabamos de comer, ayudamos a mamá con los platos por petición de ella y cuando esta todo organizado en su lugar nos despedimos de ella y de una mano me llevo arrastrada a Debby hasta mi cuarto, la lanzo a la la cama y ella cae torpemente para luego sentarse. Me observa de manera inexpresiva esperando que organice toda la información para contarle con pelos y detalles.

Por primera vez estando las dos solas en mi habitación reina el silencio, pero es interrumpido cuando tras estirarse en su posición Debby dice:

-¿Que pasó ahora en Candilandia? - las palabras brotan de su boca con molestia, y su mirada la demuestra sin pudor.



*
Este es un pequeño asterisco para decirles que...

Este capitulo fue escrito la semana del día de las madres (en mi país Venezuela) y fue por pura casualidad. Y aprovechando el momento madre hija que desenvuelve el capitulo,  aprovecharé la oportunidad para felicitar a las madres en su día, (Si cuando leen esto ya no lo es, y lo mas seguro es que no lo sea. De igual manera) felicitarlas por ser ese pilar importante que nos sostiene siempre, por ser el mejor ejemplo y dedicar su vida entera a nosotros, FELIZ DÍA MADRES. Y en especial a mis cuatro, son lo mejor de este mundo y sus alrededores 😘😘

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