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Capítulo 4

Maya había llegado a Topanga's para desayunar y vio a Farkle sentado afuera, decidió entrar y pedir dos capuchinos y salir de nuevo por Farkle.

- Ten cariño, tú favorito - dijo mientras se sentaba a su lado - para compensar lo de ayer.

- Gracias, ¿dormiste bien? - dijo tomando el capuchino que la rubia le había entregado.

- Si cariño, por lo que veo tú no, ¿te ocurre algo?

- Realmente no quiero hablar de ello.

- Esta bien - Maya miró al suelo intentando comprender que ocurría con su amigo, porque necesitaba saber qué le estaba ocurriendo - estuviste llorando, ¿cierto, Farkle?

Farkle la miró y guardó silencio mientras tomaba otro sorbo del capuchino. No quería hablar sobre el tema, sabía que la rubia no lo entendería si él no explicaba todo lo ocurrido, y él no quería decirle lo que sentía, aún no era el momento indicado, al menos no ahora. Maya lo abrazó en silencio y entrelazó sus manos con las de Farkle, puso su cabeza en el hombro del chico y comenzó a jugar con las manos de él.

Esto le hacía bien, a Farkle le hacía realmente bien tener tan cerca a Maya, sentir su aroma y poder ver cada detalle de ella, cada cosa, todo lo que la hacía perfecta y casi irreal.

- Sabes, Maya... - dijo y la miró - eres la niña más perfecta que existe en este planeta.

- Lo sé - sonrío - gracias por recordarme lo genial que soy - le dio un beso en la mejilla a Farkle - tú también lo eres, eres demasiado perfecto para este mundo - Farkle se sonrojó y miró hacia otro lado intentando evitar la atención de la rubia - cariño, dime qué ocurre.

- Smackle y yo... terminamos.

- ¿Qué? ¿pero cómo? Eran la pareja perfecta del Instituto.

- Quizá sólo éramos, ya no.

- Wow cariño, no sé que decirte.

- No digas nada, ¿si? Estaré bien sabes, ella y yo no éramos el uno para el otro, estamos destinados a estar con alguien más, ella merece a otro chico, y yo a otra chica. Ella merece alguien que la quiera y yo no le puedo garantizar eso, porque sé que no es ella a quién quiero conmigo el resto de mi vida, es alguien más - la rubia lo abrazó y Farkle se sintió seguro así, ella le daba seguridad, era cómo su hogar.

- Tú también mereces alguien que te ame Fark, alguien que te haga sentir como en casa, y que te haga sentir que no necesitas nada más que a esa persona - Maya al oír lo que decía sentía que se estaba hablando a ella misma, porque era todo lo que Farkle le hacía sentir, pero estaba confundida con todo lo que estaba ocurriendo.

Riley entró al lugar junto a Lucas y se dirigieron a los dos amigos.

- ¿Podemos sentarnos? - dijo Lucas mirando a la pareja de amigos.

Farkle miró a Maya, no sabía si ella se sentiría cómoda con ellos dos allí, pero Maya asintió, ella ya no sentía lo mismo por Lucas, ya le era indiferente como se comportara con Riley, ella tenía a alguien más en mente.

- Sabes Maya, me comporté como una completa idiota, no debí dejar que mi relación con Lucas nos separara, sabes que eres mi mejor amiga y no quiero perderte por esto, sé que no pensamos en ti cuando decidimos estar juntos, pero... - Maya la interrumpió.