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Capítulo 8

Farkle no había recibido el mensaje de Maya, era normal que Maya se olvidara de contestar cuando llegaba, pero él era muy paranoico y necesitaba saber si ella estaba bien.

Llamando a Maya...

De inmediato contestó el buzón de voz, lo que indicaba que su teléfono celular estaba apagado.

Tranquilo Farkle, de seguro se durmió y olvidó cargarlo se decía así mismo intentando tranquilizarse, aunque la realidad era muy distinta a lo que Farkle quería creer que pasaba. Maya estaba en la estación, intentando conciliar el sueño junto a su bolso y su mochila escondida en una parte muy poco conocida de esta.

Las manos de Maya temblaban, no sabía si era por el frío o por el miedo de que algo pasara. Ella ni siquiera tenía noción del tiempo, no sabía a que hora había llegado a su casa ni que hora era en ese momento. Si, había un reloj en la estación, pero desde el escondite de Maya era imposible de verse. Su miedo era enorme, tanto que no pudo dormir en toda la noche . Con las horas comenzó a llegar gente a la estación, por lo cual Maya asumió que ya era de madrugada. Salió de su escondite con sus bolsos, miró el reloj de la estación que indicaba las 07:00 p.m.

Maya tomó el tren y se dirigió a la casa de Riley, sabía que ella no se encontraría allí porque estaba en la casa de Smackle por lo poco que había oído pero sabía que la casa de Riley era un buen lugar donde dejar sus cosas.

. . .

Tocaron la puerta y Cory fue a abrir mientras Topanga preparaba el desayuno.

- ¡Maya! Que gran sorpresa, no esperábamos verte. Pasa, siempre eres bienvenida - dijo Cory mientras Maya entraba.

Maya dejó su abrigo en el perchero.

- Hola - dijo Maya sin ánimos.

- Cariño, ¿estás bien? ¿desayunaste? - preguntó Topanga preocupada - ¿y esos bolsos?

- Si, si estoy bien. Sólo quería saber si podría dejar los bolsos aquí por unos días, hasta que consiga un lugar donde dejarlos. Es que, en casa están remodelando y no quiero que estas cosas se dañen.

- Por supuesto Maya, pero, ¿segura que es por eso? Sabes que puedes contar con nosotros.

A Maya le dolía mucho mentirle a Cory y a Topanga, eran como sus padres, eran su familia. Pero no podía decirles la verdad, no quería que tomaran cartas en el asunto y se involucraran en una discusión que no era su problema.

- Si, todo está bien - dijo haciendo una mueca - ahora debo irme que llegaré tarde, los quiero.

Maya salió a caminar por las calles de New York, llevaba la misma ropa que ayer a la noche, sólo que notó que había dejado el abrigo en la casa de los Matthews, pero no volvería por el, le harían muchas preguntas. No había tenido tiempo de cambiarse, sería muy evidente. Inventaría una buena excusa para que no sepan que su madre la echó de casa y los Matthews comprenderían la situación, o eso esperaba.

Decidió ir caminando a la preparatoria, no estaba muy cerca pero caminar no la mataría. Llevaba su mochila y su dinero, no pensaba decirle a nadie lo que había ocurrido, ni siquiera a Farkle.

- Maya - dijo alguien haciendola salir de sus pensamientos.

Se dio la vuelta y era Farkle en el mismo auto que los habían llevado el día anterior.