—¿Viste a Nathalie?— me pregunto Justin mientras trotábamos por la cancha.
—En realidad no, probablemente llego muy temprano.
—O muy tarde.
—¿Sabes? Me sentí mal por ella cuando entro a la cafetería, todos burlándose de ella. Son unos idiotas.
—Oh vamos Dylan, era solo una broma, no creo que le afecte tanto. Se le pasará.
—Bueno... cambiando de tema ¿que habrá esta semana?
—Tyler hará una fiesta este sábado, sabes que las de Tyler son clásicas, tienes que ir.
—¿Cómo es que yo nunca me entero?
—Será porque nunca utilizas tu celular.
—Sus mensajes son demasiado estúpidos.— Justin me miró de mala gana y sonrío
***
Al llegar a casa saque mi celular y cheque la hora, eran las cinco con treinta lo cual significa que mi mamá fue a recoger a Susan y yo tengo casa sola.
Saque las llaves de la mochila y escuche a una chica sollozar y gire hacia todos lados hasta que la vi.
Nathalie estaba en la banqueta de su casa llorando y yo quede congelado.
Quería consolarla pero solo estaba quieto frente a mi puerta observándola, hasta que ella se giró y me miró también por unos segundos. Su mirada era extraña, una rara combinación de tristeza y odio; lo único que pude hacer fue entrar rápidamente a la casa y cerrar con llave.Quede recargado a la puerta unos segundos y mejor subí a mi recámara y me metí a bañar.
***
—¿Y qué tal tu día, papá?— le pregunte a mi padre antes de tomar un sorbo de limonada.
—Muy bien, la junta fue excelente y obtuve felicitaciones de todos.
—Me alegra escuchar eso— dijo mi madre mientras cenábamos.
—Hace rato vi una película y en ella los protagonistas invitaron a sus nuevos vecinos a una cena, como bienvenida.
—¿Y eso qué tiene que ver, Sus?— pregunté
—Pues sería buena idea invitar a una cena a los nuevos vecinos.
—Son vecinos de los vecinos.— comente
—Igual son vecinos— dijo mi madre—, además el señor y la señora Thompson no están.
—Y no estarán dentro de un mes— hablo mi papá
—¿Qué? ¿Cómo lo sabes?
—Bueno, el señor Thompson me lo dijo antes de que me fuera a trabajar.
—¿Quién me regalara galletas los fines de semana por la mañana? ¡Un mes sin las deliciosas galletas de la señora Thompson!— grite dramáticamente
—Cálmate Dylan— río mi madre—. A decir verdad me encantaría hacer lo de la cena, ¿el miércoles estaría bien?— mi padre asintió.—. Bien, Dyl, ¿me ayudarías comentándole a la vecina sobre ello? Está en la misma preparatoria que tú, sería de gran ayuda.
—Claro— le sonreí.
***
Antes de dormir me puse a pensar, y a pensar y a pensar...
¿Cómo le diría a Nathalie que mi mamá la invitaba a ella y a su familia a una cena? ¿Cómo lo haría después de haberla visto llorar y en lugar de ayudarla, huir? – lo cual fue muy malo de mi parte – Estaba aterrado, pero igual lo intentaría, sobre todo por mi mamá.
***
—Entonces... ¿Me acompañas?
—No lo sé Diego, ¿que día?
—Mañana.— después de quedarme pensativo unos segundos, hablo—. Mañana es miércoles.
—Ah, cierto— reí—, pero no podré ir Diego, mi mamá hará una cena de bienvenida para los vecinos.
—Oh ¿para Nathalie y su familia? Ten cuidado, no te vaya a vomitar— lo mire de mala gana dándole a entender que no dio gracia—. Lo siento, mal chiste. Bueno, igual gracias Dyl, me saludas a tu mamá.— después de decir eso se fue por el pasillo izquierdo.
Al llegar a mi casillero, de nuevo, volví a batallar para abrirlo. Nathalie llego a la misma hora de siempre, solo llevaba un pantalón ajustado y una ramera blanca, su cabello esponjado como todos los días y su mirada triste, como últimamente ha estado.
—Eh... Nathalie.— ella me ignoro— Nathalie mis padres quieren... quieren invitarte a una cena mañana...— estaba nervioso—; bueno a toda tu familia, ya sabes... de bienvenida.
Ella me miró por primera vez desde que le hablé.
—Gracias— fue lo único que dijo y se marchó.
No sabía qué decir. En realidad no hay nada que decir, ella ya se había ido.