El lago de los recuerdos

ESPEJISMOS DE LIBERTAD

Golpeo la puerta un par de veces y me abre Pet sin hacerme esperar mucho.
—Hola Sara. —Me saluda con un beso en la mejilla.
—Hola quería novedades de que haremos para contraatacar. —Entro, observando que Alex se encontraba afuera en el balcón con su largo cabello rubio atado y fumando mientras que Loren estaba tirado en su sillón relajado mirándome seriamente como esperando que apareciera algún día.
—Estábamos justamente debatiendo eso y recién tomamos una decisión que es lo más aceptable —me dice mientras se va por un vaso agua.
—¿Y que sería lo más aceptable? —pregunto.
—Entregarnos —dice poco convencido Loren.
—¿Entregarnos? —pregunto poco animada—, apenas salimos vivos de ahí ¿y quieren entregarse?
—Idea mía no fue. —Se despega Loren.
—Es lo mejor. —Entra Alex como si hubiese escuchado la conversación, atento desde afuera—. No habría otra manera de entrar aparte de que en estos días nos mandaran a buscar y digamos que somos blanco fácil por donde nos encontramos.
—¿A qué te referís con donde nos encontramos? —pregunta Loren.
—Que tu casa es un lugar obvio —responde Alex.
—Siéntete agradecido de que te acepte quedarte aquí —dice malhumorado Loren.
—¿Estás seguro Alex que es mejor entregarse? —le pregunto cediendo mi confianza.
—Sin duda, estarán tranquilos creyendo que nos entregamos y a mitad de camino pum atacar e ir por el cáliz —dice confiado.
—¿Cómo te sientes afuera de ese lugar? —le pregunto contenta de poder sacarlo de ese cautiverio.
—Me gusta la vista de este balcón, poder ver la gran ciudad es fantástico. Siempre quise sentir la vida de una persona normal, quería sentir el sabor de poder vivir con responsabilidades sin necesidad de saber que te depara la vida. Poder conocer lugares viajando, tener una familia, tus mascotas, aun sueño con esa vida. Si no hubiera sido por la llegada de mi hermana, pienso yo que capaz hubiera sido distinto. —Sonreía como aliviado de estar en libertad—. Aun no les dije pero gracias por rescatarme.
—La ciudad no es solo una vista de balcón —le digo bromeando—, hoy tengo el concierto de un amigo, saldrás conmigo a pasear pero deberás dejar esos cuchillos. —Señalaba su chaleco porta cuchillos que llevaba siempre con él.
—Emmm Bieeeen —responde dudando y se dirige a cambiarse.
—¿Cuándo iremos a entregarnos? —pregunto.
—Cuando vuelvas de tu fiesta —responde con tono molesto Loren.
—¿Estás de malas por algo? —le pregunto molesta.
—Uf vos porque no estás con el —dice Pet.

***

—Me puse a pensar en lo que decís Alex, de la llegada de tu hermana sin explicación de donde vino. —Me observaba atentamente mientras viajamos al bar donde tocaría Chris en el concurso, según la fecha era hoy y tenía planeado caerle de sorpresa—. ¿Crees que Cáliz puede ser hija de Loren?
—No entiendo, ¿Por qué preguntas eso? —pregunta como si no se hubiera enterado de nada.
—Al parecer no te lo conto, no me sorprende —le digo—, a Loren le arrebataron su hija por no querer ser un guardián y para que aceptara se la llevaron. Desde eso él está intentando encontrarla, pero no surge ninguna pista hasta ahora que pienso en lo que dijiste
—No sabría que responderte —dice confundido—, supongo tuvo que haber reconocido a Loren cuando ella lo vio.
—Tenés razón —respondo pero mis dudas aún están firmes.
—¿Crees podremos destruir el cáliz? —me pregunta.
—Yo podría preguntarte lo mismo —le digo dudosa también.
—Bueno viviré esta noche como si fuese la última en libertad. —Sonríe apenas.
—¿Al menos tienes un plan para atacar adentro? —le pregunto criteriosa.
—Sobre los bordes que se unen la pared y el piso en ese contacto de unión en donde se encuentra el famoso ADN que permite la entrada de cualquier persona al anillo y se esparce por todo el perímetro a través de ahí.
—¿Hablas de la luz que no permite que nos teletransportemos? —le interrumpo.
—Si esa misma y…hay una forma de arruinar eso —dice soberbiamente.
— ¿Cuál? Dime —digo desesperada.
—Si destruyes una parte de cualquier pared que se encuentre en el recorrido se cortara la unión por un lapso de tiempo hasta que se vuelva a unir por si sola sin necesidad de ese borde. En ese corto lapso de unos segundos te puedes teletransportar si te encuentras en el lugar de la rotura y si logras interponer un obstáculo en el recorrido de la unión, como un cuchillo. —Se señala a él como si fuese a ser el encargado de ese trabajo—. Harás que la luz pierda su orientación, harías un corte que tal como una gran cortocircuito elevado a una máxima potencia podría generar varias explosiones —dice tranquilo a lo que se arregla su pelo.
—Bueno supongo es un gran plan. —Me sentía confundida, por dentro estaba tranquila, demasiado de hecho de que saldría bien pero también me asustaba ese sentimiento—. Ya llegamos. —le digo.
—Lindo lugar —decía con una voz suave sonriendo y observando todo como si fuese turista—, por cierto nadie te dijo nada hasta ahora, pero estas bastante linda.
—Gracias —le digo.
Lo empujo a entrar ya que no paraba de observar todo y si era bastante atrayente la entrada con mucha gente afuera bien arreglada fumando o tomando, haciendo tiempo quizá hasta que toquen sus compañeros. El cartel del bar que era su gran nombre con letras gigantes iluminadas por encima de la puerta de entrada y a los costados dos grandes focos de luz que se mueven iluminando hacia el cielo como si estuviésemos en Hollywood.
—¿Oye me esperas un momento acá? —le digo al entrar pero al darme vuelta para verlo no estaba—, pero donde… —me decía a mí misma tampoco me importo mucho. Supuse que quizá fue a buscar a alguna pareja para pasar su primera noche y me puse a buscar a Chris entre mucha gente, no sabía por dónde comenzar, me puse a pensar que quizá había sido una mala idea caerle sin decirle nada o que capaz se arrepintió y no vino a tocar. Luego de un rato me senté en la barra escuchando una banda de reggae y preocupada por no encontrarlo.
—Bueno un aplauso para esta buena banda llamada Liberty. —Daba la finalización de ellos el presentador—. Ahora continuamos con un solista, ¿quieren que continuemos no? —Mientras todos respondían que sí, me ilusionaba con que sea él realmente, me sentí tonta al no ponerme a pensar que quizá estaba preparándose para tocar—. ¡Así me gusta, con ánimos! y acá les presentamos a Christian, un aplauso.
Me reía de alegría al verlo entrar se notaba mucho que era su primera vez en el escenario con su mirada al piso y nervioso, le habían colocado una silla para que cante sentado suponiendo que sería un tema tranquilo o mejor dicho melódico.
—Hola a todos —saludaba a todos y tomaba un poco de agua de una botella que dejo luego en el piso, apenas levanto su mirada entre tanta gente que había me encontró y su sonrisa al verme hizo notar de inmediato que se sentía más aliviado—, Este tema está dedicado a alguien que ya no está más con nosotros y fue titulado “solo ayer”, espero les guste —dice casi susurrando, me pareció un gesto muy lindo cantarle un tema a Luci en el concurso.